Adiós a la sauna durante el embarazo
Nada mejor para relajarse y olvidarse de los problemas, que una buena sesión de sauna. Sin embargo, si estás embarazada, piénsalo dos veces, antes de tomar esa arriesgada decisión, debes saber que existen otras opciones, más sanas y seguras en tu estado, como los masajes, yoga o tai-chi.
Habla con tu médico, de seguro encontrarás la opción a la que más te adecúes, incluso puedes relajarte, oyendo música, cantando, pintando, dibujando, pues aunque el embarazo supone una de las etapas más bellas por las que atraviesa una mujer, también puede ser la más estresante y desgastante.
No olvides que todas las acciones que tomes, repercutirán en el crecimiento y buen desarrollo del bebé. Es por ello que te recomendamos no acudir a ninguna sesión de sauna, aunque te sientas exhausta, adolorida, harta de las nauseas, de los vómitos. Para ti y para miles que en su estado de gestantes se preguntan por qué no puedo ir al sauna, estas indicaciones:
Por qué no tomar la sauna si estas embarazada
Las temperaturas altas, son peligrosas para el bebé en crecimiento, el calor en esos ambientes puede provocarte una baja en presión arterial, haciendo que el bebé reciba menos oxígeno y nutrición.
Uno de los síntomas que puedes presentar son mareos y desvanecimientos, muy peligrosos en tu estado. Asimismo, transpiración excesiva que pueden conllevar a la deshidratación y pérdida de electrolitos, que son unas sales que intervienen en procesos bioquímicos y fisiológicos del ser humano.
El agua demasiado caliente provoca una dilatación excesiva de los vasos sanguíneos lo que hace aumentar notablemente el trabajo del corazón de la madre, que ya realiza un pleno esfuerzo a causa del feto que está creciendo. Existe, por ende, un gran riesgo de aborto espontáneo.
Incluso los médicos recomiendan que el baño diario de la mujer embarazada no debe superar los 37°C, una de las recomendaciones es que antes de ingresar a la ducha, verifiques que la temperatura del agua no exceda este valor y que permanezcas no más de 10 minutos.
Daños irreversibles en el feto
Ante cualquier signo de alarma como el que te sientas demasiado acalorada, mareada, débil o sudorosa; del mismo modo si sientes escalofríos, sed extrema, tienes la boca seca o te sobrevienen las náuseas; debes ponerte en contacto, inmediatamente con tu médico.
Existen casos reportados de mujeres que desconocían su estado y en el primer trimestre de su embarazo, acudieron a un sauna o se expusieron a temperaturas mayores a los 38° y lamentablemente perdieron a la criatura en formación en su vientre o incluso, algunas terminaron el embarazo aparentemente sin inconvenientes, pero tuvieron un recién nacido con defectos congénitos.
Asimismo y sin pretender crear el pánico sobre este tema, la Asociación de Espina Bífida de Estados Unidos con sede en Washington, indicó textualmente en uno de sus documentos oficiales titulado “La Genética y la Espina Bífida”, que otros de los factores “que no son tan comunes pero que también pueden aumentar las probabilidades de que la mujer tenga un bebé con espina bífida son: Exponerse a altas temperaturas al comienzo del embarazo (por ej., altas fiebres prolongadas y usar jacuzzis y saunas por mucho tiempo)”.
Ya sabes, no te desesperes, paciencia y buen humor, disfruta de tu embarazo, a pesar de los malestares, recuerda que la prioridad es la salud del bebé y que finalmente, pasado los nueve meses, no tendrás mejor pago o consuelo, después de los estragos, que ver a esa criaturita de carita angelical, necesitando de ti.