Alimentación infantil, al cuidado de los niños
Nunca tomes el sobrepeso de un niño como simplemente “esta llenito”. Los niños obesos tienden a convertirse en adultos obesos, y la mayoría tiene niveles elevados de grasa en sangre o presión arterial alta desde temprana edad.
Los niños son especialmente vulnerables a la obesidad durante los primeros 6 meses de vida y en la temprana adolescencia, de los 11 a los 15 años. Cuando los niños comen demasiado en estas etapas, las calorías que su cuerpo no utiliza, se emplean para formar nuevas células de grasa.
Una vez creadas, el número de células de grasa permanece inmutable de por vida, haciendo extremadamente difícil la pérdida de peso. Por esto, en los periodos antes mencionados hay que prestar atención a los hábitos alimentarios de los niños y a su nivel de actividad.
La introducción temprana de sólidos y fórmulas concentradas, es considerada como causa de obesidad en bebés.
Durante la pubertad, existen cambios radicales en la constitución corporal y en las emociones, que generan una necesidad de consuelo y distracción que por lo general la comida ayuda a satisfacer. Además, existen problemas psicológicos: los niños llenitos tienden a tener una baja autoestima y una leve depresión. Sufren al ser molestados por otros niños, y esto sólo hace que busquen consuelo en la comida.
¿Es adecuado poner a dieta a un niño?
Cuando los niños están creciendo requieren diariamente de suficientes proteína, vitaminas, calcio y otros nutrimentos esenciales. A los niños con sobrepeso nuca se le debe de poner a dieta estricta para bajar de peso rápidamente. Es más conveniente un patrón de alimentación adecuado para cada día.
Esto permite que conserven su peso por un periodo de 6 a 12 meses, mientras que su altura aumenta hasta alcanzar el peso ideal de acuerdo a su estatura.
La dieta del infante
Lo mejor es que toda la familia coma los mismos alimentos. Los platillos bajos en grasa y ricos en fibra son buenos para todos, no sólo para quienes quieren bajar de peso. Es conveniente preparar comida atractiva cuando quiera tentar al niño a comer nuevos platillos.
Se puede desayunar un cereal integral o avena y después pan tostado con crema de cacahuate o queso.
Es conveniente prepararles un lunch para el recreo, que sea bien balanceado, el cual puede contener un sándwich o una empanada con carne, pollo o atún, además de una ensalada de lo que más acepte. Una fruta o un yogurt de frutas bajo en grasa completa la comida.
La cena debe contener cantidades moderadas de lo que esté cenando toda la familia, incluir verduras cocidas o crudas.
Entre comidas
Los tentempiés son parte de los patrones de alimentación de los niños, porque ellos tienen estómagos más pequeños.
Trata que los antojos sean nutritivos; un trozo de queso con galletas, pan con mantequilla de cacahuate, una pieza de fruta, una taza de palomitas simples.
Evitemos la obesidad infantil
Prevenir el sobrepeso, es mucho más fácil que curarlo.
- Trata de que la comida no sea una recompensa por su buena conducta.
- Pon el buen ejemplo, y mantén la comida chatarra como algo ocasional, solo para ocasiones especiales, o bien una salida rápida.
- Alienta el ejercicio y los juegos en el exterior en lugar de que pasen horas de inactividad frente al televisor.
- Enfermedades frecuentes en los niños, pueden hacer que los padres piensen que necesitan comer más para estar sanos, sin embargo, lo único que podemos conseguirle es un problema de peso.
- La inseguridad y los problemas emocionales son frecuentemente causa de comer demasiado. Percibir el rechazo de los padres, rivalidad, cambiarse a una nueva casa o colegio, sentirse abandonado o infeliz, son estímulos para que un niño ansioso se vuelque hacia la comida.