Alimentación saludable y hábitos efectivos para el bebé y el niño

Publicado: 20/05/2010 - Actualizado: 11/07/2016

Después de la leche materna, que es indiscutiblemente el mejor alimento para los recién nacidos, hay muchos tips que puedes empezar a seguir para fomentarle una alimentación saludable a tu bebé, tomando en cuenta que desde los primeros meses y años el bebé y el niño empiezan a formar hábitos y costumbres que pueden arraigarse para toda la vida.

La salud, tanto física, como emocional y mental, se nutre principalmente de lo qué comemos y el cómo lo comemos. Cuando somos adultos, nuestras costumbres para comer pueden estar tan arraigadas que nos cuesta dejar de comer de ciertas formas y ciertos productos, aun sabiendo que muchos de ellos no son tan benéficos para nuestra salud. Por ejemplo: ¿A cuántos de nosotros se nos acostumbró a endulzar demasiado los alimentos? Recuerdo que de pequeña, cuando me servían el cereal, siempre estaba la cucharada de azúcar frente a mi. Y ni siquiera recuerdo que me hubiesen preguntado “¿Quieres?” Sino que veía como caía ese polvito blanco nevando todo mi cereal, una o dos cucharadas. Por cierto que recuerdo que sabía bastante bien, y recuerdo que además luego yo era quien pedía más. Hasta que pasaron los años y en mis estudios de medicina natural, observé cuan dañinos eran los efectos del azúcar, sobre todo en el sistema nervioso y  endocrino, y observé lo difícil en verdad que era dejar de consumir este producto por la fuerte adicción que provoca, los  síntomas equivalían a dejar de consumir una droga, el cuerpo lo pedía, había ansiedad, nerviosismo, enfado, el paladar rechazaba violentamente lo que no estaba endulzado “con azúcar blanca”, porque ni la miel ni el piloncillo o azúcar morena podían sustituirle en aquel momento.

¿Cómo formar hábitos alimenticios saludables?

No importa la forma en que comamos nosotros o cuantos hábitos perjudiciales puedan tener los padres o adultos. Sin duda podemos conducir al bebé y el niño a una forma de comer con más consciencia, tomando en cuenta que las principales ventajas y beneficios de fomentarles una alimentación saludable son:

• Reforzar el sistema inmunológico desde pequeños.
• Criar a niños más sanos y fuertes.
• Evitar que los niños se contagien fácilmente y padezcan alergias, obesidad, insomnio, trastornos de crecimiento, anemia, problemas de vista, enfermedades del sistema respiratorio como gripes, tos, resfriados, catarros, etc, así como problemas digestivos, nerviosos, glandulares, etc.    
• Evitarles todo tipo de enfermedades y padecimientos cuando sean mayores como diabetes, osteoporosis, gastritis, úlceras, padecimientos de la piel, del colón, problemas hepáticos, renales, enfermedades del sistema nervioso, etc.
• Crearles un mundo emocional más armónico y equilibrado: educar su paladar ayuda a educar su mundo emocional.
• Ayudarles a tener un mejor rendimiento escolar y ser más creativos.

Hábitos efectivos desde pequeños

Cuando a mi hijo le dio sarampión, el homeópata apenas lo  podía creer: “Increíble”, dijo, “Es el sarampión más sano que he visto en toda mi vida”.  Apenas unos pequeños brotes, sin ningún otro síntoma, incluso yo creí que le había picado algún insecto. Lo más simpático fue que yo ni siquiera llevaba al pequeño al médico, yo iba acompañando a mi hermana.

Comer sano no significa que un niño no se enfermará “nunca”, pues la enfermedad es un proceso de adaptación que muchas veces es necesario para equilibrar el organismo y restaurarlo, sobre todo cuando son más pequeños y apenas se esta formando el sistema de defensas del cuerpo y todo el organismo esta ajustándose con el crecimiento. La fiebre, por ejemplo, muchas veces ocurre cuando el pequeño se esta estirando o creciendo.

Sin embargo, con una alimentación efectiva, el bebé y niño reducen a un 95% las posibles enfermedades, y si les atrapan de vez en cuando, los síntomas serán mínimos. Incluso los bebés o niños que ya nacieron con ciertas deficiencias de salud, como aquellos que padecen algún tipo de afección, o son más susceptibles a alergias, o tienden a ser obesos, o a adquirir enfermedades infecciosas, etc., pueden reforzar su sistema de defensas y disminuir y hasta erradicar notablemente esta condición de salud, pues esta se fragua en los intestinos y estómago.  

Algunos hábitos alimenticios y alimentos efectivos en la infancia:

 Papillas y compotas: después de la leche materna, los expertos recomiendan la introducción de papillas y frutas como primer alimento. Las frutas más aconsejables son: manzanas, plátanos y peras. Las verduras más aconsejables son: zanahoria, chayote y papa. Al elaborar las compotas o papillas, es necesario que evites condimentar, no agregues azúcar ni ningún endulzante en las frutas, permite que el bebé disfrute de los sabores naturales de los alimentos, esto le ayudara a tener un paladar más sensible y natural desde pequeño. A las verduras puedes agregar si acaso una pizca de sal, la menos posible.

 Leche: respecto a la leche que debe tomar el bebé o niño hay muchas opiniones. Yo recomiendo que no se utilice la leche de vaca en ningún momento, la propaganda de este producto es sin duda escandalosa a pesar de que los beneficios que da en realidad son deficientes, incluso genera más problemas de salud que lo que aporta. Entre otras cosas, la caseína de la leche forma copos densos que se solidifican en el revestimiento de estómago e intestinos, causando severos problemas a la larga, como obesidad, problemas de la piel (dermatitis, alergias, etc.), estreñimiento, problemas del colón, inflamación del vientre, empachos, celulitis, etc. Las mejores leches para el bebé y el niño son las leches vegetales, y sin duda este es el mejor momento para introducirlas.. La leche de soja, almendras, nuez, etc., son leches que tienen enormes beneficios en la salud, rebasan en nutrientes a la de vaca (la de almendras y soja superan en calcio a la de vaca) y sin las nocivas consecuencias que la leche de vaca genera. Cierto es que algunos acostumbrados a la leche de vaca podrán decir que la han tomado toda su vida y sin ningún problema, quizá porque no han notado como se sentirían sin tomar leche de vaca. También esta la creencia de que sin la leche el niño no crecerá y será frágil de huesos. Nada más equivocado. Mis hijos, pro ejemplo, fueron criados sin leche de vaca y son más altos que los niños promedio, tienen un buen tono muscular y gozan de una extraordinaria salud.

• Refrescos y bebidas: lo más fácil, para muchos padres, es comprar sodas y jugos en la tienda. Sin embargo, este tipo de bebidas son de las más perjudiciales. Además de que su composición es más de un 90% de azúcar (la cual ya hemos dicho que degenera el sistema nervioso y endocrino, ocasiona caries, problemas de piel, alergias, infecciones, etc.), tienen aditivos y colorantes, los cuales afectan al hígado, riñones y ocasionan desequilibrios en el cuerpo. Lo ideal es que hagamos jugos de frutas naturales o de vegetales a los pequeños, y tratar de que se consuman lo antes posible o guardarlos en el refrigerador para evitar que se fermenten. Muchos padres que trabajan dirán que esto es imposible, sin embargo, si no hay tiempo de hacer jugo o comprarlo fresco en algún lugar donde vendan jugos, lo preferible es acostumbrar al pequeño al agua natural, que es sin duda más sana que los refrescos. Si acostumbramos al niño al agua natural, al reto el mismo la pedirá. Debemos recordar que nosotros somos quienes educamos el paladar, y estos primeros años son fundamentales. No hay que caer en la creencia de que “el azúcar de los refrescos y jugos” es necesaria. Esto es algo equivocado. El azúcar necesaria para el cuerpo esta en las frutas y vegetales, darles jugos enlatados y refrescos es un sinónimo de que no se sabe que al dárselos estamos haciendo que el pequeño se beba (incluso cuando dice el empaque que están adicionados con vitaminas) una botella de tóxicos y elementos innecesarios. 

• Dulces: dependiendo de la edad, el niño debe de irse acostumbrando a comer a determinadas horas y a no estar comiendo a cada rato. Debe evitarse ofrecerles golosinas o comida a cada rato, y si acaso el niño pide algo de comer entre comidas, no se le deben ofrecer golosinas de la tienda, sino frutas o verduras picadas, sobre todo a los más pequeños. Conforme un niño crece, debe se debe evitar darle de comer entre comidas, lo mejor de ser posible es acostumbrarlo a comer 4 o 5 veces al día, comidas ligeras, pero no comer entre una y otra. Este es un mal hábito que no permite que el estómago descanse, ni que digiera apropiadamente los alimentos.También es un mal hábito permitirles estar comiendo cuando ven la TV, o están en internet e incluso cuando van al cine. ¿Por qué? porque esto no permite que los niños se concentren en la pelicula o que atiendan con conciencia lo que hacen, el sentido del gusto distrae el sentido visual, es no estar diriendo lo que se ve por estar atendiendo lo que se come.

• Los alimentos que no deben faltar en la dieta de los niños son: cereales integrales, semillas, frutos secos, leches vegetales, frutas y verduras y germinados. El pescado es recomendable pero el pollo y la carne deben de evitarse o moderarse. Las frutas deben de ir bien combinadas, si deseas saber como es la mejor forma de consumir frutas, consulta este enlace: Cómo combinar los alimentos

Te recomendamos leer el libro Alimentación Infantil, de Katy Zamos, Editorial Yug

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin