Aloe Vera

Publicado: 26/08/2005 - Actualizado: 09/08/2019

El Aloe Vera es una planta que tiene muchas propiedades para la salud, de hecho los científicos han identificado más de 75 compuestos; principalmente vitaminas, aminoácidos y enzimas que aportan al organismo múltiples beneficios. Durante los últimos treinta años se han emprendido en muchas partes del mundo programas dedicados a investigar las propiedades de esa planta en forma de cactus denominada Aloe Vera. Por ejemplo, ha demostrado que una quemadura térmica profunda tratada con Aloe vera, evoluciona en 48 horas a una quemadura menor de segundo grado por la rápida regeneración de los tejidos y sin dejar apenas cicatriz.

La palabra "aloe" deriva probablemente del árabe "alloeh", que significa "sustancia amarga" o bien del griego "Alos" que significa "mar". Viene designada con la palabra latina "vera" porque en la Antigüedad esta variedad era considerada la más eficaz de las medicinas populares.

Historia del Aloe Vera

Las primeras referencias que constan son los Papiros de Ebers, que se guardan en la Universidad de Leizpig. Existen numerosos documentos históricos de los egipcios, griegos, romanos, algerianos, árabes, tunecinos, indios y chinos, entre otros, que hablan de su empleo para uso medicinal y cosmético.
Dioscórides, en su famoso Herbario Griego, en el siglo I d. C., hace una detallada descripción de sus aplicaciones para heridas, insomnio, desórdenes estomacales, dolores, hemorroides, comezón, dolor de cabeza, pérdida de pelo, enfermedades de la boca y de las encías, molestias de los riñones, ampollas, cuidados de la piel, quemaduras de sol, manchas, etc.

Aristóteles persuadió a Alejandro Magno para que conquistase la isla de Sócrota, cerca de la costa este de África, con el propósito de obtener suficiente cantidad de Aloe para la cicatrización de las heridas de sus soldados.

El uso del jugo de Aloe Vera decayó en Occidente cuando las civilizaciones se fueron asentando en zonas nórdicas, donde la planta no podía sobrevivir a los fríos inviernos, quedando su uso restringido a uso farmacológico el zumo de Aloe.

Tras los efectos devastadores de la bomba atómica y de las quemaduras provocadas por los rayos X, volvió a tomarse seriamente en consideración el jugo de Aloe Vera como remedio eficaz contra las quemaduras.
Sin embargo, su uso estaba limitado por la dificultad de conservación del jugo, muy inestable y fácilmente oxidable, con lo que perdía gran parte de sus propiedades terapéuticas. Rodney M. Stockton consiguió en 1959 la estabilización del gel de Aloe Vera, y a partir de ese momento se inicia la escala de investigación y aplicación de sus propiedades medicinales.

En la actualidad, las investigaciones están principalmente enfocadas en la lucha contra el SIDA, y cáncer, dada su cualidad de potenciador del sistema inmunológico. Los resultados obtenidos hasta el momento son espectaculares, con numerosos ensayos bajo control de la F.D.A. (Administración de Alimentos y Drogas de los EE.UU) y parece inminente su calificación como tratamiento de elección para este tipo de enfermedades. Sin embargo, hasta el momento sólo está reconocido como estimulador biogénico (antibiótico, astringente, agente coagulante, inhibidor del dolor, cicatrizante y estimulante del crecimiento celular).

Botánica

Nombre científico: Aloe vera ( L.) Burm

Nombre vulgar: Aloe

Sinónimos:

Castellano: zabira, zabila, zabida, zadiba, pita, zabila.
Portugués: aloés, erva-babosa o babosa, azebre vegetal.
Catalán: àloe, séver, atzavara vera.
Vasco: belarrmintza, lerdamin.
Italiano: aloe.
Francés: aloés.
Inglés: aloe.
Alemán: aloe.

Familia: Liliáceas

Hábitat: Originaria de la India, puede encontrarse naturalizada en el norte de África y más raramente en el sur de Europa.

Características: Planta perenne de la familia de las liliáceas de hasta 60 cm de altura. Hojas suculentas en roseta basal, lanceoladas, abrazadoras con el margen cubierto de espinas, glaucas y con tonos rojizos. Flores amarillas, colgantes, de hasta 2,5 cm de longitud en espigas terminales sobre tallos cilíndricos, leñosos sin hojas. Fruto en cápsula.

Descripción del Aloe Vera

Las especies del género de los áloes son casi siempre leñosas, pero con las hojas muy grandes y carnudas, dispuestas en grandes rosetones y con una espina recia en su extremo, armadas de otras espinas marginales más pequeñas. Echan uno o diversos bohordos axilares que rematan en hermosos ramilletes.

Las flores son tubulosas, acampanadas,  porque las seis piezas que forman la cubierta floral se sueldan todas entre sí en un tubo las más veces recto, y en otros casos algo encorvado, colgantes y aun bilabiado. Estas flores suelen tener color rojizo, anaranjado o amarillento. Miden hasta 2,5 cm de longitud en espigas terminales sobre tallos cilíndricos, leñosos sin hojas.

Los estambres son también seis, con largos filamentos que arrancan del fondo de la flor, debajo del pistilo. El fruto es una cápsula de paredes inconsistentes.

Florecen, según las especies, en primavera y verano, y aun en invierno en sus respectivos países de origen.

Se crían, en número de cerca 200 especies, en las laderas soleadas, a menudo en lugares rocosos o pedregosos del Antiguo Mundo, en la mayor parte de Africa, en Madagascar y en algunos puntos de Asia. Abundan, sobre todo, en la región del Cabo de Buena Esperanza.

En las provincias del litoral de nuestra Península crecen sin cultivo diversas especies de este género, pero su cabal conocimiento requiere a menudo la técnica especializada de un aloísta.

Mantenimiento y cultivo

El Aloe Vera, tiene dos enemigos naturales: el exceso de agua y el frío por debajo de lo 0ºC. Es muy resistente a la plagas y a la falta de agua.

Para su cultivo, es mejor hacerlo en maceta de barro en vez de plástico. Este lo llenaremos con tierra normal de jardín con un 50% de turba, a partes iguales. En el fondo pondremos un drenaje de dos dedos de grava. Se cubrirá la planta hasta el nacimiento de las hojas, esperando un par de semanas, para empezar su riego, así dará tiempo a cicatrizar sus heridas durante el trasplante. Situar la planta en lugar soleado y cálido, donde tenga mucha luz de sol. En el invierno, la protegeremos del frío. Su reproducción mediante hijos que le nacen alrededor. Cuando estos tengan una altura de cuatro dedos, se han de separar de la planta adulta. Lo podemos hacer de dos maneras: Hurgando con los dedos, hasta encontrar su unión de madre e hijo, y la otra, sacándola totalmente de la maceta, separándola de la madre con más precisión y con todas sus raíces, aprovechando así, para recortar las raíces de la planta madre, si es que las tiene demasiado largas, y añadiendo abono vegetal orgánico en la tierra al plantarlo de nuevo. Hay que recordar, que no se puede regar durante las dos primeras semanas después de su transplante.

Los hijos se dejan secar las heridas, durante un par de semanas, sin exponerlos al sol directamente, pudiendo plantarlos individualmente en maceta.

Hay muchos tipos de Aloe. Para evitar, que la planta se pueda polinizar por otra clase de Aloe y las semillas se vuelvan híbridas, hay que asegurarse que no hay otros aloes cerca (recordar, que el viento es un agente polinizador muy activo). Si no se tiene la seguridad que esto pueda suceder, hemos de cortar la vara de la flor a media altura, por debajo de donde están las flores, antes de que se abran. El resto de la vara, lo sacaremos fácilmente, cuando esta quede seca.

Recolección del Aloe Vera

Las hojas, cuya savia se utiliza, son carnosas, miden unos 50 cm de largo, 10 ó 20 cm de ancho y 5 cm de grueso. Si se las hace un corte exudan un líquido acuoso de sabor muy amargo, acumulado en células secretoras que rodean la región cribosa. Ya que la pared celular que las separa es muy delgada, el jugo fluye con facilidad. Hay que cortar las hojas de modo que la secreción pueda recogerse en un recipiente. A continuación se condensa el líquido poniéndolo al fuego o al baño María. Después de separar la espuma se le vierte en otro recipiente en el que se solidificará. Así es como llega al mercado y se elabora después en forma de preparados galénicos (gotas, píldoras, supositorios, etc). Es raro el empleo del aloe puro.

Componentes activos del Aloe Vera

• Ácidos: glutamínico, aspártico, aloético, fórmico, palmítico y esteárico. (Planta) ascórbico ( Hoja).
• Aceites esenciales: Cineol, cariofileno, pineno.
• Minerales: calcio, magnesio, potasio, zinc, fósforo, manganeso, aluminio, (Hojas).
• Aminoácidos : Aloína, aloesina, arginina, lisina, barbaloina, glicina, glutamina, histidina, serina ( Planta).
• Tiamina.
• Taninos.

Usos del Aloe Vera

Existen varias formas de usar el Aloe vera (éstas dependen de su finalidad):

Zumo: el jugo del Aloe vera se extrae de la pulpa ya que la piel es muy irritante .Es la forma más popular de tomarlo. Se diluye una cucharada sopera en medio vaso de agua y se toma de una a tres veces al día antes de las comidas.

Gel: el Aloe vera forma parte del gel de ducha para poder aplicarlo así en la higiene diaria. Es una forma poco concentrada (depende del fabricante) pero en cambio es una forma de aplicarlo cada día.

Fresco: Aplicar la hoja hendida directamente sobre las quemaduras, las heridas, la piel seca, las infecciones por hongos y las picaduras de insectos. Pueden tomarse hasta dos cucharadas en un vaso de agua o con zumos de frutas tres veces al día como tónico.

Pomada: Abrir varias hojas para obtener gran cantidad de gel y hervirlo hasta formar una pasta espesa que se guarda en frascos limpios en un lugar fresco y se utiliza igual que las hojas.

Vino Tónico: El gel de Aloe vera fermentado con miel y especias recibe el nombre de "kumaryasava" en la India y se emplea como tónico contra la anemia y los trastornos de la función digestiva y hepática.

Inhalaciones: Utilizar el gel en vahos contra la congestión bronquial.

Tintura: Utilizar de uno a tres mililitros (ml.) por dosis como estimulante del apetito o contra el estreñimiento. Su sabor es desagradable.

Polvo: Se usan 100-500 mg. por dosis o en forma de cápsulas como purgante para el estreñimiento persistente y para estimular el flujo de la bilis.

El Aloe Vera en la belleza

El Aloe es un ingrediente importante en muchos productos de belleza.

Penetra en las tres capas de la piel: la epidermis, la dermis, la hipodermis, y expulsa las bacterias y los depósitos de grasa que tapan los poros. Al mismo tiempo la acción de los nutrientes naturales, los minerales, las vitaminas, los aminoácidos y las enzimas, estimulan la reproducción de nuevas células.

También es un importante regenerador celular, cicatrizante, tonificador, y tiene alta penetración en la piel. Cuando se usa con regularidad, evita las arrugas prematuras y retarda las propias de la edad. Reduce la medida de los poros abiertos, y se puede usar bajo el maquillaje.

Como el Aloe es astringente, se ha de combinar su uso con una crema hidratante, preferentemente que lleve Aloe entre sus componentes.

Es un excelente filtro solar de rayos ultravioletas y elimina las manchas causadas por el sol, si se usa por un periodo largo de tiempo.

El aloe, utilizado después del afeitado, da buenos resultados, ya que en pocos instantes regenera muchas de las células rotas al paso de la cuchilla de afeitar. Así usando una loción después del afeitado, dará una sensación de gran alivio. Igualmente, en este sentido, es muy eficaz utilizado después de la depilación: evita erupciones, granitos y rojeces, cerrando rápidamente los poros dilatados.

También es muy efectivo en la prevención o eliminación de pequeñas estrías.

Es importante, la hidratación de la piel con aceite o crema después que el aloe haya penetrado en la piel.

Cuidado de las uñas:

Mezclar un poco de gel de aloe y una crema de manos hidratante ( puede servir la pulpa de aguacate) Se puede aplicar una vez al día.

Cuidado del Cuero Cabelludo y Cabello

El jugo del Aloe Vera, se puede utilizar como champú, fijador y acondicionador, con notables resultados tanto para el cabello, como para el cuero cabelludo. Cogiendo un trozo de hoja, se le sacan los bordes espinosos, y lo cortamos por la mitad. Nos lo pasaremos, bien por toda la cabeza. Este, una vez seco, lo podemos dejar un rato, o bien toda la noche. Al día siguiente, lo aclaramos con agua, y el Aloe dará brillo, fuerza y protección a los cabellos.

Las enfermedades del cuero cabelludo, la grasa y la caspa, se tratan directamente, con jugo de Aloe.

Higiene Bucal

Dentífrico: El jugo de la planta posee un valor tonificante y astringente, resultando muy útil en casos de gengintivitis, aftas u otras afecciones de la boca ( enjuagues con el zumo de la planta diluido al 50 % en agua )

Chupando un trozo de pulpa de Aloe Vera con constancia, es un buen remedio para los dientes que sangran y que estén hinchados. Aligera el dolor de muelas y rebaja los flemones. También es preventivo de las caries y protege de los elementos agresivos que desgastan, a lo largo del tiempo, el esmalte de los dientes.

El afta, es una inflamación que afecta a las membranas de la boca, especialmente en los niños y en jóvenes; es tan doloroso que interfiere en la alimentación. Se recomienda que después de tener la pulpa de Aloe en la boca, se mastique y que se lo traguen, para que beneficie el paladar, el esófago y el estómago. Se ha de hacer más de una vez al día.

Precauciones sobre el uso del Aloe Vera

  • Consumida en exceso, puede causar una congestión del bajo vientre o aumentar la intensidad de la hemorragia menstrual.
  • Ocasiona una notable pérdida de potasio a nivel intestinal por lo que los enfermos cardíacos o renales deberán utilizarlo con precaución.
  • No se recomienda su uso ni durante el embarazo, ni durante la lactancia (puede provocar diarrea al niño lactante), ni durante las menstruaciones.
  • No deben ingerirlo niños menores de 6 años.

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