Anorexia y Bulimia. Buscando la perfección

Publicado: 18/09/2008 - Actualizado: 07/10/2018

La belleza es la búsqueda más profunda de todo hombre y mujer: cuando buscamos ser inteligentes, reconocidos, geniales, hábiles y creativos, incluso cuando se busca dinero o trabajo, y hasta cuando se busca venganza, lo que se busca en el fondo es ser bello. Alguien podría objetar inmediatamente al respecto y decir indignado: ¡como un ladrón o un maleante podría buscar belleza! Y cuando alguien dice algo así, lo que está diciendo en realidad es que su concepto de belleza es un patrón que debe de cumplir y ajustarse a algo que el o ella consideran “perfectos”, cuando la belleza es, para resumirla en pocas palabras, la sencilla expresión de todo ser vivo.

Sin embargo, si existe la perfección, y si hay en cada ser humano una secreta búsqueda a una realización superior. Sin embargo no es la búsqueda de lo perfecto el problema, sino el mal entendimiento que se le ha dado a esta búsqueda. Este mal entendimiento es lo que ha llevado a muchos hombres y mujeres a sentirse culpables, a criticarse y juzgarse severamente, a actuar de formas reprobatorias, exigentes y hasta crueles para consigo mismo y los demás, rechazando o rechazándose uno mismo cuando no se logra la tan anhelada perfección.

¿Qué es la anorexia y la bulimia?

Son alteraciones de la percepción de la propia imagen, en donde la persona tiene un temor morboso a ser obeso, motivo por el cual condiciona toda su conducta hacía actitudes insanas.

¿Porqué surge la anorexia?

Si prendemos la tele, si vemos las revistas, si escuchamos la radio o vemos los anuncios por la calle, por todos lados se bombardea un estereotipo de belleza: ser esbelto, tener esto y aquello: ser “ideal”. Por otra parte, los comentarios que se hacen respecto a no tener estas “marcas de olimpiada” hacen de la publicidad un cruel bombardeo de información innecesaria, la cual, en el fondo, sólo busca la ya sabida manipulación: “te hago sentir que necesitas algo para que yo pueda venderte lo que necesitas”.

El problema es que estos mensajes si llegan a ser absorbidos por las mentes más tiernas, las de las jovencitas, las cuales están en un momento dónde lo que más quieren es ser queridas y aceptadas, y, aquellas que no gozan de tener a alguien cerca que las guíe con amor y conocimiento, caen en el terrible juego de la publicidad y, a medida que se sienten rechazadas y “feas” buscan con más afán cumplir con el estándar social para ser aceptadas. Por la calle, incluso podemos ver como la misma gente es cruel, y mira con malos ojos o burlas a las muchachas obesas o con un cuerpo no atractivo: comentarios y miradas que solo reflejan la baja autoestima y desaprobación que ellas mismas tienen para si mismas. Su refugio, entonces, es hacer todo lo posible para guardarse en una envoltura perfecta, para que alguien las quiera y las mire “con buenos ojos”

El extremo patológico

No está mal ni bien el querer verse linda y esbelta, pues esta es una muestra de aprecio por una misma. El punto está cuando este objetivo se convierte en obsesivo y, por ende, patológico.

Síntomas de anorexia

Los síntomas para detectar la posible anorexia (antes de su aparición) son:

  • Miedo intenso a aumentar de peso o engordar.
  • Equivocada valoración sobre la figura y el peso corporal de uno mismo.
  • Un inmerecido rechazo a “como luce uno”
  • Negación de la seriedad sobre el peso actual.
  • Extrema sensibilidad a la crítica.
  • Preocupación inhabitual por los cambios en la rutina; poca flexibilidad y adaptabilidad.
  • Tendencia a ser perfeccionista.
  • Comunicación cerrada
  • Tendencia a la excesiva corrección y educación para su edad. Puede estar tenso o muy animado.
  • Preocupación inhabitual por su aspecto físico, excesivo aseo, "ni un pelo fuera de lugar".
  • Preocupación inhabitual para su edad en los resultados escolares; cree que los resultados nunca son lo bastante buenos.
  • Comportamiento muy controlado, capaz de ocultar sus sentimientos
  • Abandono de amigos y actividades; inmersión poco habitual en una actividad específica excluyendo otras.
  • Amenorrea
  • Comportamientos inusuales o compulsivos, especialmente los relacionados con la comida.
  • Cambios de temperamento.

Síntomas cuando la anorexia ya se presentó

  • Usos de vomito inducido, mal uso de laxantes, diuréticos o enemas.
  • Comer por compulsión y eliminación por medio del vómito inducido.
  • Un cuerpo excesivamente delgado.
  • Desnutrición severa
  • Crisis nerviosas
  • Trastornos alimenticios severos.

Secuelas de la anorexia

  • Cardiovasculares: arritmias, bradicardia, disminución del tamaño cardiaco: corazón "en gota", prolapso de válvula mitral: según el grado de severidad, es una de las causas principales de muerte súbita, junto con las arritmias producidas por otros mecanismos, cierto grado de insuficiencia cardiaca, ipotensión
  • Secuelas endocrinológicas: ovarios poliquísticos: esterilidad, acné severo, incremento del vello, alopecia androgenización.
  • Sistema óseo: osteoporosis, disminución de la densidad ósea, tendencia a las fracturas.
  • Déficit de hormonas tiroideas: con la consecuente disminución del metabolismo basal.
  • Trastorno en la regulación de la producción de insulina: curvas anormales de tolerancia a la glucosa.
  • Secuelas dermatológicas: alopecia (caída del cabello), miniaturización de los folículos pilosos, cabello fino, ralo y quebradizo, acné tardío, piel pálida-amarillenta y seca: con tendencia a la ruptura de vasos capilares (várices).
  • Secuelas digestivas de la anorexia nerviosa: síndrome de mal absorción por "intestino liso": hay una gran disminución en la superficie absortiva intestinal lo que conlleva fundamentalmente a déficit minerales (hierro, calcio, magnesio y zinc) y polivitamínicos, alteraciones en el ritmo evacuatorio: diarrea, constipación, reflujo gastroesofágico: debido a la alteración permanente del esfínter esofágico inferior provocado por los reiterados vómitos inducidos, úlcera gastroduodenal: gastritis crónica.
  • Hematológicas: déficit de leucocitos (glóbulos blancos): lo que determina mayor propensión a las infecciones. Muchos pacientes presentan alteraciones inmunológicas similares a las del SIDA, anemia difícil de revertir, crónica.
  • Trastornos en la coagulación sanguínea: déficit de plaquetas.
  • Secuelas nerviosas: anomalías electroencefalográficas, atrofia de determinadas áreas cerebrales, a expensas de dilatación ventricular, afortunadamente suele ser reversible con la recuperación nutricional, psicosis.
  • Secuelas psiquiátricas: depresión endógena, neurosis-Psicosis maniaco depresiva, en algunos estudios se ha demostrado una disminución de materia gris en el cerebro y un aumento del volumen de liquido cefalorraquídeo. No obstante, se ha comprobado que cuando se normaliza el peso de los pacientes no ocurre lo mismo con la materia gris y la alteración perdura a lo largo del tiempo.

Prevenir bulimia y anorexia

La educación emocional es una grandiosa ayuda para los jóvenes y jovencitas en las escuelas: informarles lo que estas enfermedades son y las causas que la provocan, haciendo énfasis en los medios publicitarios.

¿Qué hacer cuando ya se detectó?

  • Primero, evitar hacer sentir culpable o rechazar al afectado.
  • Consultar con un especialista para que hable de forma amistosa con el paciente, informándole  acerca de los diversos tipos de cuerpos y pesos y guiándole para que este comprenda y confíe más en si mismo, ayudándole a su autoestima.
  • Promover en la escuela la información de lo importante que es la grasa en el cuerpo para que este realice funciones vitales.
  • Informar acerca del peligro de las dietas incontroladas, evitando asustar a los estudiantes. 
  • Mostrarles mediante actividades, como la cultura socialmente aceptada promueve modelos anoréxicos, y prevenir informando acerca de la pérdida de salud a cambio de la belleza estreotipada.
  • Buscar actividades que promuevan la confianza y la aceptación en si mismo, como platicas especializadas, de modo que la persona puede comenzar a no engancharse con las críticas o la presión de la sociedad.

Hay que recordar en todo caso, tratar a todo momento de enviar a los jovencitos mensajes de aceptación y confianza, hacerles entender de algún modo que buscar la perfección y la belleza no está en la complacencia de los estrictos criterios ajenos, sino en el entendimiento de uno, en la comprensión de nuestros sueños y anhelos personales, en la búsqueda de nuestra profunda realización a través de un camino en dónde se intente siempre el respeto, aceptación y amor por uno mismo: esa es la verdadera realización, y es el trabajo más arduo de todo maestro: hacerle entender a su alumno lo valioso que es por ser lo que es y por todo lo que puede ser. 

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin