Aromaterapia: Curación a través del olfato
Desde el origen de la humanidad, el olfato ha sido necesario para nuestra supervivencia. Aprendimos a olfatear a nuestros enemigos, los peligros como el humo, y lo desconocido.
Pero el olfato también jugaba otro papel importante, que era olfatear nuestros alimentos, y descubrir cuáles eran comestibles, o cuales sufrían algún grado de descomposición.
La reproducción tenía también un gran componente olfativo, el aroma cumplía como un atractivo y estimulante de la persona deseada.
Nuestro olfato también nos ayudaba a reconocer algunas propiedades curativas de las plantas. Siendo capaces de identificar sus aceites en éstas y a través de la experiencia y la intuición.
El sentido del olfato, también es la puerta a dos grandes herramientas para la salud:
- Puede provocar reacciones físicas: Ej. Cuando olfateamos alimento, nuestro estómago, inicia con la producción de ácido.
- Puede desatar emociones: Los aromas son capaces de producción relajación, nostalgia, alegría, etcétera.
Aromaterapia
Se trata de emplear aromas esenciales de las plantas, para conseguir la curación y bienestar personal. Los aceites, se pueden añadir a cremas, aceites para masajes, velas, lociones, así como su aplicación en el baño de inmersión o bien por medio de lámparas aromatizadoras.
Utilización de los aceites esenciales
Los aceites esenciales son sustancias líquidas altamente concentradas, que se extraen de las plantas por medio de la destilación y contienen muchas moléculas químicas naturales. Se pueden aplicar de las siguientes formas:
Lámpara: Podemos llenar una vasija con agua pura, y añadir 9 gotas entre todos los aceites de su elección, y encendemos la vela.
Baño de inmersión: Llena tu bañera con la cantidad de agua necesaria para sumergir tu cuerpo, procura que el agua esté de tibia a caliente. Añade de 9 a 15 gotas de los aceites esenciales que hayas seleccionado. Agita bien el agua, y sumérgete en la bañera por alrededor de 15 a 20 minutos. Al salir procura no frotar el cuerpo con la toalla.
Cremas o champú: Agrega 15 gotas entre los aceites seleccionados por cada 30 gramos del producto que desees aromatizar. Mezcla bien y puedes aplicar.
Propiedades curativas de los aceites esenciales
Cada una de las esencias tiene diferentes aplicaciones en la salud, las siguientes son las más comunes:
Albahaca: Sirve para calmar la fatiga mental y los nervios, así como para el dolor de cabeza.
Bergamota: Es útil para combatir el estrés, y para el acné.
Canela: Estimula la acción. Combate la inercia emocional así como la gripe y el resfriado.
Cedro: Se recomienda para la falta de concentración, contra la caspa y la pérdida de cabello. Sirve como tónico respiratorio.
Ciprés: Armoniza las energías, es astringente, y ayuda a suavizar la respiración.
Enebro: Se trata de un desintoxicante emocional, ideal para periodos de cambio. También tiene propiedades diuréticas, y se emplea en la higiene corporal.
Eucalipto: Descongestivo, ideal para tratar padecimientos respiratorios, es purificador del ambiente.
Incienso: Aroma ideal para oración, fomenta la concentración. Es cicatrizante y bueno con pieles envejecidas.
Jazmín: Puede aplicarse para tratar los desórdenes psicosomáticos y además aumenta el interés sexual.
Limón: Es refrescante, útil para la limpieza energética. Astringente y antiséptico.
Manzanilla: Ésta esencia, se puede usar en caso de dolores, inflamaciones y congestión, Es suavizante emocional.
Menta: Es un regulador digestivo y respiratorio, ideal para la claridad mental.
Melisa: Actúa como tónico general, es suavizante cardiaco y filtro emocional.
Naranja: Se suele utilizar en casos de angustia, depresión o insomnio. Favorece la buena digestión.
Pachuli: Evocativo y afrodisiaco. Ayuda a combatir la retención de líquidos.
Rosa: Es útil para el sistema reproductor femenino y la apertura del corazón.
Romero: Brinda protección mental y orientación mental. Para el hígado resulta tonificante y depurador.
Ylan Ylang: Es suavizante y sensual, que ayuda para las contracturas, y nudos de tensión.