Bioenergética

Publicado: 18/03/2008 - Actualizado: 28/12/2017

La bioenergética, terapia creada por el estadounidense Alexander Lowen, es una de las terapias alternativas más integrales y profundas, en la que se expone que las enfermedades del ser humano son ocasionadas por una combinación de factores físicos y mentales en el individuo, de la cual resulta una determinada fuerza o energía vital que se expresa a su debido tiempo en la estructura corporal.

Esta terapia considera que los seres humanos no sólo son un cuerpo material sino dentro de el hay un sistema de energías sutiles que son manifestados a través de la energía de sus pensamientos, emociones y de su desarrollo espiritual. Cuando estas energías se alteran o entran en un periodo de desequilibrio o desarmonía, el cuerpo las manifestará o somatizara.

El cuerpo está en un constante movimiento de adaptación. Dentro del periodo de adaptación, ya sea a una nueva situación, a algún cambio drástico, a una nueva toma de consciencia, etcétera, el individuo entra en un periodo de tensión, y de readaptación. Para confrontar los cambios y las situaciones que se presentan día a día tenemos que la actitud y la forma en como vemos la vida es indispensable para esta adaptación.  Cuando la filosofía, nuestro sistema de creencias o nuestra apertura a nuevos conocimientos no es el más adecuado o flexible para adaptarnos a lo nuevo, cuando nuestra actitud nos causa constante resistencia, rechazo o irritación hacía la experiencia nueva, entonces el cuerpo comienza a somatizar dichas tensiones y resistencias, debido a que la energía vital del organismo se hace lenta, se estanca, circula deficientemente por los órganos y el cuerpo en general, causando lo que se llamaría un bloqueo energético. Este bloqueo energético comienza a manifestarse con alguna molestia o dolencia que ocurre por lo general en la parte del cuerpo más debilitada. Por ejemplo, si los ojos son los que están más cansados y agotados, el bloqueo se manifestará en esta zona, y entonces podemos comenzar a sentir los ojos irritados, con dolores o deficiencias. Si la tensión persiste y no se logra la adaptación, entonces el padecimiento puede agravarse, de modo que la irritación puede derivar en otros padecimientos más severos o crónicos, además de que el cuerpo comenzará a tomar “dicha actitud” de resistencia en su expresión corporal.

La bioenergética se enfoca en tratar al cuerpo y sus posturas, de manera que al curar al cuerpo se curará la mente. Cada cuerpo, bajo su muy original forma y proporción, suele presentar determinados rasgos que en bioenergética son detectados como bloqueos energéticos. Cuando hay severas tensiones durante la infancia, el cuerpo suele comenzar a acomodarse de acuerdo a dichas tensiones, resistencias, miedos, etcétera. Si estas emociones o tensiones se reprimen y son constantes, el cuerpo irá acomodándose bajo estás resistencias, como si el cuerpo fuese una memoria a los traumas, tensiones, miedos, rechazos, etcétera, acumulados en el cuerpo.

Por ejemplo, si somos atentos, podríamos observar estos rasgos en las personas: la espalda encorvada, unos hombros metidos, una cabeza sumida, una pelvis contraída, etcétera. Basta adoptar la forma que tienen determinados cuerpos para poder sentir un poco lo que el individuo está sintiendo dentro de su mismo cuerpo y la emoción, que podría ser hasta cierto punto secreta o inconsciente, que ha prevalecido en la actitud de este individuo. Por ejemplo, si ahora mismo alzamos los hombros y agachamos la cabeza quizá sintamos una emoción  de temor. Aquellos individuos que suelen tener la pelvis desfasada hacia adelante, como si les fueran a dar una nalgada y trataran de evitarla (como “meter la cola entre las patas”), puede remitir a un sentimiento de ser castigado constantemente, de huida, un sentimiento de miedo.
Prestar atención a como el cuerpo se ha acomodado nos puede dar grandes claves acerca de nuestra filosofía personal.

Una persona llena de fuerza y salud, según la bioenergética, es una persona saludable, es aquella que posee una fuerza vital que circula vigorosa y adecuadamente por el cuerpo. Cuando esta energía se altera, entonces está energía n puede ser repartida por el cuerpo, y la alteración es la consecuencia de diversos malestares como problemas cardiovasculares, digestivos, degenerativos, anímicos, nerviosos, anímicos, etcétera, los cuales están directa o indirectamente relacionadas con ese mal manejo de la tensión y la adaptabilidad, con hábitos inadecuados y auto destructivos sobre todo en la forma de pensar.

Algunos de los fundamentos de esta terapia son:

  1. Toda limitación corporal en el individuo o toda presencia de dolor constante en algunas regiones como la espalda, hombros, rodillas, etcétera, son resultado de una dificultad emocional cuyo conflicto no ha sido clarificado.
  2. La respiración puede verse limitada de forma gradual, ya sea por factores sociales y sucesos trascendentales en la vida del individuo. Al limitarse la respiración, se reduce el flujo energético y la vitalidad del cuerpo.
  3. La actitud de resistencia surge del individuo en su necesidad de adaptarse y sobrevivir a un medio social que puede resultarle agresivo, invasivo, doloroso, etcétera. Como si el cuerpo hiciera una especie de caparazón formando un bloqueo que podría ser la causa de afecciones en la salud física, mental y emocional.

Para hacer frente a las diversas situaciones que pueden afectar a un individuo, esta disciplina propone una terapia que actúa a nivel reflexivo y al desempeño físico del paciente. Por un lado lo pone a pensar acerca de las actitudes y pensamientos que lo han hecho enfermarse y por otro lado propone un desempeño físico para eliminar tensiones, rigidez, falta de expresión corporal y baja satisfacción por vivir, al tiempo de realizar una serie de ejercicios de respiración profunda para favorecer la descarga de tensiones y emociones reprimidas.

Por ejemplo, es casi imposible para una persona deprimida superar su problema sólo con tener pensamientos positivos, debido a que su nivel de energía es bajo y no tiene manera de sostener su esfuerzo; por ello, el especialista en terapia bioenergética procurará que su paciente, además de analizar su situación desde una perspectiva racional, incremente su fuerza a través de ejercicios de respiración profunda, de meditación u otras para favorecer la descarga de sentimientos.

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin