Cómo quitarte hábitos que no te gustan o quieres

Publicado: 19/03/2010 - Actualizado: 10/07/2017

Un hábito es una conducta que se repite con frecuencia, es la costumbre que tenemos de hacer, reaccionar, decir o pensar de determinadas formas las cosas. A decir verdad, no es que existan hábitos malos o buenos, en realidad, los hábitos son sólo pequeñas acciones que a la larga crean, causan o transforman las cosas, experiencias y/o realidades. Estas “pequeñas huellitas” que vamos dejando atrás cada vez que repetimos una misma conducta simplemente nos llevan a diferentes destinos, los cuales pueden resultar algo grato, disfrutable y admirable o algo que no nos guste o no sea ni disfrutable ni divertido ni admirable.

La vida está hecha de hábitos y cada persona tiene muchos de ellos, nuestra vida es el resultado de nuestros hábitos, muchos de ellos los realizamos de forma tan mecánica y tan deprisa que pasan exentos de nuestra vida, es decir, no somos conscientes de ellos, no los notamos, o estamos tan acostumbrados a ellos que simplemente los asumimos como parte de nuestra personalidad.

Dentro de la larga lista de hábitos, podemos mencionar muchos que realizamos cotidianamente y que asumimos como parte de nuestro carácter y estilo o personalidad. Algunos de estos hábitos de rutina son:

• Contestar de ciertas formas, comer de determinada manera, hablar con ciertos gestos y tonos de voz, caminar con ciertas posturas, lavarse los dientes de determinadas formas, cepillarse el cabello, untarse la crema, lavarse las manos, lavar los trastes, etc.

Existen otro tipo de hábitos que resaltan más en nuestras vidas y le dan un sazón mayor a nuestra personalidad. Estos hábitos son:

• Los hábitos alimenticios (la dieta que llevamos), la rutina del trabajo que escogemos, la manera de comunicarnos con otro ser humano, lo que hacemos con el tiempo libre, cómo usamos nuestro cuerpo, etc.

Dentro de este mundo enorme de hábitos y manías, también existen aquellos que se consideran inapropiados o poco gustosos, estos hábitos por lo general tienden a ser rechazados o no admitidos socialmente, por lo que algunos de ellos se suelen (o se intentan) esconder, o no se muestran tan fácilmente. Algunos de ellos, aunque no son tan bien vistos, son inevitables, se han arraigado en la personalidad y se muestran tal cual, lo que provoca, en muchas ocasiones, que las personas no se sientan muy cómodas consigo mismas, les crea inseguridad o se sienten avergonzadas cuando alguien les hace evidente o se burla del hábito que no se considera aceptado o apropiado. Este tipo de hábitos son:

• Chuparse el dedo, morderse las uñas, rechinar los dientes, jalarse los labios, fumar, tomar alcohol en exceso, comer determinados alimentos que no se consideran adecuados para la salud, comer en exceso, gritar expresando enojo, pararse con la espalda encorvada, comer haciendo ruido, etc.

Como se ha dicho, no es que un hábito en si este “mal” o “bien”, ni siquiera estos últimos, los cuales simplemente son las formas en que la personalidad se acomoda para resolver o reaccionar ante algo. Un hábito no debe de tratarse de quitar sólo porque se considera “malo”, este es un débil argumento para aquellas personas que desean modificar sus hábitos o aquellas que intentan ayudar a otros a modificar sus hábitos. Decir que “esta mal” no basta. Con este razonamiento lo único que se logra es oposición, rechazo o disgusto por la persona que lo va a intentar, porque un hábito, a final de cuentas, representa algo que para la personalidad si es importante.

Has de saber que es igualmente difícil quitarse un hábito que se considera inapropiado o nocivo, a cambiar de hábitos que no se consideran así (como cepillarse los dientes o lavar los trastes). Si alguien te dice que te quites “ese hábito” tu dile que aprenda a lavarse los dientes como tu le dices. Por lo general, la mente suele adecuarse a realizar ciertas cosas, y cuando la intentas cambiar de “ruta” esta se resiste o no quiere, y busca un montón de justificaciones para seguir realizándolas de la forma que ella cree más práctica y rápida.  Por eso es tan importante no perder de vista nuestros hábitos, porque muchos de ellos se vuelve tan mecánicos que el que se lava los dientes de un modo, por ejemplo, seguro y nunca pasa por un lugar en especial, lugar donde a futuro podría tener caries.    

El poder de la auto observación

Si deseas quitarte un hábito que no te gusta o consideras que no te llevara a algún lado donde te sientas admirado y satisfecho de ti mismo, entonces lo primero que tienes que hacer es observarte más despacio y con mucha curiosidad cuando realices ese hábito. Por ejemplo, si sueles morderte las uñas o prender un cigarrillo frecuentemente, entonces lo primero es que no rechaces la acción y, en cambio, la observes. Tienes que tomarte un momento y tratar de realizarla despacio, muy despacio: saborear tu hábito. Entonces, ve que es lo que sientes cuando realizas esa acción, observa como te ves realizándola, y trata de ver los pensamientos que te cruzan por la mente cada vez que lo haces, ve lo que haces de forma lenta y consciente. Obsérvate despacio, observa que te hace “sentir bien” o “mal” cuando lo haces, etc.

Observar tus hábitos es poderoso, y el primer paso para empezar a disolverlos. Al observarlos, están avanzando en suavizar la necesidad que te tiene atados a ellos. Ahora bien. Si sólo observas los hábitos pero no encuentras algo con que sustituirlos, entonces el trabajo no quedará terminado del todo, porque hay hábitos que requieren un poco más de fuerza que la mera observación, como el hábito de fumar, de comer dulces o beber alcohol, ya que este tipo de hábitos suelen crear fuertes dependencias. Asi pues, es necesario que luego de observarte con lentitud trates de hacer que tu mente “cambie de ruta” con algún otro hábito que sustituya al que intentas dejar, y procurar que esto que eliges sea algo que disfrutes y te guste..

Así pues, el segundo paso para acelerar y transformar un hábito, es encontrar cualquier otra cosa que hacer que tu elijas y disfrutes o te lleve a mejor "destino". En lugar de repetir el hábito, di: cada vez que me observe haciendo esto, voy a escribir algo en una hoja de papel, o voy a tomar medio vaso de agua de frutas, o voy a comprarme un regalo, etc. Luego entonces, detienes el hábito que no quieres y lo sustituyes por otro que tu escojas. Por ejemplo: si sueles rechinar los dientes en determinados momentos, toma un  vaso de agua después de que hayas observado el hábito o escribe en una hoja de papel lo que sientes en ese momento. Escribir es una excelente forma de observar lo que sientes.

Esta es una forma maravillosa de aprovechar tus “hábitos” para fortalecer tu mente y empezar a educarla a que se dirija hacia donde tu le dices y no hacia donde ella quiere. Si practicas esto con voluntad, verás que poco a poco te sentirás más seguro, y cada vez necesitarás menos el hábito que tenías, un día simplemente te sorprenderás que ya no lo tendrás, y tu mente se habrá vuelto más ágil y creativa, y podrás utilizarla con mayor eficacia y coluntad. 

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin

     

5 Responder a “Cómo quitarte hábitos que no te gustan o quieres”
  • Juan Pablo dice:

    El artículo es muy interesante, ya que nos hace “volcarnos” hacia nosotros mismos para reconocer lo que hacemos a diario inconscientemente.

    Pues bien, con respecto al Habito de FUMAR, quisiera agregar algunos trucos naturales que te pueden ayudar, en esa difícil -pero no imposible- tarea de dejarlo!

    Algunas de las hierbas que ayudan a dejar el apego a la nicotina:

    AVENA SATIVA es un excelente restaurativo y nutritivo tónico del nervio, que también se sabe balancea niveles del colesterol y previene el insomnio, la depresión y la ansiedad. Avena sativa ha sido utilizada por los curadores en la India por siglos para tratar el apego del opio. Los estudios recientes han sugerido que es eficaz en la reducción de anhelar la nicotina, posiblemente balanceando niveles de los productos químicos del cerebro (e.g. acetylcholine) implicados en el apego.

    GARCINIA CAMBOGIA ha sido utilizado por siglos en la medicina Ayurvedica, este miembro de la familia de la fruta cítrica es bien sabido como supresor natural del apetito y su ingrediente activo, ácido de Hydrocitric (H.C.A) se ha demostrado clínicamente a ayudar para quemar la grasa y el control de los altos niveles de trigliceridos en el cuerpo. Garcinia cambogia se incluye en remedios naturales para dejar de fumar para prevenir los deseos de azúcar y comer asociados a menudo al retiro de la nicotina y para evitar la desmotivación causada por el aumento de peso durante este período difícil del retiro.

  • jennifer dice:

    Deseo dejar de fumar, ya está bueno. No quiero seguir fumando.

  • salud natural dice:

    También ayuda para dejar hábitos tener una dieta muy sana, libre de azucares y panadería refinada, estos productos sólo alteran el sistema nervioso y lo ponen a uno ansioso, desesperado y depresivo. Una dieta rica en vegetales frescos, semillas y alimentos bien combinados sin duda ayudará a dejar hábitos tan nocivos como fumar!

  • laura dice:

    ¿Habrá fumadores que sepan que el humo del cigarro contiene 4000 sustancias químicas sumamente dañinas?

    No tenemos espacio para mencionar las 4000 sustancias y sus efectos dañinos. Pero aquí te presentamos algunas de ellas. Si eres un fumador o si conoces a alguien que fume, es importante que te hagas o le hagas consciente a dicha persona de todo lo que tu, o su organismo, respira y absorbe mientras se fuma.

    Sustancias químicas en el humo de los cigarros:

    Acetona: es un quitaesmaltes, muy irritante en el organismo humano.
    Naftalina: es un veneno para polillas.
    Insecticidas: sustancias que se emplean para envenenar insectos.
    Amoniaco: es un fuerte limpiador de pisos y también sirve para limpiar el sarro de los baños.
    Etanol: es un irritante alcohol.
    Arsénico: un peligroso veneno.
    Tolueno: es un fuerte solvente industrial
    Butano: es un líquido usado en los encendedores.
    Formaldehido: es una sustancia que se usa para embalsamar cadáveres.
    Acido hidrociánico: veneno usado en la cámara de gas.
    Metales: el humo del cigarrillo contiene aluminio y plomo, fuerte contaminantes para el organismo.
    Metanol: es un combustible para cohetes.
    Monóxido de carbono: es el gas que emiten los vehículos encendidos.
    Cloruro de vinilio: este es un elemento que se usa para hacer PVC, la cual es una sustancia que se emplea para elaborar zapatos tenis y en las tuberías.
    Fenoles de óxido nítrico: fuerte desinfectante.
    Nitrobenceno: es un compuesto que se usa como aditivo de la gasolina.
    Y lo peor del asunto es que no es sólo tu cuerpo el que tiene que batallar para depurar todo esto y mucho más día a día, sino que el organismo de tus seres queridos está sufriendo también con la absorción de dichas sustancias.

    En especial el cuerpo de los niños se afecta notablemente pudiendo sufrir graves consecuencias como alergias, sistema inmunológico deficiente y problemas pulmonares. El tabaquismo es una adicción al tabaco, considerada una enfermedad crónica sistémica perteneciente al grupo de las adicciones. Si después de leer esto aún no te convences o sientes que no puedes, te sugerimos buscar más que parches anti-nicotina y otros productos, ayuda a nivel emocional.

  • SALLY dice:

    QUE MEJOR QUE UNO MISMO PARA COREGIR NUESTROS HÁBITOS QUE NO NOS GUSTAN. NO ES FÁCIL PERO TAMPOCO DIFICIL ES DE LUCHA CONSTANTE PARA SSENTIRNOS BIEN CON NOSOTROS MISMOS.