Como tomar las Vitaminas

Publicado: 11/11/2008 - Actualizado: 15/09/2018

Las vitaminas son sustancias orgánicas indispensables para la vida del ser humano, tienen composición variada y no las puede fabricar el cuerpo del ser humano (lo vegetales si producen sus propias vitaminas), por lo que es indispensable ingerirlas a diario y en cantidades adecuadas, lo cual es un factor importante a tomar en cuenta, ya que la carencia o exceso de vitaminas, ocasionadas por una dieta inadecuada o pobre nutricionalmente, o el abuso de complementos alimenticios, puede ocasionar enfermedades carenciales que van desde la anemia, debilidad, cansancio y fatiga, o el incorrecto o deficiente funcionamiento de órganos y sistemas, hasta aquellas que derivan de la vitaminosis.

¿Para qué sirven las vitaminas?

Las vitaminas pueden ser aportadas al organismo por medio de los alimentos. Son indispensables para el crecimiento, el correcto funcionamiento del organismo y para mantener su salud y equilibrio. Las vitaminas no intervienen en la formación de tejidos, ni aportan energía, sino que actúan como reguladoras de los complejos procesos metabólicos de las células del organismo. En algunos casos, el cuerpo puede sintetizar algunas vitaminas a partir de provitaminas o precursores, cómo ocurre, por ejemplo, con la vitamina A, la cual se forma a partir de carotenos, los que podemos encontrar en algunos alimentos anaranjados como la zanahoria, la papaya, el camote, etcétera.  

Consumirlas adecuadamente

En nuestros días es muy frecuente el tema de las vitaminas y ha ganado mucha fuerza en las dietas de todo tipo debido a su imprescindible función. En el mercado, ya existen muchos productos a los que se les adiciona vitaminas, hay cantidad de complementos nutricionales como pastillas, polvos, leches, cereales, etcétera, que prometen las mejores dosis de vitaminas. En algunas ocasiones, estos productos están bien justificados, sin embargo, en otras ocasiones las cantidades son excesivas, y habría que consultar un buen nutriólogo para que nos ayude a decidir si las cantidades de estos complementos son adecuadas o no tomando en cuenta nuestro desgaste físico de cada día y nuestro actual estado de salud y nutrición general.

El equilibrio, como en toda la naturaleza, siempre es la alternativa más sabia. Con un buen equilibrio se puede evitar la avitaminosis (cuando hay carencia total de una o varias vitaminas) la hipovitaminosis (carencia parcial de vitaminas) o la hipervitaminosis (exceso de una o varias vitaminas).

La dieta equilibrada

Con tanto producto en el mercado, mucho se olvida que una dieta balanceada, variada y con alimentos frescos y de calidad, puede proporcionar sin duda todos los nutrientes que necesitamos. Consumir 5 raciones de verduras y 5 de frutas frescas al día (o jugos de vegetales o frutales frescos), aunado a una buena selección de cereales, pastas, oleaginosas, y si acaso carne, es suficiente para que un ser humano promedio tenga una muy buena dosis de vitaminas. SI el alimento es orgánico, los efectos del alimento en el cuerpo son mucho más favorables. Sólo en algunos casos sería recomendable el uso de algún producto adicional para complementar la dieta, como, por ejemplo, en deportistas o aquellas personas que tienen desgaste físico adicional. Hay que evitar a toda costa la sustitución del alimento fresco y natural por los polvos, cápsulas o pastillas como base alimenticia, pues hay muchas personas que esperan que si comen cualquier cosa, como comida rápida o chatarra, pueden balancear la carencia nutricional del alimento con pastillas o complementos adicionales. Esto resulta en verdad terrible para el organismo.

Comer adecuadamente para aprovechar las vitaminas

Tanto el exceso de comida o mal uso de los complementos dietéticos, como la privación del alimento necesario para “guardar la línea” o “conservar la figura esbelta” son sumamente nocivos, y son las causas de muchas enfermedades y desequilibrios corporales. Hay que consumir diariamente alimentos variados y tener, a la hora de comida, un momento de calma, el cual sea disfrutable tanto al paladar como a todos los sentidos. De esta forma, el alimento aprovechará al máximo las propiedades nutricionales del alimento. Si a la hora de la comida uno se siente estresado, tenso, enfadado, deprimido, acelerado, etcétera, el alimento no podrá ser aprovechado en toda su totalidad, y además podríamos sentirnos indigestos al terminar.  

Grupos de vitaminas y su forma adecuada de consumo

Las vitaminas se dividen en dos grupos: hidrosolubles y liposolubles.

Hidrosolubles: se disuelven en agua, y en este grupo encontramos a la vitamina C y a las del complejo B. Se disuelven fácilmente en agua y en ella se pierden cuando se someten a cocción. Son sustancias consideradas de baja toxicidad, si se consumen en exceso se pueden eliminar fácilmente por la orina. El organismo casi no almacena estas vitaminas, por lo que deben de ingerirse casi diariamente.

Podemos encontrar algunas vitaminas del grupo B en los cereales, las leguminosas y el resto de las hortalizas, así como en las verduras, frutas ácidas y cítricas (vitamina C) en los huevos, leche y queso.

Liposolubles: se disuelven en la grasa, y qui encontramos a la vitamina A, E, D y K. Estas vitaminas son las más frecuentes a tener en exceso en el cuerpo, ya que al no poder disolverse en agua, son difíciles de eliminar. Las vitaminas liposolubles hay que ingerirlas con la grasa de ciertos alimentos. Si las tomas en forma de cápsulas o grágeas debes acompañarlas de grasa. No se deben tomar en ayunas, y hay que evitar su consumo excesivo ya que el exceso se almacena en el hígado y/o en el tejido graso, donde pueden alcanzar niveles tóxicos al cabo de un determinado tiempo. Si tienes dudas acerca de las pastillas o grageas que consumes, para evitar la peligrosa sobredosificación de vitaminas A y D, consulta un buen nutriólogo. En el pescado, los huevos la mantequilla yla leche podemos encontrar estas vitaminas.

Vitaminas para tu cuerpo

Se conocen a la fecha 13 vitaminas: cuatro son liposolubles y nueve hidrosolubles. Las provitaminas son aquellas sustancias que pueden convertirse en vitaminas dentro de nuestro organismo como la vitamina A que ya mencionamos. La provitamina D, presente en la piel, se convierte en vitamina D en presencia de la luz solar, así como la provitamina B5 que en la piel y el cabello se transforman en ácido pantoténico.

Por último, debes tomar en cuenta que algunas vitaminas  son sensibles al calor, la humedad, la luz, el oxígeno, es decir que se destruyen en presencia de estos elementos. Además, todos los procesos de transformación de los alimentos como la pasteurización, esterilización, deshidratación, ebullición, congelación, etc., restan en gran medida o nulifican la riqueza vitamínica del alimento. No sobre cocines los alimentos y cómelos lo más frescos posibles. El recalentado baja mucho la calidad de los alimentos, y la luz del sol oxida la vtamina c muy rápidamente.
 
Procura, cuando hagas recetas de ensaladas o cocteles de fruta, pelarlas, cortarlas y lavarlas justo antes de comerlas. Hay que evitar dejarlas mucho en remojo, ni calentarlas hasta que se deshagan, cocínalas al vapor y déjalas un poco “crujientes”.

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin