Cuida tu hígado

Publicado: 29/06/2011 - Actualizado: 09/10/2018

No necesitamos esperar a que el hígado se debilite o enferme para atenderlo. Aunque no lo creas, hay muchas personas con hígados enfermizos y débiles sin saberlo. Con algunos cuidados diarios podemos mantener en las mejores condiciones a este órgano, uno de los más importantes del cuerpo y del cual dependen un gran número de funciones del organismo.

El hígado es el segundo órgano más grande del cuerpo seguido de la piel, realiza aproximadamente 5ooo tareas, y entre una de las principales está la de filtrar alrededor de un litro de sangre por minuto (cuando esta saludable). Durante esta filtración, el hígado limpia la sangre de hormonas, drogas, medicamentos, sustancias químicas, gérmenes, toxinas, etc.

Además, el hígado se encarga de mantener en el organismo la proporción de glucosa, proteínas, grasas, colesterol, hormonas y vitaminas, ya que ayuda a utilizar los alimentos como nutrientes, aprovechando y reciclando el hierro, facilita la digestión al segregar más de un litro de bilis al día, participando en un adecuado y óptimo funcionamiento del sistema inmune.

Para cuidar el hígado, es necesario seguir ciertos hábitos tanto alimenticios como de vida, de manera que siempre se mantenga saludable y joven, y se eviten la larga lista de afecciones que derivan de él como la hepatitis, cirrosis, ojos amarillos, obesidad, etc.

Limpia tu hígado

Es recomendable que, una vez por mes, hagamos alguna dieta depurativa para que el hígado descanse, se fortalezca y recupere de posibles debilidades.

Para una dieta de purificación, sólo necesitas elegir dos o tres días donde no estés muy atareado o atareada, pues la tensión y la presión también afectan al hígado. Durante 2 o 3 días, dedícate a consumir solo una fruta y dos litros de agua pura nada más. Puedes elegir cualquiera de las siguientes frutas: uvas, naranjas, piña, papaya o manzanas. Se recomienda que sólo escojas una fruta y la misma fruta la consumas durante los dos o tres días. Se vale que comas toda la que quieras. Si eliges hacer la dieta durante tres días, en el tercer día suspende la fruta a la hora de la comida, y toma una sopa o caldo de verduras no muy cocidas y un poco de arroz integral. 

Esta dieta, además de poner de vacaciones a tu hígado, te ayudara a perder kilos de más y a reducir colesterol nocivo y bajar abdomen. Para el cuarto día, sigue con un plato de fruta en la mañana, (escoge otra de las indicadas), deja pasar veinte minutos después de haberla comido y entonces puedes empezar a introducir otros alimentos ligeros, como una taza de avena sin azúcar, (puedes agregar una cucharadita de miel), o un pedacito de pan integral tostado con aceite de oliva y tomate. Evita comer mucho y evitar los siguientes alimentos: harinas y azucares refinados, carnes rojas, fritos, embutidos, leche de vaca y derivados, alcohol (el alcohol es una de las sustancias que más deteriora el hígado), café y vinagre. No se debe comer mucho, recuerda incorporar lentamente y poco a poco los nuevos alimentos y has más comidas al día ligeras. 

Tes, alimentos y complementos para mantener saludable el hígado

Alimentos: todos los vegetales frescos, los jugos y las ensaladas, los cítricos y los alimentos antioxidantes. Las grasas de las leches vegetales son estupendas para el hígado, así como los cereales integrales. Los rábanos, la remolacha, la zanahoria, el ajo, el jugo de limón en ayunas y la alcachofa en ensaladas son estupendos alimentos para fortalecer y depurr el higado.

Fitoterapia:

El cardo mariano es uno de los mejores remedios para el hígado, puedes beneficarte de esta hierba en ensaladas (cruda y tierna) o en infusión.

La alcachofa, el diente de león y el boldo también son estupendos para limpiar el hígado y mantenerlo saludable.

Complementos:

La clorofila, la linaza, el jugo de sábila, las leches vegetales, el alga marina y la soja y derivadsos.

Otras recomendaciones y hábitos para la salud de tu hígado

Combinación de alimentos: es necesario que tomes en cuenta que al consumir las frutas o alimentos azucarados con otros alimentos, en tu cuerpo se produce alcohol y, aunque no tomes bebidas alcohólicas, es como si las consumieras. Esto sucede porque cuando los alimentos se combinan con el azúcar de las frutas o bebidas azucaradas,  se genera dentro del cuerpo una fermentación, es decir, los alimentos se descomponen más rápido dentro del cuerpo, creando muchas toxinas y alcoholes los cuales dañan el hígado. Así que debes procurar no combinar  frutas ni azucares con los alimentos, las frutas son muy nutritivas para el hígado, pero deberás comerlas solas, veinte minutos antes de cada comida y esperar una hora después de comer para consumirlas.

Si tienes sobrepeso, debes hacer lo posible por bajar los kilos de más, ya que la obesidad ataca severamente al hígado debido a que los depósitos de grasa pueden causar inflamación y heridas en tu hígado, provocando hígado graso y otros trastornos severos.

Ira no controlada y tensión: si haces muchos corajes o estas constantemente bajo tensión, lo mejor será que trates nuevas formas de solucionar tus emociones, ya que la ira, el enojo y la presión constante dañan severamente al hígado. Para esto, es necesario que practiques ejercicio para liberar tensiones y emociones que te provocan tensión. Además, procura leer libros que te den nuevos enfoques y formas de solucionar la vida de formas más placenteras y gozosas.

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin