¿Dolor de cuello, espalda, huesos, etc.? Prueba el masaje psico-corporal

Publicado: 27/10/2010 - Actualizado: 17/10/2018

La postura, el tono muscular, la textura y color de la piel y la vitalidad de los movimientos del cuerpo de una persona revelan de forma muy evidente su historia emocional, el carácter y sus sentimientos más profundos y arraigados. El cuerpo esta formado de estructuras emocionales. Esto sucede poco a poco, conforme vamos creciendo vamos definiendo nuestra estructura corporal de acuerdo al acomodo y defensas emocionales que tenemos de acuerdo a las diversas experiencias que vamos viviendo.

Las estructuras defensivas se encuentran en el cuerpo en forma de tensiones musculares las cuales se denominan bloqueos. Estos bloqueos son interesantes porque son cómo barreras o muros musculares que se formaron debido a la defensa o rechazo de diversas sensaciones o emociones, las cuales van acomodando al cuerpo de manera que este pueda funcionar de la mejor forma posible, podemos decir que son como un mecanismo de defensa ante las numerables amenazas que un individuo puede percibir en su entorno y desde edades muy tempranas. El bloqueo muscular impide no sólo que la emoción no pueda desplazarse o descargarse libre y espontáneamente, sino que el cuerpo pierde expresividad y naturalidad en sus movimientos, lo cual no da paso a un flujo armónico y saludable de todo el organismo. 

Los bloqueos se forman en el cuerpo debido a que la emoción, al ser juzgada por el individuo, consciente o inconscientemente queda controlada, no se le permite que salga a la superficie, se frena tensionando el músculo. Una emoción controlada o juzgada como “mala” o como inconveniente para su expresión quedará entonces, con el tiempo, cristalizada en el cuerpo físico, provocando a la larga el endurecimiento muscular o tensión crónica, lo que a la larga provoca no sólo que el músculo se agote, sino que el sistema de defensas y el sistema nervioso se desgasten notablemente, la constante autodefensa debilita y degenera órganos adyacentes y sistemas, provocando toda una serie de enfermedades.

Bloqueos y masaje psico-corporal

Por ejemplo: si a una muchacha no le gusta su trabajo y tiene que aguantar incluso a un director por el cual siente rechazo o enfado y al cual no puede expresarle su disconformidad, empezara a generar bloqueos musculares. El control del enojo, por ejemplo, tensara sobre todo los músculos ubicados en el área de defensa o ataque, que son los músculos del pecho, cuello, hombros y brazos. Si la chica no encuentra solución a sus emociones o no remedia lo del trabajo, entonces probablemente empiece a sentir mucha tensión en dichas áreas. Si la situación continua, los dolores musculares y el debilitamiento del sistema inmune, lo que la volverá propensa a enfermarse con más frecuencia.

Lo mismo pasa en los niños pequeños, cuando no pueden defenderse del padre o autoridades que ellos perciben los dañan o causan dolor, así que desde pequeños empezamos a formar bloqueos corporales, los cuales son mayores o menores a medida que el individuo se controle o se sienta amenazado o atrapado en sus emociones.

Los bebés son los únicos que pueden expresar de forma libre y espontánea sus emociones, ellos gritan lloran y se mueven según lo requieren y gustan, porque en los bebés aún no existe un editor interno que juzgue lo que sienten.

Ahora. Para que no se formen bloqueos uno no tiene que portarse como un “bebé” y gritar o llorar a pulmón abierto donde a uno le plazca. No. Un bloqueo deja de formarse cuando hay un entendimiento emocional y uno madura su energía emocional con entendimiento y comprensión.

Sin embargo, al principio est atarea puede ser ardua, pues en la mayoría de los adultos los bloqueos que se han formado son profundos, incluso el individuo no los nota porque se ha acostumbrado a ellos, su forma de vivir es con una armadura que ya no se siente, por lo que muchas veces el individuo puede funcionar en actividades normales e incluso sentirse “bien”, pero tener fuertes bloqueos en su cuerpo.

Estos bloqueos pueden detectarse de forma clara y evidente por un profesional que sepa leer la historia emocional de cuerpo. Alexander Lowen, en su libro Bioenergética, nos explica de forma detallada como pueden observarse estos bloqueos en una piel gruesa, por ejemplo, la cual puede mostrar cierta renuencia establecer contactos íntimos, o en una espalda encorvada cuando la persona siente que lleva mucha carga o en unos huesos rígidos (por ejemplo, artritis), cuando la persona tiene actitudes mentales inflexibles o autoritarias.

Para liberar estos bloqueos, además de una comprensión y entendimiento de la energía emocional, uno puede recurrir a un masaje psico-corporal, el cual se concentra en detectar dichos bloqueos ayudándole al individuo a descargar aquello que le impide un flujo eficiente de su energía, órganos y sistemas. Este tipo de masaje suele descargar a la persona de sentimientos arraigados y no conscientes y el ayudará a recuperar su bienestar tanto físico como mental.

El masaje consiste en hacer presiones suaves o intensas según se requiera, en puntos específicos del cuerpo donde se encuentra estancada la tensión o la defensa. Estos lugares se encuentra ubicados por lo general en puntos especificos en el cuerpo. Este masaje tiene muchos beneficios y brida a la persona innumerables beneficios en todo sentido, como sentirse mejor animicamente, ya que puede propiciar la liberación del llanto contenido, la expresión de frustraciones y sentimientos no hablados, etc., lo cual trae un desahogo tanto anímico como corporal, por lo que la persona se siente liberada y su cuerpo deja de estar sometido al control y tensión.  

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin