El baño, la hora perfecta para consentirte
A través de los siglos, muchas culturas se han inclinado por los baños para limpiar y purificar el cuerpo y el espíritu. El baño ritual, fue una parte importante en las culturas romana, griega, medio oriental y japonesa, y las personas solían bañarse antes de entrar a un templo o realizar actividades espirituales.
Los médicos de la antigüedad también hablaban de las propiedades curativas del baño, y muchos especialistas modernos están de acuerdo. Los baños calientes por ejemplo, inicialmente elevan la frecuencia cardiaca y la temperatura, así que para disipar el calor, respiramos y de ésta forma eliminamos las toxinas. Después de eso, tus vasos sanguíneos se dilatan y la circulación se acelera, ayudando al cuerpo a movilizar el ácido láctico acumulado en los músculos, disminuyendo así la presión sanguínea y reduciendo el dolor muscular.
Si bien el baño tiene como función principal la limpieza de nuestro cuerpo, podemos aprovechar éste momento para hacer mucho más por él que sólo la limpiarlo.
Seguramente después del trabajo, te sientes cansado, estresado, y en muchas ocasiones sin ánimo, el baño puede ser la excusa ideal para consentirte, ya que es ideal para relajarte y disfrutar. Tomar un baño tibio en la tina es realimente uno de los placeres más simples de la vida.
Si quieres hacer de tu baño una rutina de belleza y de relajación, te recomiendo que tomes en cuenta los siguientes detalles:
¿Cómo preparar un baño relajante en tu tina?
La temperatura recomendada del agua es tibia, ya que muy caliente, podría llegar a resecar tu piel, a menos que le añadieras un humectante extra.
Por ser relajante, se recomienda que lo aproveches por la noche, emplea extractos herbales, en lugar de los jabones comunes.
Si tienes el cabello largo, sujétalo y evita que se moje en el agua de la bañera. Recuerda que un baño en la tina no debe durar más de 15 a 20 minutos, para que sea relajante.
Para disfrutar
El baño puede ser toda una experiencia, aprovecha los productos que la naturaleza nos ofrece para enriquecerla.
Si quieres relajar los músculos utiliza aceites esenciales como el de lavanda, y productos a base de sales y algas marinas. Las sales de baño en forma de cristal, ayudan a perfumar y relajar tu cuerpo, son ideales para pieles grasas, pero si tu piel, tiende a ser seca, prefiere los aceites. Otra característica de las sales y las algas marinas es que ayudan desintoxicar y tonificar tu cuerpo.
El aceite de bergamota, es excelente si buscas revitalizarte. Mientras que la albahaca y la menta son muy útiles para aliviar la tensión.
Si quieres aprovechar la ocasión para humectar tu piel, añade un poco de aceite de cítricos, pero recuerda utiliza siempre los aceites con moderación, de lo contrario, limpiar la bañera puede resultarte una tarea difícil.
El sándalo gracias a su fragancia ha sido utilizado durante siglos para calmar y preparar la mente para la meditación.
Otros beneficios
Cuando te sumerges en la bañera, puede ser el momento perfecto para atender otras zonas de tu cuerpo, como el rostro. Aplica una mascarilla de barro ya que el calor de la bañera, puede hacer que sus componentes sean más efectivos, también puedes darle atención a tu cabello, aplicando una acondicionador en las raíces que enjuagarás después.
Se recomienda que al salir de la bañera, enjuagues tu cuerpo con agua templada y apliques cremas hidratantes en tu cuerpo apropiadas para ti.
Contraindicaciones
Si eres susceptible o tienes várices, los baños en la tina, no son del todo recomendables, por lo que se prefiere evitar, sin embargo, aun así te puedes consentir utilizando cremas de duchas y fragancias añadiéndolas en una esponja o estropajo para pasar por tu cuerpo y disfrutar de una ducha más relajante. Otro truco es cubrir o tapar el desagüe y colocar en un par de centímetros de agua las gotitas de aceite y fragancias, mientras te duchas con agua tibia para liberar su aroma.