El poder de la Medicina Energética
El ser humano sería una aglomeración de proteínas, carne y sangre sino estuviese animado por una fuerza vital que organiza y mantiene en funcionamiento armónico los componentes moleculares que le confieren una vida animada.
Esta fuerza vital es la que le da a todos los organismo vivos una dimensión espiritual, la cual en el hombre se refleja como un ser que respira y se mueve; que siente, piensa.
Esta fuerza vital, y parte escencial de la existencia humana, es algo que se debe tomar en cuenta para entender la naturaleza fundamental de la salud, la enfermedad y todos los aspectos relacionados con el crecimiento y la integración armónica del individuo.
¿Qué es la medicina energética?
Es la que considera todos los cuerpo del individuo para su sanación: desde su cuerpo físico, hasta su cuerpo mental y espiritual.
La medicina energética reconoce que no sólo somos un cuerpo de carne y hueso, sino que somos además seres mentales y espirituales, un conjunto de sistemas de energías en interacción constante. Esta medicina admite no sólo que la mente puede influir sobre los mecanismos que regulan la salud de la persona, sino que la salud misma está relacionada además con aspectos más profundos en dónde está implicada la consciencia del individuo.
Física y medicina
La física cuántica ya ha demostrado, en el plano de las partículas, que toda la materia es en realidad energía, y que en determinado punto de dicha energía, no existe nada. Lo anterior puede ser un tanto complejo de explicar en un espacio tan breve, sin embargo, resumiendo un poco lo anterior y para fines de este artículo, lo expuesto demuestra hasta cierto punto que el cuerpo es una energía en constante transformación dirigida por una voluntad que está autocreándolo a cada instante.
La medicina energética admite la enorme importancia que tienen la influencia de los pensamientos y la consciencia del ser humano sobre el cuerpo; reconoce que la mente es la principal conductora en el comportamiento del cuerpo y que la relación del individuo con la realidad que le rodea son factores realmente importantes a la hora de considerar la enfermedad.
De aquí que en una terapia de medicina vibracional se tomen en cuenta todos los aspectos del individuo para su completa sanación, como la forma en que piensa, lo que siente, y su actitud y filosofía ante determinadas circunstancias y experiencias de su vida. En medicina energética, erradicar una enfermedad significa llegar hasta la raíz que la provoca, y no sólo considerar la sintomatología del cuerpo y concentrarse en hacer desaparecer los síntomas para devolverle al cuerpo su equilibrio vital, pues cuando no se consideran todos los aspectos globales implicados en el individuo, es muy probable que como consecuencia la enfermedad no desaparezca, sino que muchas veces parece incluso fortalecerse o agravarse, y entonces quien padece la enfermedad necesite volverse dependiente a medicinas y tratamientos de por vida.
La ciencia y la nueva medicina
La medicina convencional, la farmacología y la cirugía han servido de gran ayuda a millones de personas que la han necesitado, además de que la ciencia médica, hay que reconocer, ha ayudado a erradicar muchos de los malestares y epidemias en todo el mundo.
Sin embargo, la ciencia se ha dedicado a atender con el lente pequeño de su microscopio los mecanismos micromoleculares que causan las enfermedades, dejando muchas veces de lado todos aquellos otros factores, como la mente y la consciencia del individuo, que influyen en los mecanismos que regulan el equilibrio del cuerpo.
Terapias alternativas
Muchas de las terapias naturales o medicina alternativa como el reiki, la bioenergética, la reflexología, etcétera, son alternativas que nos ayudan a encontrar o disolver las raíces profundas de la enfermedad partiendo del punto que la salud es el estado natural del individuo, pero es el ser humano quien ha creado una serie de desequilibrios y desajustes debido a la cultura superficial en que se vive, debido a su incapacidad por profundizar en si mismo y tomar una conciencia más plena de lo que en verdad es.
La salud es el estado natural de todo ser vivo: por más que uno tienda al desajuste o al desequilibrio, la naturaleza siempre tiende al equilibrio, a buscar la forma, la relación y el movimiento más armónico; el problema es que hay demasiada información innecesaria y una gran carencia de comprensión que provocan que el individuo rompa o se resista a su naturaleza espontánea. Si nos acercamos a la medicina energética, podemos ayudarnos en mucho no sólo a sentirnos mejor físicamente y a erradicar la enfermedad, cualquiera que sea, sino que nos ayudaremos a encontrar un sentido más profundo, gozoso y enriquecedor de la vida.