El secreto de la voluntad

Publicado: 16/09/2008 - Actualizado: 15/03/2014

Se dice que hay que tener voluntad para hacer dietas, para seguir una rutina de ejercicios, para hacer un trabajo y realizar las tareas día a día, a cambio de conseguir los resultados esperados. En uno de los tantos significados que se le atribuyen, encontramos que la  voluntad es la capacidad para llevar a cabo acciones contrarias a nuestras tendencias inmediatas en un momento dado; esta determinación parece ser fundamental para el desarrollo del ser humano, pues sin ella no se podrían conseguir ni los objetivos ni las cosas que realmente queremos o nos proponemos.

Sin embargo ¿Cuántas veces desistimos en el camino intentando lograr algo? ¿Qué tantas veces hemos logrado realmente llegar hasta dónde queremos? ¿Por qué a veces cuesta tanto seguir lo que nos proponemos?

Acerca de la voluntad

Hay muchas definiciones acerca de la voluntad, y grandes pensadores y filósofos de todos los tiempos han hablado de ella en sus obras más representativas. Arthur Schopenhauer dice: “la voluntad es la realidad subyaciente a todas las percepciones. Por otra parte, Didac Gonzalez dice que “la voluntad es el poder de elección de la conciencia; somos capaces de hacer lo que realmente deseamos". (este párrafo ha sido tomado de Wipidedia)

Sin embargo, la mayoría entendemos que la voluntad se refiere a hacer un esfuerzo constante que se mantiene enfocado en la realización de algún objetivo; se dice que uno tiene voluntad cuando consigue lo que se propone. Así pues, decimos: “Voy a bajar de peso”, o “voy a conseguir un trabajo estupendo” o “voy a escribir la mejor novela que se ha escrito antes” Y todos estos serían sin duda sueños efímeros e irrealizables si la mente (podemos decir que la mente es aquello que pensamos) no estuviese guiada por la fuerza conductora de la voluntad.

¿Porqué a veces cuesta tanto tener voluntad?

Ponernos metas podría ser cosa de todos los días si no nos encontráramos durante el proceso con una serie de obstáculos y problemas con los cuales tenemos que confrontarnos. Es aquí dónde en verdad parece ponerse en juego lo que nos hemos propuesto o lo que hemos soñamos. Y entonces el camino parece que se abre en dos: o vamos por lo que queremos y nos convertimos en hacedores de sueños, o damos marcha atrás y nos convertimos en soñadores irrealizables.

Tú recuerda alguna ocasión en dónde te propusiste algo y dónde te encontraste en ese momento de duda y pensaste: ¿Lo conseguiré? ¿no estaré esperando cosas demasiado lejanas? ¿y de dónde voy a sacar ahora el tiempo, dinero, etcétera, que necesito? ¿y si como tantito pastel? Total, nadie me ve.

A decir verdad, cuando nos encontramos frente a esta disyuntiva, nos estamos encontrando, digamos, con nuestros limites de resolución, y es aquí cuando nuestra creatividad, ingenio, inteligencia, paciencia y toda nuestra  virtuosa experiencia se pone en juego. Y es precisamente aquí dónde podemos flaquear, o seguir de una forma determinante, porque es aquí dónde realmente nos confrontamos con eso que se llama creer en uno mismo. ¿Por qué cuesta tanto a veces seguir? Porque estamos fortaleciendo la confianza en lo que somos.  

El momento determinante

Vencer un “obstáculo” no quiere decir hacer un esfuerzo ciego por realizar algo, ni tener que aguantarse o hacer un sacrificio extremo a cambio de obtener un resultado. Esto equivaldría a decir que uno se ha vuelto inflexible o duro de pensamiento y acción.

En realidad la voluntad no tiene que ver con ser inflexible ni duro, sino alguien de mente muy firme, y firme quiere decir que uno se puede mover de muchas formas y pensar de nuevas maneras, sin perder de vista lo que anhela. Ser firme significa tener una mente muy fuerte, porque en realidad, cuando te topas con un obstáculo, es como si te toparas con algo que te dice en secretito: “Vamos a ver que tanto quieres lo que dices que quieres” En este momento es cuando tu pudieras experimentar cosas que te parezcan muy poco obvias, muy difíciles, muy nuevas o distintas a lo común. Y es cuando puedes decir: “No, como crees, esto es un disparate” o “ no es posible que yo baje tanto peso” o “es imposible que esta terapia vaya a ayudarme” Y entonces la alternativa que aparece como medio para llevarte a dónde quieres, se vuelve algo que se deja pasar. 

El secreto de la voluntad

Se dice: mantén un pensamiento en tu mente y no lo sueltes hasta que lo veas realizarse. Esta es la máxima de los hombres que realmente destacan.  Así que si ya tienes en mente lo que quieres lograr, recuerda entonces ser muy flexible y atreverte a probar nuevas cosas, evita culparte, criticarte o castigarte (hablarte feo) si flaqueas de vez en cuando; acepta tus flaquezas como tus logros, pero no dejes de llevarte por la fuerza de lo que realmente quieres. 

Alguien sabio ha dicho: “La resolución es lo que denota la grandeza; no la débil resolución, ni las tibias determinaciones, sino la recia e infatigable voluntad… que enciende los ojos  y el cerebro con alarde de arrogancia frente a lo inasequible. La voluntad agiganta a los hombres” 

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin

     

2 Responder a “El secreto de la voluntad”
  • clarinda dice:

    Que cierto es todo esto, la voluntad en verdad hace que realicemos lo que queremos, lo que pasa es que a veces lo olvidamos o lo pasamos a segundo término y no somos constantes en creer que lo lograremos.

  • abigayll dice:

    El actuar humano esta orientado por todo aquello que aparece como la mejor opción, desde las actividades recreativas hasta el empeño por mejorar en el trabajo, sacar adelante a la familia o ser productivos y eficientes. La voluntad opera principalmente en dos sentidos:
    De manera espontánea, debido a la motivación y convencimiento de realizar ese algo, como salir a pasear con alguien, iniciar una afición o pasatiempo, organizar una reunión, asistir a un entrenamiento.
    De forma consciente, debido al esfuerzo u obligación a realizar determinadas cosas: terminar un informe a pesar del cansancio, estudiar una materia que no gusta o presenta dificultades, recoger las cosas que están fuera de su lugar, levantarse a pesar del sueño, etc. Todo esto representa un ejercicio de voluntad, porque se llega a la decisión de actuar contando con los inconvenientes.