Publicado: 22/12/2005 - Actualizado: 13/08/2019
Autor: Miriam Reyes
¿Quieres proteger tus dientes, al mismo tiempo que reduces tu peso y disminuyes de volumen? Bebe té. Además de ser la sgunda bebida que más se consume en el mundo, es uno de los pocos alimentos que son ricos en flúor.
Dice una leyenda que Bodhi-Danna, el fundador del Zen, no sólo oraba y ayunaba sino que luchaba cada noche por permanecer en vela, meditando. Pero una noche, que le venció el sueño, furioso por su debilidad, se arrancó los párpados y los arrojó al suelo y de aquel lugar brotaron más tarde unos arbustos desconocidos, que dieron lugar al árbol del té.
El té se obtiene a partir de las hojas secas del arbusto del mismo nombre. Los mejores tés proceden de las yemas terminales de los brotes llamada pekoe y de las dos hojas que las siguen. Por lo tanto, este término no indica una variedad de té, sino la parte de la planta de la que proviene. Previamente a su consumo, la hoja de té experimenta varios tratamientos y según el procedimiento utilizado se obtienen las diferentes variedades de té.
Contents
Estudio botánico del Té
El té es una de las plantas más conocidas del mundo, de hecho, su cultivo está ampliamente extendido por todas las zonas tropicales del planeta.
Descripción de la planta de Té
La parte de la planta empleada con fines terapéuticos son las hojas, pero dependiendo del procesamiento a que se sometan, se obtienen diferentes tés.
El té pertenece a la familia Teácea. Es un pequeño árbol perenne que puede llegar a medir 5-10 m de alto en estado salvaje, aunque cuando se cultiva no suele sobrepasar los 2 m de altura.
Sus lanceloladas y agudas hojas son de color verde oscuro, se disponen alternas y miden generalmente entre 5-10 cm de largo por 2-4 cm de ancho; una de las características que tienen estas hojas es que son dentadas en sus 2/3 partes superiores. La parte de la planta empleada con fines terapéuticos son las hojas.
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Tiene unas delicadas flores de color blanco crema o rosáceo, que desprenden un agradable aroma. Son pequeñas y se disponen de forma solitaria o en grupos de 2 o 3 flores.
Cada flor consta de 5 sépalos ovales y entre 6-9 pétalos. El fruto es una pequeña cápsula redondeada, en cuyo interior se localizan las semillas.
Origen geográfico
Aunque originario del sudeste asiático, desde India y Sri Lanka hasta China o Japón, el té crece de manera extensa en las regiones tropicales y subtropicales.
En las proximidades al ecuador terrestre, puede encontrarse hasta una altitud de casi 2.000 metros.
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Condiciones de cultivo y recolección
Para que el crecimiento del té sea óptimo, requiere suelos bien drenados, ricos en materia orgánica y con un pH ligeramente ácido. En cuanto a la temperatura, lo ideal es que oscile entre 14-27ºC (aunque es un árbol de hoja perenne, no tolera las heladas). Necesita sol y abundante agua.
Los pelos de la raíz son muy finos, por lo que es muy sensible a la falta de humedad, que puede hacer que la planta se seque. Cuando se encuentra en plena floración, necesita un riego más abundante. La recolección tiene lugar cuando la planta alcanza una edad de 3 años
Dependiendo del lugar de origen del té, las condiciones climáticas varían y ello es la razón de que existan diferentes variedades de té verde, cada una con unas peculiares características en cuanto al olor, sabor y color de la infusión preparada.
La recolección tiene lugar cuando la planta alcanza una edad de 3 años, y suele repetirse tres veces al año. Se escogen los brotes jóvenes que están formados por 5-6 hojas dispuestas alrededor de una yema terminal cerrada.
Estudio químico del Té
Las hojas de té contienen un 5-6% de agua y un 4-7% de sales minerales, especialmente ricas en potasio y manganeso. Otros compuestos minoritarios que también pueden encontrarse en el té son ácidos orgánicos como málico, succínico, oxálico y galoquínico; compuestos glucídicos como inositol, azúcares reductores, gomas y pectinas; e incluso un pequeño porcentaje de lípidos.
Entre los principios activos responsables de la actividad terapéutica del té verde destacamos su contenido en compuestos polifenólicos (3%), que son de tres tipos: flavonoides, catecoles y taninos.
Es importante señalar que los polifenoles disminuyen con la edad de la planta y con la época de recolección, para plantas de la misma edad, es menor en primavera y máximo en agosto-septiembre.
Entre los flavonoides, los más importantes son el kemferol, quercetol (quercitina) y miricetol. Los catecoles son más abundantes en la planta fresca y en té verde, que en el té negro, de entre todos ellos, los más activos son el catecol, epicatecol y sus ésteres con ácido gálico.
Por último, también contiene taninos catéquicos condensados (8-25%). También tiene una pequeña cantidad de aceite esencial (0.007-0.014% en las hojas frescas), que es mayor en el té negro porque se forma en el curso de la fermentación de las hojas.
Recordemos que el té verde sufre estabilización con vapor de agua y secado, mientras que el té negro, sí sufre fermentación y posterior secado. Este aceite esencial contiene hexenol, y pequeñas cantidades de aldehidos, butiraldehido e isobuteraldehido, así como de alcoholes fenólicos, geraniol, linalol y citral. Es importante señalar que los polifenoles disminuyen con la edad de la planta y con la época de recolección
Quizá, de todos los componentes del té, los alcaloides (2-4%) sean los más conocidos. Se trata de derivados de la purina, conocidos más comúnmente como 'bases xánticas', las más abundantes son la cafeína y la teofilina.
En la planta fresca, la cafeína se encuentra combinada con los ácidos orgánicos formando un compuesto conocido como 'tanoide'. Esta es la razón por la que el té negro tiene una acción más estimulante sobre el sistema nervioso, que el té verde, puesto que durante el proceso de fermentación se rompe este tanoide dejando libre la cafeína. Por último, no podemos olvidarnos de mencionar la presencia de vitaminas y enzimas.
Propiedades del Té
Guerra a los kilos de más: El té es una bebida perfecta para controlar el exceso de peso, no sólo porque no aporta calorías, sino porque proporciona saciedad, y según estudios recientes parece aumentar la producción de calor (termogénesis) haciendo que el individuo consuma más calorías.
Además, como también estimula al riñón, aumentando la eliminación de orina, es muy apropiado para combatir la retención de líquidos y reducir el volumen corporal.
Despierta tus sentidos: El té contiene tres sustancias alcaloides que son estimulantes, retrasan la fatiga y el sueño, y aumentan la capacidad de atención. Son la cafeína (presente también en el café y en los refrescos de cola), la teofilina (específica del té) y la teobromina (que también la contiene el chocolate).
En dosis moderadas estas sustancias actúan tonificando el ritmo cardíaco y el sistema nervioso, con lo que facilitan el trabajo intelectual. También estimulan la eliminación de orina (son diuréticos). Sin embargo, si se toman en grandes dosis, provocan irritabilidad, ansiedad, insomnio, etc., por lo que no es saludable abusar de su consumo.
Efectos sobre el tubo digestivo: El té también es rico en taninos, a los cuales debe su poder astringente antidiarréico, y por eso no deben consumirlo las personas con tendencia al estreñimiento.
Manantial de flúor: El té es una fuente privilegiada de flúor. Una taza contiene 0,3 mg, un tercio de nuestras necesidades diarias. Este mineral aumenta la estabilidad de huesos y dientes, al tiempo que refuerza la solidez de la sustancia dental y actúa sobre las bacterias que destruyen el diente, impidiendo su desarrollo, por lo que se utiliza para prevenir la caries dental.
¿Cómo hacer una infusión?
Es mucho mejor utilizar un té de hoja suelta y verterla en una tetera que contenga agua hirviendo. El contenido en cafeína y taninos depende del tiempo de infusión. En los primeros tres minutos las hojas liberan cafeína, y si se deja más tiempo, los taninos.
Una infusión prolongada modifica poco el contenido en cafeína, pero la riqueza en taninos, que son los que le dan al té el sabor fuerte y amargo, sí que puede variar. Para obtener un té más ligero lo mejor es añadirle agua caliente para disminuir la concentración de cafeína o reducir el tiempo de infusión.
Tipos de té
Los tipos principales de té (amarillo, blanco, verde, Oolong, negro, pu-erh y aromatizado) y las múltiples variedades existentes dentro de cada categoría, que suman más de 3000 distintas en todo el mundo, son el resultado de los diferentes métodos de elaboración de la misma planta de té.
– Té negro: Representa el 95% de la producción. Las hojas han sufrido una larga fermentación que les confiere su color y perfume característicos, y se secan al sol. Los más celebres son los tés negros de China, Ceilán y la India.
– Té verde: No ha sido fermentado. Después de la recolección las hojas se secan a vapor. Se consume preferentemente en los países musulmanes. Es muy aromático, rico en taninos y contiene menos cafeína que el negro, por lo que es el más aconsejable Éste se obtiene de la misma planta que el té negro, la Camelia sinensis, pero resulta de un proceso de elaboración diferente. La clave de sus propiedades reside en que se recogen las yemas, hojas jóvenes, pecíolos y tallos tiernos y se desecan para evitar la fermentación y consecuentemente la pérdida de valiosos principios activos. Sin embargo, no ha de pensarse que se trate de un proceso moderno, creado específicamente para conservar sus propiedades medicinales. Es sí una mejorada técnica tradicional a la que hoy la ciencia le reconoce la capacidad de preservar sustancias como beneficiosas para la salud como las catequinas.
– Te rojo o Pu-erh: El nombre del té rojo proviene de la prefectura de Pu-erh en el distrito de Simao, situado en el sur de Yunnan. En cantonés es denominado Bolei. Este té es en realidad un té verde que obtiene su carácter único por un proceso de maduración posterior, durante un proceso de almacenamiento de muchos años bajo condiciones controladas, unas cepas bacterianas específicas transforman el té originalmente verde en el té rojo Pu-erh.
El Pu-erh desarrolla un aroma terroso, casi de humo, que no se puede comparar con ninguna otra clase de té. Este ultimo tiempo se ha puesto muy de moda el consumo de esta variedad en occidente, debido a sus muchas propiedades medicinales, por lo que es mucho mas fácil encantarlo en los mercados o en tiendas homeopáticas.
– Té Oolang: Procede de Taiwan. Sufre una fermentación parcial. Sus hojas tienen un color verde grisáceo y su sabor es más intenso que el té verde pero más delicado que el té negro.
– Té Rooibos: Este Té Rojo, también conocido por el nombre de Rooibos, proviene una planta sudafricana ( Aspalathus linearis ). La planta se distingue por ser un arbusto “shrublike” su tallo es de corteza lisa, que se divide en varias ramas de igual tamaño, que a su vez tienen unas hojas delgadas, débiles, suaves y puntiagudas como agujas que miden aproximadamente 10mm de longitud que pueden crecer solas o en manojos. La planta puede llegar a crecer hasta 1.5 m. de altura aunque puede variar según el clima y las condiciones del suelo en donde se produce. ontiene más antioxidantes que el té verde y se dice que mejora el insomnio, las depresiones leves y también los dolores estomacales. Para obtener lo mejor de esta bebida, que no contiene cafeína, es dejar preparar la infusión por diez minutos o más.
Mezcla y aromatizados:
Es este aspecto el mundo es fascinante, vasto y no hay límites; así como con el tabaco, la posibilidad de mezclar se limita tan solo al gusto de cada uno.
Como acostumbramos mezclar algunos tabacos para fumar en nuestras pipas y fabricar nuestros propios tabacos aromatizados, así mismo con el té: unos pétalos de jazmín en el clásico té negro, hojas de limonero, anís, menta fresca con el té verde.
Generalmente para aromatizar un té se necesita un envase hermético, ganas de experimentar y tiempo.
Guardar en un frasco de vidrio un te baso que puede ser te verde o te negro junto con clavo de olor, canela, cáscara de limón o naranjas, pétalos de diversas flores, granos de anís o pequeñas lonjas de jengibre, frutas secadas al sol, granos de pimienta, etc., con el tiempo las mezclas se harán mas intensas y profundas, y al efecto del agua hirviendo desprenderán sus aceites esenciales que se mezclaran en la infusión, y liberarán los aromas que generando una sabrosa infusión.
Una aporte estético importante es que entre las hebras de té puedan distinguirse los elementos que se han agregado para saborizar, como pétalos enteros o los clavos de olor partidos a mitades.
Agregado a esto no hay que olvidar lo bello que se ve una cocina adornada con galerías de frascos con tes aromatizados de elaboración casera.
Todas las compañías de té crean sus propias mezclas para adaptarse a los distintos gustos y a las distintas horas del día. A pesar de que no existen normas estrictas respecto a los tés que deben incluir, algunas mezclas clásicas suelen contener ingredientes similares.
English Breakfast Tea: Selección de tés de hoja rota (broken) de las regiones productoras clásicas. Té fuerte, muy aromático con muchos golden tips.
Irish Breakfast Tea: Infusión con mucha fuerza, oscura, mezcla de los mejores tés de Asma y Sumatra
Té ruso (Samovar tea): Té muy famoso elaaborado siguiendo la fórmula rusa.
Té negro chino con un ligero toque ahumado.
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