Publicado: 27/05/2020 - Actualizado: 16/08/2020
Autor: Prof. Dr. Luis Ruiz-García
El cannabidiol (CBD) es un compuesto derivado del cannabis que se diferencia del THC, entre otras cosas, por no ser psicotrópico. Es decir, conserva los múltiples beneficios para la salud que aseguran sus promotores, sin alterar la percepción de la realidad ni generar dependencia. Precisamente esta característica hizo que, en 2018, la FDA pasara el Epidiolex, una fórmula casi pura de CBD, de la lista I a la lista V de medicamentos, los menos peligrosos (1).
Beneficios del CBD
Según investigaciones en los últimos años, el CBD tiene propiedades terapéuticas que pueden reemplazar productos de farmacia que generan efectos secundarios dañinos. Por ejemplo, alivia dolores crónicos en pacientes con cáncer (2). También combate la depresión, la ansiedad e incluso inflamaciones (3, 4, 5).
El gobierno de Estados Unidos financió estudios que concluyeron que el CBD es válido en terapias en enfermedades neurológicas como el mal de Parkinson, Alzheimer o epilepsia, entre otras (6, 7, 8). También para combatir la artritis, una enfermedad autoinmune. Los que sufren problemas del corazón también encontrarían un alivio en el uso de CBD, junto a las enfermedades neuropsiquiátricas, metabólicas como la obesidad y diabetes, y enfermedades de la piel.
Se cree que, incluso, el CBD potencia los efectos del THC en el combate contra el cáncer cerebral (9). Y si, como indican estos estudios, estimula el crecimiento de nuevas células en el cerebro, sería un elemento a tener en cuenta contra cualquier enfermedad degenerativa.
Aceite de CBD
Estudios preclínicos aseguran que el aceite de CBD equilibra el cuerpo al interactuar con el sistema endocannabinoide, como una suerte de director de orquesta. Su efecto -que dura varias horas- se produce alrededor de una hora después de consumido. La vía oral es la que provoca un efecto más duradero, mientras que con la sublingual lograremos un efecto más rápido pero más corto.
A la hora de comprar este aceite, es importante diferenciarlo del llamado «aceite de cannabis», que suele tener niveles altos de THC y, por lo tanto, es ilegal en muchos países. El aceite de CBD, en cambio, está aprobado en Estados Unidos y Europa siempre y cuando cumpla con estrictas regulaciones.
Cremas CBD
Sentirse bien suele estar relacionado con verse bien, y viceversa. Por eso, dentro de las terapias con CBD también están las cremas hidratantes, antiinflamatorias y antibacterianas. Es decir, podemos usar este compuesto directamente sobre la piel para combatir la soriasis y estimular células sanas con vitamina A. O combatir la dermatitis atópica. O incluso el acné.
Suplementos CBD
Los suplementos con CBD están pensados para aquellos que pasan mucho tiempo encerrados, sin gozar de los beneficios de una prudente exposición al sol. Precisamente, estos suplementos estimulan los receptores de melatonina y ayudan a bajar la ansiedad y, por lo tanto, a conciliar el sueño a la noche.
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Un campo nuevo
A pesar de que queda mucho por saber y por investigar sobre el CBD, su uso en la farmacología deja vislumbrar un panorama alentador para todos nosotros.
Revisado por: Dra. Loredana Lunadei el 16/08/2020
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