¿Falto de energía, enfermizo y con aspecto cansado y envejecido? Cura tu estrés
Los seres humanos han desarrollado distintos sistemas de supervivencia para poder adaptarse a las altas demandas de estos tiempos y mantener las apresuradas y competitivas actitudes que la sociedad moderna impone. El ser humano ha ido perdiendo con el tiempo los ritmos naturales que antes seguía de forma espontanea, fluida y gozosa, convirtiendo estos ritmos biológicos poco a poco en lo que ahora se conoce como estrés.
El estrés es una reacción del cuerpo que aparece como primera vez en forma de alarma ante un supuesto peligro, debiendo aclarar que el organismo no reconoce si nos enfrentamos a un león, al regaño del papá o a una crisis financiera o afectiva. El cuerpo reacciona ante la aparente agresión y se prepara para la acción, activando las glándulas endocrinas las cuales liberan hormonas que aumentan los latidos del corazón, la circulación sanguínea el ritmo respiratorio, etc.
En una segunda etapa, el estrés inicia un proceso de resistencia, donde el cuerpo tensa los músculos y algunos órganos o sentidos de defensa como los ojos, los cuales se llenan de sangre. También se reducen ciertas actividades corporales que no son tan necesarias en etapa de peligro (ya que reducen la toma de energía) como la digestión, etc.
Si el estrés permanece en el cuerpo por tiempo prolongado o de forma constante sobreviene una etapa tercera donde la misma tensión muscular va desgastando articulaciones, tejidos, músculos, huesos, etc., así como los ojos y otros sentidos, mientras que las actividades cardiovasculares se van agotando, la tensión sanguínea se desequilibra, las glándulas se agotan y en general el organismo entero se deteriora precozmente.
Las glándulas suprarrenales y el estrés
El estrés tiene una relación directa con las glándulas suprarrenales, las cuales dirigen la liberación de hormonas que ocasionan la ansiedad, la preocupación, el miedo y el estrés.
Las glándulas que activa el estres principalmente son: adrenalina, nora-drenalina y dopamina.
Estas hormonas afectan: el ritmo y la excitabilidad miocárdica, los niveles de glucemia, el pulso y frecuencia cardiaca, aumentan la temperatura corporal y la actividad muscular, afectan el metabolismo de proteínas y carbohidratos, etc.
Todas estas reacciones que provocan las hormonas son importantes en dosis adecuadas para el organismo, pero dañinas y hasta letales en altas dosis.
El estrés, en la medicina tradicional china, afecta la base de la vida y la salud, la cual se define como el equilibrio entre el Yin y Yang, energías que circulan por el cuerpo y que son fundamentales para la salud, tanto física como espiritual. Cuando se rompe este equilibrio y se produce ya sea un exceso o deficiencia de estas energías, hay decadencia y empieza la enfermedad.
Hay algunos factores que pueden afectar el buen equilibrio del Ying y Yan. Algunos factores externos son el frio, el calor, el viento, etc., mientras que algunos factores internos son las emociones como el miedo, la tristeza, la ira, la alegría, etc.
El estrés, el miedo y la preocupación en exceso o al aparecer de forma fuerte, constante y permanente, perturban órganos internos y afectan los mecanismos del QI haciendo que pierdan la normalidad en el ascenso y descenso de energía corporal, por lo que se consideran cuando no se saben regular como emociones raíces de un gran número de enfermedades, del envejecimiento prematuro, de la disminución de la voluntad y la inteligencia, asi como de estados depresivos, apáticos, carácter con falta de energía, agotamiento constante, mal humor, etc.
¿Cómo curar el estrés?
Si padeces alguno de estos síntomas puedes estar sufriendo de estrés, el cual puede curarse de formas sencillas. Aquí te damos 4 recomendaciones básicas para que puedas erradicar esta enfermedad de tu vida.
Cuatro recomendaciones para curar el estrés:
- Evita las actitudes competitivas que te impones ya sean tu o los demás, estar constantemente compitiendo provoca todo lo que ya has leído. No es necesario dejar de hacer las cosas que haces, puedes hacer las mismas cosas que haces pero con una actitud distinta, quita de tu mente ideas enajenantes que pueden perseguirte de forma silenciosa durante tus actividades como que no te querrán o aceptaran si te equivocas o si no eres “perfecta”. La lucha de no ser “algo ideal” o destacable puede en verdad desgastarte y hacer que envejezcas prematuramente.
- Date tiempos para comer, descansar y ver el techo. No necesitas estar constantemente haciendo cosas, no te dejes perseguir por la idea de que si descansas o te sientas a simplemente no hacer nada, serás un flojo o muy poco productivo. Las empresas más destacadas en el área de la creatividad dan a sus empleados tiempos de descanso donde no hacen nada sino simplemente pensar e idear nuevas cosas.
- Aprende a conocerte más y a desarrollar tu confianza, si no confías en ti y en el proceso de la vida, siempre estarás preocupado, temiendo que no suceda lo que quieres y que sucedan quizá cosas que no quieres. El miedo y la preocupación pueden erradicarse de tu vida si cada día cultivas las habilidades y potenciales que hay dentro de ti, y si aprendes a disciplinar tus pensamientos, sustituyendo los que no te gustan por aquellos que si te gustan. Si constantemente rechazas los pensamientos “negativos” o los que no te gustan, siempre estarán estos al acecho. Lo mejor es sustituirlos. Sustituye pensamientos que si deseas por los que no deseas, disciplina tu mente y poco a poco los pensamientos que no te gustan se irán.
- Evita en tu dieta productos chatarra, procesados y refinados que solo desmineralizan y dañan el sistema nervioso, sobre todo el azúcar y el harina blanca (aunque este adicionada). Muchas de las depresiones, el estrés y las ansiedades se deben a que le sistema nervioso esta desnutrido y mal oxigenado, por lo que la circulación es importante, así que haz ejercicio para que tanto nutrientes como oxigeno estén circulando de forma favorable en tu vida.