Publicado: 30/01/2009 - Actualizado: 03/04/2019
Autor: Miriam Reyes
La flatulencia también se conoce con el nombre de meteorismo, aerofagia, sensacion de plenitud abdominal y gases abdominales. Es debida a la presencia de aire o de gases en el intestino que puede o no expulsarse a través del ano, o bien en ocasiones se expulsa por la boca en forma de eructos.
El exceso de gases que se acumula en el intestino y que además de provocar una distensión abdominal (hinchazón del abdomen), causa espasmos intestinales.
El gas acumulado en el intestino procede de dos vías distintas; en parte, del aire que se ingiere al tragar los alimentos, pero este gas también puede ser el producto de la fermentación que llevan a cabo las bacterias de la flora intestinal. Si estos gases se producen de forma excesiva o se retienen pueden producir dolores abdominales, a veces intensos, en general de forma aguda (cólicos) pero en otras ocasiones persistente y leve ( pesadez de estomago).
A pesar de ser un síntoma muy molesto no suele ser debido a enfermedades importantes. También puede ocurrir que sin ninguna alteración de la cantidad de gases se pueda producir el dolor abdominal por el aumento de la sensibilidad de la mucosa intestinal a unos gases normales, como ocurre en ciertas enfermedades intestinales.
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Como evitar que se produzcan los gases
Entre las causas más frecuentes de aumento de gases están:
- El comer con rapidez y por ello tragar aire (aerofagia).
- Comer con exceso alimentos ricos en fibras, que son poco digeribles.
- En personas predispuestas, comer alimentos mal tolerados como la leche en las personas intolerantes a lactosa.
- Síndrome de colon irritable.
- Problemas pancreáticos, pancreatitis.
- Síndromes de malabsorción intestinal, suelen ser secundarios a otras enfermedades.
- Alteraciones de la flora intestinal por el uso de antibióticos.
Como las causas del exceso de gases son de hábitos personales, sólo cambiando los mismos puede mejorar el problema.
- Debe de comer menos alimentos con fibra, principalmente cereales, pan integral, verduras (la coliflor, las espinacas, la lechuga, etc, …).
- Comer despacio, masticando bien los alimentos antes de ser tragados, para así evitar tragar una cantidad excesiva de aire mientras se come.
- Relajarse después de la comida.
- Evite masticar chicles.
Fitoterapia para los gases intestinales, flatulencias
A la hora de combatir el exceso de flatulencia, es muy recomendable emplear algunas plantas medicinales para los gases. Estas hierbas ayudan a digerir mejor las comidas y evitar ese molesto meteorismo :
· La Melisa, Manzanilla, Maria Luisa, Tila y Pasiflora son básicas cuando los los gases intestinales son causados por nervios. Hinojo, Comino, Anís estrellado, Anís verde y Alcaravea son útiles en todos los casos.
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- La Menta, el Boldo y el Poleo nos ayudan cuando las digestiones son demasiado lentas.
- Una infusión ideal podría ser tomando una planta de cada uno de los tres grupos anteriores (p.e. Melisa, Anís y Boldo).
- El carbón vegetal de uso dietético o medicinal absorbe los los gases intestinales y el exceso de acidez del transito digestivo, expulsándolos a través de las heces.
El caso de las legumbres
Es bien sabido que tras degustar un buen plato de garbazos, lentejas o alubias mucha gente nota hinchazón abdominal, una consecuencia incómoda que hace que en más de una ocasión las nutritivas legumbres sean rechazadas.
La causa de este exceso de gases la tiene uno de sus componentes: los oligosacáridos no digeribles, en concreto la rafinosa y la estaquiosa. Estos oligosacáridos no digeribles son resistentes al ácido gástrico y a la acción de las enzimas digestivas, y por tanto entran intactos en el intestino grueso y son fermentados por las bacterias que residen en él. Como consecuencia de esta fermentación se forma gas, hecho que explica los problemas de meteorismo y flatulencia que aparecen tras la ingesta de legumbres.
Para evitar o reducir la flatulencia tras consumir legumbres pueden aplicarse diferentes técnicas muy sencillas:
- Romper el hervor mientras se están cociendo las legumbres, retirando la cazuela del fuego durante unos minutos o bien añadiendo agua fría al agua hirviendo. De este modo se reducen al máximo los oligosacáridos productores de gas. A esto es lo que nuestras abuelas llamaban "asustar a las lentejas", se ve que tenían ya mucho sentido común.
- Tomar las legumbres en puré o pasadas por el chino para quitarles la piel. Si se mezclan con verduras o con patatas resultan más suaves y si se les añaden durante la cocción condimentos carminativos como comino, anís, romero, tomillo o hinojo, entre otros, se facilita su digestión y se reduce el cúmulo de gases.
- Terminar la comida con una infusión digestiva, de alguna de las plantas antes mencionadas.
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