Fortalece tus Rodillas y evita Lesiones
Una de las lesiones más comunes que sufren muchos deportistas se genera en las rodillas. Desde aquellas personas que corren en la cinta, o quienes practican algún deporte de equipo pueden sufrir un dolor muy intenso de rodillas. Y es que, según estadísticas médicas, las lesiones de rodilla son quizás las más frecuentes en todos los deportistas. Para su tratamiento contamos con opciones quirúrgicas, kinesiológicas y, sobretodo, preventivas. Es así que en esta ocasión profundizaremos el tema para tratar de evitarlas y saber cómo proceder ante la primera molestia.
El valor de nuestras rodillas
Si usted nunca sufre ni se acuerda de sus rodillas… pues sabrá que el mejor momento para valorar la rodilla es inmediatamente después de la lesión. Todo comienza aproximadamente una hora antes de la lesión, ya que por lo general puede existir un espasmo muscular “protector”. El tema se puede complicar ya que al cabo de 24 horas puede incluso existir un grado tal de derrame que impida una exploración satisfactoria.
Cuando hablamos de valorar las lesiones de rodilla nos referimos a prestar mucha atención y actuar de inmediato. En principio se debe comparar la pierna dolorida con la intacta. Si vemos que existe un derrame, pues será necesario realizar radiografías para descartar posibles fracturas. Es necesario consultar con un médico especialista en traumatología, quien valorará además todo el estado de la pierna y del pie.
Lesiones más frecuentes:
- Lesiones de meniscos
- Esguince del ligamento lateral interno
- Lesiones del ligamento cruzado anterior
- Luxación de la rótula
Lesiones meniscales
Las lesiones de los meniscos ocurren a causa de un mecanismo de torsión o rotación de la rodilla asociada a flexión intensa e hiperextensión. Los síntomas consisten en dolor, derrames recurrentes y chasquidos, asociados a una limitación de la movilidad. A veces los colgajos meniscales quedan atrapados en la cavidad articular, con lo que la rodilla queda bloqueada o "clavada". Si estando la rodilla flexionada a unos 90 grados, aparece dolor en la rodilla cuando se realiza una rotación externa del pie, ello es signo de lesión del menisco interno (prueba de McMurray).
Lesiones del ligamento lateral interno de la rodilla
El ligamento lateral interno (LLI) es el que proporciona estabilidad a la región interna de la rodilla y suele lesionarse cuando a ésta se le aplica una tensión excesiva en valgo (torcedura hacia fuera). Los desgarros del ligamento lateral externo son mucho más raros y están causados por un traumatismo hacia dentro (en varo) dirigido hacia el interior de la rodilla.
Lesiones del ligamento cruzado anterior de la rodilla
La lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) es la patología ligamentosa más frecuente y grave de la rodilla. Esta lesión suele ocurrir después de un traumatismo directo; otras veces tiene lugar a consecuencia de una fuerza torsional asociada a una lesión por desaceleración. Las lesiones se observan cuando un deportista cambia de dirección al correr y experimenta un "bloqueo" brusco de la rodilla.
Las lesiones del ligamento cruzado posterior (LCP) son menos frecuentes y graves que las del LCA. Están causadas por un traumatismo directo en la región anterosuperior de la tibia. Por ejemplo, cuando se da una patada a un "karateka" en la región de la rodilla mientras tiene el pie firme en el suelo, o cuando alguien cae hacia delante con la rodilla flexionada.
Luxación de la rótula
La luxación rotuliana ocurre a consecuencia de un traumatismo en la rodilla o cuando un deportista cambia de dirección y luego hace fuerza en la pierna. Es más frecuente en los adolescentes.
Ejercicios para fortalecer tus rodillas y evitar lesiones
Flexiones inferiores: este ejercicio se basa en recostarse en una colchoneta o superficie que desee, luego debe doblar las rodillas hacia el pecho logrando una pose fetal con cada una de las piernas; es muy recomendable ejecutar este ejercicio con una pierna a la vez, pero si se hace con las piernas al tiempo no existe ningún problema.
Sentadillas: se basa en abrir las piernas al amplio de los hombros, luego flexionamos un poco las rodillas y comenzamos a bajar lentamente; es bueno mencionar que este ejercicio es muy útil no solo para las rodillas, sino también para tonificar muslos y ganar glúteos.
Sentadilla baja: este posee el mismo principio de las sentadillas normales, lo único que cambia es que el ejercicio se ejecuta de abajo hacia arriba; es bueno mencionar que la ubicación del cuerpo es la misma y los beneficios también.
Balón medicinal: hacer ejercicios de equilibrio sobre balón medicinal es posiblemente una de las más recomendadas opciones, pues este ejercicio al basarse en el equilibrio colabora significativamente con el fortalecimiento de músculos y ligamentos en las rodillas.
Trote con pierna alta: este modo de trotar se hace llevando las piernas un poco más arriba de lo normal, con el objetivo que las articulaciones y los músculos internos de la rodilla logre exigirse al máximo en cada paso que se da.
Spinnig o bicicleta: el desarrollo de esta actividad física proporciona a los ligamentos un aumento bastante grande en su resistencia y a los músculos tanto internos como superficiales logra fortalecerlos significativamente, convirtiéndose en uno de los mejores ejercicios para ejercitar la rodilla y en si la parte media y baja del cuerpo.
Ya sabemos la importancia que tienen nuestras rodillas y cómo podemos protegerlas de las lesiones. Ahora debemos también mencionar que, además de cirugías, en la actualidad otras disciplinas como la kinesiología han intervenido satisfactoriamente en el tratamiento deportivo de la rodilla. Así es que se han creado algunos ejercicios con la banda elástica y se comprobó que ésta es muy útil para mantener los ligamentos y la articulación en un muy buen estado.
Tengamos en cuenta que la cantidad de actividades físicas que podemos desempeñar para fortalecer la rodilla y evitar la aparición de problemas, son muchas. Debemos trabajar a diario todo nuestro cuerpo para mantenerlo siempre sano y “a punto”!