Frutos Secos y Dieta Mediterránea

Publicado: 13/12/2005 - Actualizado: 14/08/2019

El patrón dietético típico de la zona mediterránea ha sido definido con el famoso término "Dieta Mediterránea". Los potenciales efectos sobre la salud de la DIETA MEDITERRÁNEA han incrementado el interés de la comunidad científica por aumentar el conocimiento acerca de los alimentos que forman parte de este patrón dietético y su composición. Diversos autores observaron que los países mediterráneos presentaban una baja mortalidad por enfermedad cardiovascular y sospecharon que ello se debía al patrón alimentario, de manera que se han llevado a cabo varios estudios de evaluación de la ingesta alimentaria para intentar definir los hábitos alimentarios de esta zona.

¿Qué es la dieta mediterranea?

La expresión "dieta mediterránea" define un conjunto de hábitos dietéticos practicados en los años 60 en los países de la cuenca mediterránea. Los primeros en intentar definir este patrón dietético fueron Ancel Keys y colaboradores, quienes estudiaron el consumo de alimentos de siete países: Finlandia, Grecia, Italia, Japón, Yugoslavia, Estados Unidos y Holanda. Estudiando la alimentación observaron:

  • Un elevado consumo de cereales en Italia (el mayor después de Japón) y de fruta en Grecia.
  • La cantidad de grasa consumida resultó variable entre los países pero fue cualitativamente constante: en los países nórdicos y Estados Unidos la grasa predominante era saturada, mientras que en los países del sur de Europa predominaba la grasa insaturada: aceite de oliva principalmente en Grecia e Italia, y aceite de girasol y oliva en Yugoslavia.
  • El total lipídico proporcionaba en los países mediterráneos entre el 25 y el 37% de la energía.
  • El consumo de alcohol era variable, ya que existían diferencias tanto entre los siete países como entre las cohortes estudiadas en cada país. El vino era la principal fuente de alcohol en Italia ( 70 g/día) y en algunas poblaciones yugoslavas estudiadas.

Así pues destacaba el elevado consumo de cereales y bebidas alcohólicas en Italia, y en Grecia el elevado consumo de fruta y aceite de oliva.

Analizando el consumo de alimentos en los años 60 (1961-63) mediante las Hojas de Balance Alimentario puede observarse una marcada diferencia entre el patrón dietético de los países de la zona del mediterráneo y los países del norte. Las poblaciones de los países mediterráneos ingerían una mayor cantidad de energía en forma de cereales, presentaban una mayor ingesta de fruta y verdura y a la vez una menor cantidad de energía aportada por la carne, el pescado, los lácteos, la grasa, las bebidas alcohólicas y los dulces.

Estudio Euratom

Según el estudio Euratom, realizado entre 1963 y 1965 en Europa, la cantidad total de fibra media ingerida en los diferentes países estudiados (Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Francia, Países Bajos e Italia) se situaba alrededor de los 21g/día; la cohorte del sur de Italia se situaba en primer lugar con un consumo medio de 24,4g/día, con una notable diferencia frente a la cohorte del norte de Italia, con 18,2g de fibra/día. Este estudio aportó también importantes datos sobre las características de las grasas de la dieta mediterránea: tanto en el norte de Italia como en el resto de países del norte de Europa el uso de mantequilla, margarinas y otras grasas (sobre todo de tipo animal) era muy usual, mientras que en el sur de Italia destacaba el uso del aceite de oliva como principal fuente de grasa (49 g al día respecto a los 26 g/día en el norte de Italia y los 10 g/día de Francia). La dieta del sur de Italia contenía un 28% del total energético en forma de grasa, mientras que en Luxemburgo, Holanda y Bélgica las grasas proporcionaban respectivamente un 45%, un 39% y un 43% del aporte calórico total. Debido al elevado consumo de aceite de oliva en la zona del sur de Italia la relación Monoinsaturados/Saturados era con diferencia la más alta, siendo de 2,29, comparada con la de los países del norte de Europa, que presentaban cocientes de 0,62 a 1,01.

El estudio Euratom subraya también la importancia de los alimentos vegetales como parte integrante de la dieta de las regiones mediterráneas, así como la importancia del aceite de oliva como fuente principal de grasa.

Todos estos estudios y observaciones han permitido definir claramente lo que actualmente se entiende por Dieta Mediterránea: una dieta con abundante contenido en alimentos de origen vegetal (cereales y derivados, fruta y verdura, legumbres y frutos secos), pobre en grasas de tipo saturado, con una preponderancia de ácidos grasos monoinsaturados, sobre todo gracias al aceite de oliva, cantidades considerables de ácidos grasos omega-3, una baja ingesta de colesterol, abundancia de vitaminas antioxidantes, pro-vitaminas y compuestos fenólicos y cantidades adecuadas de fibra.

Los frutos secos son parte de este patrón dietético, pues formaban y forman parte de la agricultura habitual de los campos mediterráneos.

Fuente: Fundación nucis

Acerca del autor
  • Dra. Loredana Lunadei

    La Dra. Loredana Lunadei es especialista en alimentación, dietética y nutrición. Realizó sus estudios en la Universidad de Milán donde obtuvo la licenciatura en Ciencia y Tecnología de alimentos. Posteriormente continuo sus estudios, realizando el doctorado también en dicha universidad. Linkedin.