Gimnasia facial para dar fuerza y juventud a tu rostro
Hacemos ejercicio para tonificar y embellecer los brazos, las piernas, el abdomen y demás, pero nos olvidamos muchas veces de que en la cara tenemos muchos músculos, y que es muy importante fortalecerlos y mantenerlos en actividad, de manera que podamos evitar la facidez prematura y mejorar el contorno y sostén de la piel del rostro.
Para mantener al rostro en forma, con fureza y juventud, no es necesario contratar o invertir en costosos tratamientos ni cirugías mientras tomemos cartas en el asunto a buen tiempo. Hay muchos cuidados naturales y caseros que bastarían para que el rostro siempre se mantuviera bello y joven, como la adecuada alimentación, el buen humor, la hidratación y una buena y adecuada dosis de gimnasia facial.
Beneficios de la Gimnasia Facial
Conforme pasa el tiempo, podemos advertir que la piel del rostro se adelgaza y pierde elasticidad y fuerza, lo que ocasiona arrugas y un semblande flácido y opaco, el cual podemos combatir con la gimnasia facial, la cual ha demostrado ser un excelente recurso para conservar el rostro joven y sano.
La gimnasia facial consta de sencillos ejercicios para fortalecer y mantener saludables y vigorosos los músculos faciales, los cuales son los encargados de mantener la belleza natural de tus rasgos. Con la gimnasia facial y cuidados como los antes citados, puedes prevenir el envejecimiento y retardarlo mucho tiempo.
Basta la ayuda de tus manos y mucha práctica y cariño, para atenúar las arrugas, relajar tu expresión y devolverle frescura y un color saludable a la piel de tu rostro.
Para empezar la rutina:
1. Debes considerar que el mejor momento para estos ejercicios es en la noche, porque no estarás apurada y disfrutarás más la relajación que te ofrecen los ejercicios.
2. Compra una buena crema hidratante o un aceite especial para tu tipo de piel, y aplica cada vez que realices los ejercicios.
3. Antes de empezar, lava bien tu rostro y manos (lo ideal eshacerlos después de bañarte, cuando tu piel esta mejor hidratada), y aplica una crema hidratante.
4. Procura empezar poco a poco y no hacer violentamente los ejercicios, sino permite que los músculos se vayan calentando, de manera que no lastimes ni tu piel ni tus músculos, porque esto provocaría el efecto contrario.
5. Debes hacer estos ejercicios al menos dos veces por semana en temporadas de estrés, y una vez por semana en épocas relajadas.
6. Para potenciar los efectos del masaje, aplica después alguna mascarilla para el tipo de piel que tengas, pues es un momento muy favorecedor para aprovechar los nutrientes de las mascarillas debido a la estimulación de la circulación sanguínea en la piel.
Rutina:
¡Pues manos a la obra! No contamos con dibujos pero confiamos en que con tu imaginación y nuetra clara explicación, se te harán muy sencillos estos ejercicios.
FRENTE: Coloca los tres dedos de nemedio de tu mano derecha sobre la frente y luego contrae los músculos subiendo y bajando las cejas, de modo que los dedos suban y bajen.
PARPADOS: Con la cabeza bien erguida inhala y exhala. Con los pulmones vacíos levanta las cejas lo más posible. Conserva esta posición contando hasta cinco. Luego relaja y repite.
SIN OJERAS: abre tus ojos de forma relajada, pon ambos dedos índice sobre los párpados inferiores. Inhala y, al exhalar, intenta cerrar los ojos mientras los dedos se oponen al movimiento sujetando la piel.
PÓMULOS: con las manos sobre las mejillas, lleva los labios hacia adelante lo más posible, mientras las manos presionan los músculos de las mandíbulas suavemente hacia atrás.
PÁRPADOS: cierra los ojos y coloca los dedos índice y pulgar en el ángulo exterior del párpado. Abre los ojos y con los dedos estira la piel hacia arriba y abajo. Luego, intenta cerrar suavemente los ojos, aunque no podrás porque estás sujetando los párpados.
LABIO SUPERIOR: pon tus pulgares sobre el labio superior y oprime suavemente contra la encía, mientras intentas empujar el labio hacia adelante.
CUELLO: con la boca cerrada y los puños de tus manos cerrados a excepción de los pulgares, recarga tu barbilla y encaja el mentón entre tus pulgares y tus puños. Abre y cierra la boca despacio mientras por otro lado empujas con tus pulgares tu mentón hacia arriba. Avre la boca todo lo que puedas y cuando cierres, hazlo despacio, mientras sigues empujando con tus pulgares.
PAPADA: con la espalda bien derecha, cruza los brazos al frente y alarga el cuello hacia adelante hasta sentir cómo se tensa la piel. Gira lentamente la cabeza hacia la derecha y déjala así unos segundos, sin bajar el mentón hacia el hombro. Luego gírala hacia la izquierda y mantenla ahí uno ssegunmdos. Relaja.
Y por último, te recomendamos tomar muchos jugos de vegetales y frutas frescas, las cuales ayudarán a nutrir tu piel desde dentro y a hacer que tu piel siempre luzca muy sana.