Grasas amigas. Beneficiosas para tu Salud
Si has intentado reducir la grasa de cuerpo pero esta sigue ahí, muy probablemente necesites saber un poco más acerca de las grasas. Es como conocer al enemigo y, aunque ciertamente la grasa acumulada no es un enemigo (sino un resultado de ciertos hábitos, problemas emocionales o exceso de estrés, etcétera) si necesitas conocer que es la grasa y que esta provocando que se acumule en esos lugares más comunes como el abdomen, las caderas y demás, o provoque ciertas reacciones no deseables en tu piel como exceso de grasa, barritos, acné, etc.
La grasa es indispensable para las funciones del cuerpo, está presente en cada célula del cuerpo y es esencial en el torrente sanguíneo. Capas de grasa sostienen al corazón, al hígado y los riñones y proporcionan el doble de energía que las proteínas o carbohidratos. Las grasas, además, cumplen una función aislante en el organismo, y ayudan a mantener la temperatura normal del cuerpo.
Más no todas las grasas tienen efectos benéficos para el organismo, y no todas las grasas poseen la misma calidad, la cual es esencial para que el cuerpo pueda aprovecharla benéficamente.
El tipo más común de grasa en el cuerpo es el que tiene tres ácidos grasos unidos a una molécula de glicerina. Esta grasa recibe el nombre de triglicérido.
Los triglicéridos sólidos, a temperatura ambiente, son denominados grasas. Los triglicéridoslíquidos son conocidos como aceites. Los aceites son transformados por la industria en grasas procesadas mediante la hidrogenación. Por este medio, los aceites se convierten en mantecas o aceites hidrogenados.
Existen varios tipos de grasas. Entre las grasas más perjudiciales para el organismo encontramos las grasas saturadas, que están formadas por ácidos grasos saturados. Entre estas grasas encontramos todas aquellas que provienen de productos animales y sus derivados, aquellas que contienen los embutidos, el sebo, la mantequilla, etcétera. Aquellas grasas formadas por los ácidos grasos laurico y miristico son las más dañinas para el cuerpo.
Las grasas monoinsaturadas: son aquellas grasas cuyo núcleo posee dos átomos menos de hidrógeno que el de la saturada. Son aquellas que aumentan el colesterol benéfico y bajan el perjudicial. Se les encuentra en el aguacate, nueces, almendras y otros frutos secos.
Las grasas insaturadas son aquellas presentes en el mundo vegetal, como en los aceites oleico o palmitoleico. Comúnmente se les conoce como aceites, y las podemos encontrar además en el aceite de oliva, de girasol y de maíz. Estas grasas resultan ser las más indicadas para el consumo humano, aunque hay que tomar en cuenta que en el proceso de elaboración se pueden convertir en grasas saturadas y, por lo tanto, en grasas dañinas. Es por eso que solo son recomendadas los aceites prensados en frío, siendo el más beneficioso de todos es el aceite de oliva extra virgen o prensado en frío.
Las grasas polinsaturadas no son tan benéficas como las monoinsaturadas, pero tampoco perjudican. Estas grasas las podemos encontrar en el pescado, y en algunas oleaginosas.
Sabiendo lo anterior, es necesario que, si no lo has hecho antes, comiences a fijarte en el tipo de grasa que estás consumiendo. Aquí te damos algunos tips para que consumas las grasas de la forma más sana:
- Evita la grasa saturada, los productos fritos, los embutidos y las grasas de origen animal son aquellas grasas menos saludables, y este tipo de grasa es la que tiende a acumularse en el organismo y la que puede provocar en tu piel y cabello un exceso de grasa.
- Si deseas consumir grasas, prefiere las grasas que vengan de origen vegetal y evita las de origen animal como la salchicha, el jamón, carne, pollo, borrego, huevo, crema y leche (en especial la entera)
- Si vas a cocinar, no frías los alimentos. Siempre es mejor que los consumas crudos, pero si tienes que freírlos no los dores, es decir sofríe y no frías, pues el producto frito es sumamente perjudicial en el organismo.
- Evita comprar mantequillas o margarinas refinadas. Si es muy necesaria la mantequilla en tu vida, prefiere aquellas que provengan de rancho o que sean hechas de una forma natural, sin refinamiento.
- Prefiere los productos etiquetados "sin colesterol"
- Revisa en la información nutricional la cantidad de grasas saturadas
- Si no deseas que la grasa se acumule en tu cuerpo y que esta tenga el mejor aprovechamiento, es necesario que combines siempre en tu dieta alguna ensalada o un litro de jugo de verduras crudas.
- Para que la grasa pueda aprovecharse y distribuirse correctamente por tu cuerpo, es necesario que consumas mucha agua natural.
- Si no puedes dejar de consumir grasas saturadas como carne o lácteos, es muy recomendable que al menos 2 días a la semana dejes a tu organismo descansar de estas grasas, y una vez al mes te pongas un régimen de purificación del organismo, para que aquellas grasas sobrantes no se sigan acumulando y puedan desvanecerse y limpiarse.