Hacer compost en la ciudad es posible
Gracias a un compostador urbano cualquier persona puede hacer “humus” en su piso ocupando un espacio reducido y sin malos olores ni gastos de mantenimiento. La empresa Compostadores.com incorpora en su línea de compostadores para jardín, un compostador urbano que permite reciclar la materia orgánica vegetal que genera cualquier hogar para obtener abono para las plantas de interior, del balcón o de la terraza. Una práctica que favorece al medio ambiente, ya que se reduce el volumen de residuos que se trasladan a los vertederos e incineradoras y evita utilizar abonos químicos. El 40% de la basura que genera diariamente una casa se puede compostar. Esta es una buena herramienta para la educación ambiental de los niños.
La materia se transforma
Compostar es someter la materia orgánica a un proceso de transformación para obtener abono natural, el compost. En un compostador se reproduce el ciclo natural. En el bosque, las hojas que caen de los árboles, pedazos de ramas, excrementos de animales, hierbas… pasan a una fase de descomposición en la cual intervienen muchos elementos, como el agua, el calor, el frío, diferentes especies vivas… que lo transforman todo en “humus”: tierra oscura y esponjosa con el olor característico de bosque y que es un buen alimento para las especies vegetales que, a su vez, alimentan a los animales.
Compostador urbano
Compostar se ha hecho siempre, pero hasta ahora en la ciudad era muy difícil de reproducir este proceso, ya que no todo el mundo dispone de un jardín de tierra. Ahora, gracias al compostador urbano, es posible reducir la basura orgánica y producir abono en casa sin mantenimiento alguno, ni malos olores. Se puede colocar en cualquier lugar de la casa (en la cocina o balcón), ocupando un mínimo espacio. El compostador urbano es un recipiente de plástico reciclado post-consumo, dónde se ponen lombrices que comen los residuos orgánicos vegetales y los transforman en “humus” y abono líquido. Esta formado por cuatro niveles. Una base que tiene cuatro patas y dónde se recoge el residuo líquido que se puede extraer gracias a un grifo. Encima de esta base se colocan tres bandejas más con pequeños orificios en su base y que se acoplan perfectamente una sobre la otra.
Funcionamiento cíclico
En la primera bandeja, la que reposa sobre la base, se colocan las lombrices y los residuos que se generan en casa. Encima, las otras bandejas y la tapa. Una vez la primera bandeja está llena los siguientes residuos se ponen en la segunda bandeja, la que está justo encima de la que tiene las lombrices. Estos animales, una vez hayan terminado de comer los restos de la primera bandeja, subirán a través de los orificios a la segunda en busca de alimento, dejando así, el compost a punto de utilizar en la primera bandeja. Una vez se quita el “humus” de la primera bandeja, esta se coloca vacía encima del compostador. A medida que las lombrices vayan comiendo y suban de bandeja, se generará abono líquido que se puede utilizar diluido con agua para regar las plantas de casa.
Mantenimiento
Sólo se deben alimentar a las lombrices con residuos orgánicos vegetales, remover estos restos una vez por semana y humedecerlo un poco para evitar que se seque. Se puede poner todos los restos vegetales de casa: piel de frutas, sobrantes vegetales de ensalada o sopas y hojas secas de las plantas. Pero no se puede compostar pescado, carne ni huesos; plantas y frutas enfermas y gran cantidad de vegetales podridos. Tampoco excrementos de animales ni humanos ni cenizas o serrín de madera tratada. Dependiendo de la cantidad de restos que se pongan, el compost puede tardar un mes o tres en hacerse, pero constantemente se obtiene abono líquido. .
Para más información: compostadores.com