Haz tu Carta de Deseos y desarrolla tu Fe y Confianza
Tú. Si, tú. ¿No crees que ya te mereces todo eso que quieres y buscas? Todos tenemos al menos un deseo que cumplir. Pero también tenemos muchas desconfianzas y miedos que vencer. Y quizá ese sea el mayor desafío y premio de todos: confiar y creer en que todo se nos puede dar. En la actualidad hay muchas cosas con las que podemos soñar: recuperar la salud, tener una pareja, una buena fortuna… ¿Qué tal una interacción con un ser extraordinario?
Soñar con lo que anhelamos es una facultad creativa que la maravillosa naturaleza le dio al ser humano para poder entusiasmarse en este mundo material. Soñar es gratis. No cuesta nada. Lo que cuesta en realidad es creer en que lo que soñamos puede llegar a nuestras vidas sin más. Sentarse a pensar o imaginar lo que uno desea es tan fácil como ver una estupenda película en el cine. Pero luego uno abre los ojos, sale “de la sala”, y uno vuelve a la realidad.
Y la realidad confronta al sueño con una larga lista de impedimentos: el dinero, el tiempo, los obstáculos, “lo imposible”, etc. Los ojos ven una cosa y el corazón desea otra. ¿Y qué hacer entonces? Si tuviésemos la fe de rebasar todo eso que sentimos que es una limitación, y nuestro ojo interior solo viese aquello que queremos en nuestras vidas, y mantuviésemos ese enfoque el tiempo suficiente, todo lo que soñamos se nos daría. Sin más.
Bajo la gracia de la naturaleza, uno no necesita ser algo especial para recibir lo grandioso, porque uno ya es especial asi como es. Tu eres especial. Así como eres, con todo lo que has dicho y vivido, eres especial y digno de recibir las mejores cosas de la vida. ¿Cuál es el problema con esto? Que no te sientes especial ni digno de recibir las cosas ni experiencias grandiosas. No te sientes merecedor. El sentido de merecimiento se reduce a muy poco cuando te culpas, castigas, regañas o te sientes “mal” por haber hecho o dicho algo. Por no ser lo que los demás esperas que seas. Por no poder ser lo que en verdad eres.
Todo en esta vida es aprendizaje y nos ayuda y empuja a crecer. Así que si has hecho algo en tu vida y te sientes mal o culpable por eso, pues es momento de empezar a quererte como eres, a hablarte en forma digna, como si le hablaras a lo más hermoso que hay en el universo: Tú. Y si la naturaleza ama todo lo que hay tal cual es… ¿Por qué no habrías de amarte así como eres? ¿Por qué no habrías de hacer nacer lo más grandioso que hay dentro de ti, el amor hacia ti mismo?
¿Sabes por qué dudas y no sietes que llegaran las cosas que quieres? Porque te persigue la incredulidad. La duda te acosa porque no has tenido la paciencia y el tiempo de ir hacia lo magnifico dentro de ti y tener fe en que todo lo que necesitas se te dará. La duda te llena de oscuridad, miedo y desconfianza porque no te amas, no crees en ti. Crees más en lo que ves y dicen los demás, crees en estadísticas y en el periódico, en las noticias y en lo que te enseñaron de niño. ¡Crees en todo menos en ti!
Asi que es momento de empezar nuevo día, nuevo año y nueva vida creyendo en ti. Y el primer paso es empezar por aceptarte tal y como eres, en entablar diálogos amorosos y amables contigo, en darte tiempo para ti, para conocer más lo que eres, para enfocarte en lo que amas y dejar atrás lo que ya has aprendido, sobre todo dejar atrás el esperar de los demás para estar feliz.
Las tantas actividades en la vida cotidiana, las prisas, ocupaciones y demás, no deben ser pretexto para dejarte hasta el último. Tus sueños y tu alegría son primero que nada. Así que esta noche puede ser la mejor noche de todas: escoge una estrella en el cielo y pide lo que quieres: y entonces, no creas en la estrella para que te conceda el regalo, mejor imagina que la estrella te dice: Creo en ti. Así no se te olvidara que dentro de ti esta la puerta de los sueños.