Hijos y alumnos rebeldes: ayúdales a madurar

Publicado: 09/11/2012 - Actualizado: 26/10/2018

¿Tu hijo no te hace caso? ¿Te contesta de forma agresiva? ¿Tiene malas notas y un desastre en su cuarto? No desesperes. No pelees más. La rebeldía de los hijos o jóvenes es hasta cierto punto normal cuando los niños crecen, estas conductas rebelan  aspectos interesantes de su forma de apreciar la vida los cuales podemos ayudarles a engrandecer o transformar si nos damos un momento para reflexionar y valorar las cosas desde nuevos puntos de vista. Bien se dice por ahí que para obtener nuevos resultados hay que accionar nuevos aprendizajes, y si hemos de ayudar a entender algunas cosas a nuestros hijos… ¡por qué no empezar a entenderlas nosotros primero?

Rebeldía pasiva y activa

La rebeldía es una forma de comportamiento que se puede considerar como un signo de inmadurez en la personalidad. Esta actitud expresa disconformidad, rechazo, protesta, oposición o una actitud defensiva o agresiva en respuesta a alguna regla, norma, petición, deber, tarea, etc. Existen por lo general dos tipos de rebeldía:

La rebeldia pasiva

Donde el niño o persona no expresa mucho su disconformidad, pero se siente ausente, lejano, con mal carácter y distanciado de los demás, puede que el joven esté cumpliendo con los deberes por intimidación o miedo a la autoridad, pero por dentro se siente poco conforme y con sentimientos de agresividad hacia las autoridades las cuales manifiesta con poco orden, rechazo a la compañía, auto-violencia, silencio y refugio en “su mundo”.

La rebeldía activa

Es aquella donde se expresa la disconformidad por medio de gritos, respuestas defensivas agresivas o una negación al cumplimiento de normas, en este comportamiento el joven se niega a cumplir con lo que debe y puede mostrar una actitud de “·no me importa” o hasta desafiante ante las palabras o castigos de los padres o maestros.

¿Se cura la rebeldía?

La rebeldía es una actitud que puede transformarse si nos damos cuenta que quizá como padres o maestros estamos colaborando de alguna forma a que esto suceda, por lo que debemos darnos cuenta de nuestras propias actitudes y saber “ciertos secretos” para ayudar a madurar a nuestros jóvenes. Aquí te damos algunas causas de la rebeldía en jóvenes niños e incluso adultos, y su antídoto para que las apliques de inmediato y puedas ver resultados sorprendentes.

Causas de un comportamiento rebelde y su antídoto

Causa: lenguaje autoritario por parte de los padres, maestros o personas que rodean al joven. Un lenguaje con tono o con palabras impositivas por lo general tiene como respuesta un comportamiento semejante, impositivo y de rechazo.

Antídoto: observa las palabras que usas cuando le hablas a tu hijo o alumno. Si sueles decir “Deberías…” “Debes de…” “Tienes que…” “Si no lo haces ya veras que…”, “Eres un irresponsable, flojo, etc.”, son un vocabulario poco nutritivo e impositivo. Recuerda algo: a nadie le gusta ser tratado como robot u objeto. Los jóvenes no son robots para que los programemos a nuestro antojo, les gusta ser escuchados y sentirse participativos, creativos e inteligentes. SI no sienten esto, huirán de ti! Lo mejor en estos casos es aprender a poner reglas conscientes y llegar acuerdos con ellos. Evitar los castigos y las manipulaciones y guiarlos con límites donde se sientan responsables y participativos. Para esto, ver inciso dos.

Causa: Castigos y falta de límites claros y firmes.

Antídoto: Los límites son indispensables en los jóvenes, y estos deben ser claros y firmes. El castigo le dice al joven que el debe someterse a la voluntad de los padres o maestros. Esto suele ser de muy poco a grado pues a ninguna persona le gusta someterse a las órdenes de los demás. Así que si castigas a tu hijo o alumno mejor olvídate de esto y haz acuerdos con ellos. No los regañes! Platica y haz convenios. Por ejemplo: No le digas “Si no cumples con tu tarea no saldrás el domingo a jugar”. El niño puede hacer su tarea pero la hará por conveniencia o intimidación, no porque realmente le encuentre sentido. De esta forma estarás enseñándole a seguir reglas de los demás aunque no le gusten. Lo mejor es decirle con palabras amigables pero firmes: “La tarea es tu responsabilidad. Tu puedes decidir hacerla o no hacerla, pero también decidirás si sales o no el domingo.” Aunque parezca casi lo mismo no lo es. En la primera, el padre actúa como parte controladora e impositiva, y está decidiendo, pensando y casi actuando por el joven. En la segunda, el niño siente que él decide si saldrá o no, y de esta forma puede  empezar a sentirse responsable por sus propias decisiones. Si no cumple, el habrá decidido no salir. El padre no puede “quitarle el castigo” porque él no castiga, el solo hace acuerdos y el joven decide si sale o no mediante lo que decide. Esto también se puede emplear cuando sale a una fiesta o cuando debe hacer su recamara o sus deberes. Nunca debe castigarse, se hace el acuerdo de que el puede hacer lo que desee, pero las consecuencias deberá asumirlas. Es aquí donde el padre debe mostrarse amigable pero muy firme. Si el niño repela o se enfada porque no puede salir, se le puede explicar: “Pero tú lo has decidido! Qué te parece si te das prisa y quizá tengas tiempo de salir aún?”. Aquí podemos ser amigos de nuestros hijos y acompañarlos en su toma de decisiones sin gritos, castigos ni imposiciones.

Causa: Padres ausentes, con culpa y poco amigables

Antídoto: si no estás mucho en casa puede ser que intentes compensar con palabras o regalos a los niños o jóvenes. Esto no es una buena forma de relación. Lo mejor es tratar de hacer un esfuerzo por estar en casa lo más posible, platicar de tus experiencias y ayudarles a tener confianza para que ellos platiquen lo que les sucede. Si no puedes estar en casa, puedes llamarlos a menudo, dejar comida lista, estar al pendiente. Los niños o jóvenes pueden sentir este tipo de afecto. Lo que no les gusta a ellos es sentir que a los padres no les importan, lo cual les provoca enfado, baja autoestima y rebeldía pues se sienten poco queridos y muy poco importantes.

Empieza por poner en práctica estos pequeños secretitos y recuerda siempre que la rebeldía tiene mucho que ver con no ser tratados dignamente, incluso los adultos se sienten enfadados cuando se les trata como robots o máquinas, de una forma fría e impositivamente. Lo que más quiere un niño o joven rebelde es desprenderse de las imposiciones, sentirse importante y valioso, que sepa que sabe pensar y decidir por si mismo, que seas honesto con él y no flaquees, que seas firme con tu cariño y les ayudes a pensar y valorar sus decisiones.

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin

     

13 Responder a “Hijos y alumnos rebeldes: ayúdales a madurar”
  • sally dice:

    Interesante el artìculo para los padres tanto jovenes como adultos, los niños es verdad necesitan comprensión y que alguien los escuche, no se puede aplicar la fuerza para lograr que ellos nos respeten, todo es a través del dialogo.

    • L. K. dice:

      LA fuerza y la imposición sólo cultiva un caracter resistente y agresivo. Y si, lo mejor es ayudarles a cultivar su propia seguridad, no podemos decirle a un hijo «que hacer o qué no hacer», le podemos ayudar a pensar, a valorar, a experimentar la vida dandole herramientas emocionales que le inspiren cada vez más confianza y paz interior.

      • sally dice:

        Yo sí pienspo que en casos de divorcio, muchos niños al no estar de acuerdo, se muestren rebeldes con los padres, o especialmente con uno de ellos. Creo que cuando recien se da por terminado una relación donde hay hijos, no debemos esperar que tan rápido ellos comprendan que ésa es una decisión buena y que es positivo «tomar nuevos rumbos» cuando algo no resulta.
        Si bien no nos podemos culpar todo el tiempo por habernos divorciado y dañar con ello la estabilidad emocional de nuestros hijos, tampoco podemos quitarnos esa responsabilidad que existe. El cambio y la comprensión es gradual, para ello debemos estar pendientes de nuestos niños a pesar de estar distanciados de la pareja.

  • Nayelli dice:

    Tengo un hijo de 7 años y es muy rebelde, hace pataletas, grita. Creo que tomere muy en cuenta sus consejos, realmente me preocupa. Gracias,

    • L. K. dice:

      Si hace pataletas y grita es que no tiene limites. Necesitas estabelcer limites con el, recuerda ser muy firme pero siempre apacible y amigable, el niño debe sentir que tieen sus propias responsabilidades y que si las incumple es el quien recibe los efectos de sus decisiones, incluso los mas pequeños pueden aprender esto.

      Rercuerda evitar castigos, usar voz firme y serena, plantearle limites claros y establecer acuerdos. Veras como cambia su actuitud en cuanto menos te lo esperes.

  • oswaldo rivas dice:

    Muy interesante este articulo yo tengo una hija de seis años y es rebelde para los estudios. Y no le gusta hacer caso, creo que tiene que ver en este caso el hecho de habernos divorciado su mama y yo

    • Laura K. dice:

      Oswaldo, el divorcio no tiene mucho que ver con hijos rebeldes, mas bien la actitud de los padres ante esto. SI te muestras con culpa, entonces el hijo lo sentira y tratara de hacerte senir culpable cuando intentes compensar tus «fallas». LO mas importante es que veas que el divorcio no es «malo», es una decisión de adultos cuando una relación ya no tiene sentido o cuando uno de los cónyugues siente que ya no crece al lado del otro. ESto es una decisión muy benéfica para los niños, de esta forma le estas enseñando a tu hija que en la vida se puede cambiar de rumo y dirigir nuestras energias hacia lo que queremos encontrar en la vida. SI te hubieses aguantado en esta relación, quiza hubiera ella entendido que hay que «aguantar» cosas que no queremos o que ya no son productivas o co9nstructivas.

      Asi que quitate de culpas! explicale a ella que te sientes bien con tu decisión, que quieres a su mama y que le deseas lo mejor, y que tu ahora tienes nuevos planes para explorar y aprender ene sta vida.No permitas que te manipule con esto, se firme con ella y haz acuerdos claros para que le ayudes a construir seguridad en ella.

  • sally dice:

    No debemos de actuar de una forma imperativa, bruzca o fuerte…. antes de lazar un grito que solo se traduce en un desfogue sin medida….,hagamos una pausa al momento y pensemos como niños para poder entender lo que piensa o quiere decirnos nuestros hijos.

    Siempre lo mas facil es golpear o gritar y ofender, como padres debemos de ser mas cautelosos y formativos con nuestros hijos..

    formemos hombres y mujeres del mañana que nos den alegrias..

  • juan dice:

    tengo una joven-cita de 13 años tiene un problema con el aprendizaje de matemáticas su rebeldía le hace mentir en sus obligaciones, no cumple con sus tareas

  • Sally dice:

    Son muchos los factores por el cual los hijos se vuelven rebeldes, falta de atención, disconformidad, etc. Pero me parece interesante cada uno de los consejos que propones, y si los ponemos en práctica ayudará a mejorar la relación padres e hijos, es una etapa en el niño pero no quita de lado que el padre se dé a respetar mostrando autoridad a través el dialogo.

  • clarinda dice:

    Me gusta esta manera de educar a los niños en la cual ellos toman sus propias decisiones y se castigan solos, por asi decirlo. El problema que yo veo desde una perspectiva externa porque no tengo hijos, es que los papás tratan de aplicar estas técnicas, pero entre la vida ajetreada, el estrés y el cansancio, terminan por dejarlos hacer su voluntad y la rebeldia y el mal comportamiento aumentan. Conozco infinidad de niños muy pequeños que les sucede esto, no se si sea generacional, pero los niños de ahora , desde muy temprana edad se comportan rebeldes y autoritarios con los padres.
    Lo que me lleva a pensar que cada vez se invierte menos tiempo en la educación de los pequeños.

  • Sally dice:

    La educación y control a los niños influye para que no se muestren rebeldes, justamente la rebeldía es manifestación de disconformidad. Tratar de conversar para lograr los acuerdos mutuos es importante, no porque son pequeños se les puede imponer las cosas. Gracias por los consejos.

  • Sally dice:

    Son alentadoras tus palabras para poder corregir y educar a los hijos. Pero en muchos casos pro la situación laboral los padres descuidan el control de los hijos, y se vuelven muy rebeldes, a pesar de conversar y buscar el camino adecuado para corregirles no hacen caso y buscan los medios de hacer lo que ellos quieren, transigiendo reglas.
    Es realmente una lástima que llegue a estos términos, por lo que creo oportuno él articulo para dialogar en casa como amigos y estableciendo acuerdos para no perderlos, siempre hay que estar al tanto de ellos ya que requieren ser tomados en cuenta.