Hiperhidrosis: Tipos y opciones de tratamiento para la sudoración excesiva

Publicado: 17/09/2014 - Actualizado: 10/10/2018

La hiperhidrosis consiste en la producción del sudor excesivo. Se estima que afecta a un 5% de la población, y es una enfermedad crónica.

Aunque pueda parecer insignificante, el sudor excesivo puede tener como consecuencias enfermedades de la piel, deshidratación y problemas emocionales.

¿Cómo afecta la hiperhidrosis en nuestra vida?

A pesar de que pueda parecernos un detalle poco importante, las personas que sufren de sudoración excesiva muchas veces se ven afectadas en distintos aspectos de su vida, desde su vida social, hasta laboral.

Esto genera como consecuencia un estrés emocional que sólo  agrava la condición.

La hiperhidrosis puede generar vergüenza, y por ello, quienes lo padecen pueden sentir miedo incluso de dar la mano, lo cual afecta su vida social.

En el trabajo, algunas actividades pueden dificultarse, como sujetar herramientas u otro tipo de objeto necesario para las labores.  Es por ello, que la hiperhidrosis puede provocar que una persona se sienta limitada, razones por las cuales acuden a un profesional para cambiar su situación.

Tipos de Hiperhidrosis

La hiperhidrosis se considera una enfermedad hereditaria, y que suele aparecer en la infancia o durante la pubertad. Se presenta con más severidad en hombres que en mujeres, pero ambos pueden verse afectados.

La hiperhidrosis se caracteriza por la sudoración excesiva que ocurre sin motivo aparente, es decir, no relacionada a ejercicio físico o altas temperaturas.  Se puede clasificar en dos tipos:

Primaria: Es la que ocurre sin una causa orgánica, por ejemplo, sucede como respuesta al estrés, esfuerzo físico o intelectual, dolor, etc.

Secundaria: Se asocia a una causa orgánica como la diabetes, o problemas tiroideos, también se presenta durante la menopausia o como resultado del consumo de algunos fármacos.

Zonas comúnmente afectadas

La hiperhidrosis afecta por lo regular las zonas del cuerpo donde se concentran un mayor número de glándulas sudoríparas , tales como las palmas de las manos y pies, axilas, la cara y zona cráneo-facial.

La más común es la que se presenta en axilas y éste tipo comienza regularmente en la pubertad.

La sudoración excesiva en manos y pies, puede aparecer desde la infancia y afectar durante toda la vida.

Por último, la sudoración excesiva facial suele estar vinculada al enrojecimiento facial.

Opciones de tratamiento

Es fundamental conocer la causa de la hiperhidrosis para elegir el tratamiento más adecuado, por ejemplo si padeces de la tiroides, es probable que una crema antitranspirante no sea la solución más apropiada, ya que la raíz del problema, en dicho caso, es la función tiroidea. De esta forma, una evaluación médica es apropiada.

Desodorantes y antitranspirantes: La hiperhidrosis muchas veces viene acompañada de  mal olor, ya que favorece la proliferación de algunas bacterias. El uso de desodorantes y antitranspirantes pueden ser una buena alternativa para disminuir el mal olor y mantener las  bacterias a raya. Sin embargo, se debe tener en cuenta que los antitranspirantes muchas veces contienen aluminio o zirconio, que puede afectar e irritar la piel de la zona en donde se aplica si se es sensible a estos compuestos.

Toxina Botulínica tipo A: También conocida como Botox, consiste en aplicar pequeñas dosis de esta  sustancia por medio de inyecciones intradérmicas para evitar la liberación de acetilcolina un neurotransmisor que estimula a las glándulas sudoríparas.

Iontophoresis: Se trata de una técnica en la cual se emplean iones y moléculas para conseguir diversos beneficios. En el caso de la hiperhidrosis, se utilizan electrodos en manos y pies, para bloquear la producción de sudor.

Cirugía: Se conoce como simpatectomía quirúrgica, es un procedimiento en el cual se cortan o se destruyen por medio de sustancias químicas nervios del sistema nervioso simpático. No todas las personas con hiperhidrosis son candidatos para este tipo de cirugía por lo que se debe realizar una evaluación antes de optar por este procedimiento.

Remedios caseros para la sudoración excesiva

Existen algunos ingredientes que comúnmente tenemos en casa y podemos utilizarlos como remedios caseros para controlar la sudoración excesiva.

Almidón de maíz

El almidón de maíz o maicena, es absorben y además tiene un olor muy discreto y suave, por lo que este polvo puede emplearse en áreas problemáticas. Para aplicarla, seca el sudor en la zona con un pañuelo, y después, espolvorea la maicena como si de talco se tratara, retira esta primera aplicación y vuelve a aplicar una nueva capa, de esta forma te asegurarás de que no se aglutine.

Aceite del árbol de té

Se trata de un aceite esencial que se extrae del árbol de té, es astringente y antimicótico, por lo que evita el desarrollo de hongos, un problema común en las personas que padecen de hiperhidrosis. Para utilizarlo para este fin, se debe diluir unas gotas del árbol del té en agua, ya que es muy potente, y utilizar dicha agua para humedecer las zonas sudorosas.

Té de salvia

Es un remedio ampliamente utilizado contra la sudoración excesiva, consiste en aplicar té de salvia templado con un algodón en las zonas en las que hay sudoración y dejar que seque.

Para la sudoración de  pies, además de aplicar el té de salvia, se puede añadir a los zapatos, hojas secas de salvia trituradas.

Acerca del autor
  • Miriam Reyes

    Miriam Reyes una profesional experta en nutrición y dietética. Tiene más de 12 años de experiencia en  atención a pacientes con sobrepeso y problemas de alimentación. Estudió en la Universidad del Valle de Atemajac  (UNIVA), donde obtuvo la licenciatura en nutrición. Perfil en Linkedin.