Hostigamiento laboral
¿Alguna vez te has sentido hostigado o abusado por tu jefe? ¿Cómo te has sentido? ¿Qué se debe hacer? Para responder a estas interrogantes, primero debemos analizar algo importante.
Para realizar cualquier actividad humana se necesita cierta tensión o presión a fin de responder a los objetivos de la organización. Sin embargo, hay ocasiones en que dichas presiones se vuelven problemáticas y provocan desajustes personales en el ambiente laboral.
¿Qué es mobbing?
El problema viene cuando las organizaciones endurecen los ritmos productivos, generando presiones en cascada, de manera que cada jefe las transfiere a los miembros de su equipo. Cuando alguien dice que no soporta a su jefe, puede querer decir “no soporto ésta organización”. Esto puede deberse a la presión que es sometido por los jefes, quienes a su vez, son víctimas de la presión de sus superiores y se convierten en cooperadores necesarios de la tensión que produce la organización, y genera un estado conocido como “mobbing”. Éste término procede del verbo inglés “To mob” que significa ser atropellado o atacado por la misma multitud. En la etología, el término to mob fue introducido por Konrad Lorenz para referirse al comportamiento agresivo de ciertos grupos de animales con el objetivo de echar a un intruso de su territorio.
La primera persona que estudió el mobbing como violencia psicológica en el sitio de trabajo, como causante de patología, fue el psicólogo alemán, Heinz Leymann. En 1986 descubrió el daño que puede generar en el empleado estar expuesto a un comportamiento hostil y prolongado por parte de los superiores o compañeros de trabajo.
Formas de abuso u hostigamiento
- Aislar a los compañeros de trabajo, impidiéndoles la comunicación entre ellos.
- Hacer comentarios de menosprecio a la persona por su apariencia, convicciones o raza.
- Ridiculizar al trabajador ante los demás.
- Acosar manifiesta o encubiertamente con insinuaciones o provocaciones de carácter sexual.
- Gritar e insultar a las personas bajo su mando.
- Amenazar verbalmente.
- Extender calumnias sobre las personas empleadas en el trabajo.
- Poner sistemáticamente en entredicho el trabajo del empleado.
- Ningunear al trabajador, no encomendándole tareas.
- Despreciar sistemáticamente las labores realizadas por el subordinado.
Cuando se sufre de abuso
Cuando este fenómeno ocurre, se desencadenan los siguientes factores, tanto internos como externos:
Internos
- Físicos: Cefaleas tensionales (dolores de cabeza), insomnio, alteraciones cardiovasculares, trastornos del sueño y digestivos, etcétera.
- Psíquicos: Irritabilidad, ansiedad, crisis de pánico, depresión, dificultades de atención y concentración, y alteraciones de la memoria. En algunos casos la persona, llega incluso a dudar de sí misma y a sentirse inferior.
Externos o medioambientales
- Disminuye la cantidad y calidad en su trabajo.
- Tiene dificultades para trabajar en equipo, frecuentes bajas laborales y le dan ganas de cambiar de empresa.
- La suma de personas insatisfechas genera un clima desagradable que afecta tanto a las personas como a la propia organización.
- Aumentan las distracciones y por tanto, el riesgo de accidentes por causa de los descuidos y las negligencias.
- Las frustraciones se traspasan a la relación familiar. Cuando alguien pasa un tercio de su vida o más agobiado por jefes que presionan desmesuradamente, termina desplazando su ansiedad a los que menos culpa tienen: los seres queridos.
Ponle fin al hostigamiento y abuso laboral
La solución al abuso u hostigamiento en el trabajo, es algo complejo, y requiere de un proceso de educación y reeducación, a fin de identificar las áreas de tu personalidad, sea consciente de su problemática e identifique y denuncie a su agresor, para lograr la salud mental y física que necesita.
De esta manera obtendrás satisfacción laboral que te lleve a cubrir en forma eficiente los objetivos de la organización con la calidad esperada, sin necesidad de sufrir un abuso.