La Comida ¿La Usas para Refugiarte de tus Emociones?

Publicado: 09/06/2013 - Actualizado: 20/03/2017

Cuando tenemos algún problema o dificultad, todos tenemos un amigo, un tesoro, un alimento, que nos da paz, calma, y nos ayuda a sentirnos mejor ante la adversidad o un estado de ansiedad. Al principio, una dosis es más que suficiente.

Cuando pensamos en algo que nos gusta hacer, ya sea comer un chocolate, o navegar en internet, nuestro cerebro enciende un sistema de recompensa, y de ésta forma cuando sucumbimos a ese deseo, apaciguamos nuestro “apetito”. Al principio, un poco es suficiente, pero cuando entramos en éste proceso, no pasa mucho para que, deseemos más.

¿Adicción a la comida?

No podemos afirmar que exista, una adicción como tal, pero sí, algo muy similar a lo que ocurre con los narcóticos, y es que cuando nosotros llevamos a cabo una acción que disfrutamos, como comer helado, nuestro cerebro, produce sustancias químicas como la dopamina, que nos hacen sentir una ráfaga de placer y satisfacción.

Así que si tienes un anhelo por comer algo, que podrías describir como un antojo, que está constante en tu mente y a veces no descansa hasta que lo obtienes, no es nada nuevo, es algo por lo que muchos de nosotros, sino es que todos, pasamos, o hemos pasado. Pero si ésta conducta se ha ido fortaleciendo hasta el punto que se nos imposible no ceder, es el resultado de un sistema de recompensa que se ha ido desviando.

No hay nada malo con nuestro cerebro, de hecho, el sistema de recompensa, resulta muy útil en el proceso de aprendizaje, y para alcanzar nuestros objetivos, sin embargo, si la comida se vuelve una recompensa para nosotros, muy seguramente tendremos problemas de salud en el futuro, derivado de nuestra alimentación y peso.

Alivio fugaz

A lo largo de nuestra vida, podemos encontrar en la comida, en la tecnología o en cualquier elemento que encienda la química del bienestar en nuestro cerebro, un refugio. Es decir, si no dormiste bien, despiertas por la mañana, cansado, de mal humor, podemos recurrir a unas galletas o algo dulce y una taza de café para elevar nuestra azúcar en sangre y “aliviarnos”. Muy rápido y eficaz para muchos, sin embargo, no es la solución, ya que en la medida que tomemos éstas acciones, la comida se volverá nuestro refugio, y antes de darnos cuenta habremos avanzado por el camino hacia el sobrepeso, y las enfermedades crónicas.

En efecto, los alimentos ricos en carbohidratos y grasas, estimulan a nuestro cerebro y nos sentimos mejor, sin embargo, la sensación es fugaz y se trata de una medida poco saludable.

¿Tienes mucho trabajo y estas comiendo todo el día?  Si “programamos” a nuestro cuerpo para aliviarse con la comida, cada vez que te sientas estresado, afligido, que algo te aqueja, o estas ante una dificultad, recurrirás a la comida, estaremos entonces, alimentándonos de nuestras emociones.

La mala noticia es que no todo concluye ahí, así como una adicción, las dosis que al principio te satisfacían, deben volverse cada vez más grandes, ya que entre más liberemos dopamina (sustancia que nos hace sentir bien) a través del consumo de alimentos, para sentirnos mejor, nuestro cuerpo, se adapta y disminuye sus receptores de ésta sustancia, de tal forma que el efecto parece ser menor con el paso del tiempo, y necesitamos comer más para sentirnos satisfechos, siendo cada vez más difícil retroceder.

Soluciones

Ya sea que te estés alimentando de tus emociones, o bien estés apenas tomando éstas alternativas, es importante saber, que se puede reprogramar a nuestro cerebro, y dejar de una vez por todas de refugiarnos en los alimentos para sentirnos bien.

  1. Haz conciencia: Muchas veces, ni siquiera nos ponemos a pensar que tanto puede afectarnos un alimento, simplemente lo ingerimos incluso, sin darnos cuenta en que cantidad lo estamos haciendo. Por ello siempre que vayas a comer hazte la siguiente pregunta ¿Es saludable? Y después ¿realmente tengo hambre? Si la respuesta a la segunda pregunta es “Sí”, busca una alternativa saludable a lo que vayas a ingerir, como fruta fresca, o un puñado de almendras naturales.
  2. No dejes que tu cerebro te controle, haz tuyas las decisiones: La planeación es importante, si sabes que, vas a tener un trabajo muy estresante, y el antojo de un chocolate será inminente, entonces plantéate esa situación e imagina cual será la opción saludable por la que vas a optar, algo como decir “ya sé que querré comer chocolate, pero en lugar de ello, voy a tomar una manzana”, es importante prever, porque así, cuando llegue el momento, nuestro cerebro, también sentirá el placer de comer una manzana, puesto que ha sido tu meta propuesta.
  3. Elige más calidad: A pesar de todo, se puede tener un gustito de vez en cuando sin temor a alimentarnos de nuestras emociones, hay opciones saludables e iguales de sabrosas que podemos emplear. Sí es el dulce, entonces opta por un puñado de pasas o frutas secas, además de azúcares naturales, tienen fibra que nos harán sentir plenos por más tiempo, incluso 25 gramos de chocolate oscuro (no blanco) es una opción que podemos considerar. Si te agrada lo salado, puedes recurrir a bocadillos integrales, o bien, tiras de pepino con sal y limón. La cuestión es evitar, a toda costa, recaer en los clásicos, de galletas  industrializadas, pastelitos, frituras, y en pocas palabras, aquellos alimentos que carecen de fibra, y son ricos en grasa, sales y azúcares.

Acerca del autor
  • Miriam Reyes

    Miriam Reyes una profesional experta en nutrición y dietética. Tiene más de 12 años de experiencia en  atención a pacientes con sobrepeso y problemas de alimentación. Estudió en la Universidad del Valle de Atemajac  (UNIVA), donde obtuvo la licenciatura en nutrición. Perfil en Linkedin.

16 Responder a “La Comida ¿La Usas para Refugiarte de tus Emociones?”
  • sallymar dice:

    Normalmente nos pasa que tenemos que refugiarnos en lo que mas nos fuste , como chocolates, helado, ya que sentimos la necesidad de calmar alguna tristesa, pensando que al comer mas chocolates dulces nos vamos a olvidar de estos sentimientos de tristesa, pero a la larga nos estamos dañanando ya que la ansiedad nos puede originar que elevemos nuestro colesterol o glucosa…. debemos de ser fuertes y tratar de manejar nuestros sentimientos y ansias de comer..

    • Mire dice:

      Hola Sally, seguramente que alguna vez nos ha pasado, el problema radica cuando esto se vuelve una conducta repetitiva, y aprendemos que el alimento nos ayuda a sentirnos mejor, pero siendo algo tan fugaz, siempre necesitamos más, y así nuestro peso aumenta. Si la situación se sale de control, cada vez se nos hace más difícil no recurrir a esos alimentos, y muchas veces ni siquiera nos damos cuenta. Es importante, que comencemos a cambiar esa conducta nuestra. Saludos!

  • Patricia Guerrero dice:

    Los «bocadillos» o entremeses, son peligrosos, o lo que vulgarmente llamamos «picar», porque se acostumbra al estómago a estar siempre con algo dentro de el, y provoca que secrete jugos gástricos más de lo normal, lo cual nos produce acidez y por consecuencia, gases que molestan muchísimo, a veces como eruptos o ventosidades.
    Es necesario comer a horas regulares hasta cinco veces al día, pero no «picar»; esto, a más de engordar, produce muchos trastornos estomacales y digestivos.

    • Mire dice:

      Hola Patricia, yo tomo 5 comidas al día, pero como mencionas estos bocadillos si los vamos a tomar, también deben ser saludables, como mencionas, recurrir a las papas fritas, los panecillos, o golosinas, es poco recomendable, y no sólo programamos al cuerpo a estar recibiendo alimento, también a ingerir y preferir dichos alimentos. Lo mejor es optar por fruta fresca, o un puñado de nueces, opciones que podemos comer entre comidas, que nos brinda saciedad por que aportan fibra, y evitar estar comiendo a toda hora. Saludos!

  • Angel dice:

    Una alternativa para evitar la ingesta de comida, o dulces, es tomar agua natural esta nos ayuda a quitar el apetito povocado por el estress y la ansiedad y nos hace mas provecho que el consumo desmedido de comida.

    • Mire dice:

      Hola Angel, excelente consejo el que nos brindas, ya que muchas veces confundimos la sensación de sed con hambre. También puede tratarse de un té verde, que es muy rico en antioxidantes e incluso nos ayuda a perder peso y a reducir el estrés. Saludos!

  • Sally dice:

    Cierto Mire lo malo es convertirlo en una acatividad repetitiva, y es lo que nos hace daño y subimos de peso y demás consecuencias. AEs mejor controlarnos y saber analizar la situación para enfrentar de una manera más sana nuestras angustias y ansiedades, como tener al frente nuestro alguna fruta que es mucho más sano y si es que verdaderamente tenemos hambre para saciar esta necesidad.Todo depende de nosotros de vez en cuando no es malo una golosina verdad?.

    • Mire dice:

      Hola Sally, por supuesto que sí, la clave, es no hacerlo para contrarrestrar una emoción por ejemplo de tristeza, no sé si te ha pasado que después de una mala noticia te dan ganas de refugiarte en alguna golosina, dicen por ahí, que «las penas con pan, son menos», pero si lo hacemos continúo, nuesro cuerpo se programará de forma que sólo comiendo nos sintamos cómodos y felices, es por ello que hay que recurrir a medidas más saludables, como salir a dar un paseo si enfrentamos un situación difícil, eso puede hacernos sentirnos mejor, y además nos ayuda a la relajación. ¡Saludos!

  • Sally dice:

    Ultimamente cuando estoy descansando, viendo la tele se me da por comer de un momento a otro, sera esto causa de ansiedad, no lo hago frecuente, pero me he dado cuenta que cuando tengo más tiempo me provoca comer y lo saboreo mucho mejor.

    • Mire dice:

      La televisión esta plagada con comerciales y propagandas de alimentos considerados en su mayoria de las veces poco saludables, y claro, si nos sentamos a verla, entonces, lo más seguro es que comeremos algo, por antojo, pero no es recomendable, lo mejor es comer, siendo conscientes de lo que estamos comiendo, es decir, con calma y sin distractores. ¡Saludos!

  • luci4na dice:

    Yo creo que eso nos pasa a todos, comemos por trsiteza, por alegría, por estrés, por ansiedad y nos la pasamos comiendo. A mi me ha pasado pero creo que cuando estas consciente de que no se trata de hambre es más facil controlar este impulso. Me ha pasado que digo comida comida y luego pienso… no es hambre, es ansia, y trato de pensar en otra cosa, tomar un poco de agua o un te y después se me pasa, y efectivamente no era hambre.

    • Mire dice:

      Hola Luciana, cuando estoy bajo mucho estrés, casi siempre lo identifico porque me dá esa ansiedad por comer a veces sin siquiera disfrutar el bocado, ciertamente, es muy importante conscientizarnos para poder limitar este impulso, saludos!

      • Luci4na dice:

        Tienes razón, hay que saber identificar el impulso y no caer, en la tentación y después pasa. Afortunadamente a mi me pasa que se me quita el hambre cuando estoy preocupada pero también he atravesado pos situaciones en la que la ansiedad no me permite dejar de comer.

  • Sally dice:

    Tomar conciencia creo que es lo más importante para empezar, dejar de llenar nuestra refrigeradora de productos ricos en carbohidrato, por el contrario aumentar las frutas y verduras que son una fuente baja en calorías. Además realizar otras actividades que nos aporten tranquilidad, como los ejercicios de taichí, yoga que nos generan paz y tranquilidad.

  • Sally dice:

    Es importante tomar en cuenta estas recomendaciones , cierto la ansiedad y las preocupaciones muchas veces nos generan ganas de comer por monotonía y no nos damos cuenta si esto es es bueno. Preferimos comidad chatarra que son agradables pero no saludables. Dominar nuestro cerebro de lo que nos es saludable es lo más importante.

    • Mire dice:

      He escuchado decir muchas veces que preferimos incoscientemente los alimentos chatarras que los naturales, yo creo que es porque tienen sabores intensos y en la actualidad, acostumbramos a nuestras papilas gustativas a estos sabores intensos, además, hay toda clase de publicidad que siempre nos sugiere comer alimentos chatarras. Por otro lado, los alimentos chatarras pueden generar una fugaz sensación de bienestar en nuestro cerebro, considero que por eso es tan atractiva, saludos!