La fusión espinal, una opción quirúrgica para enfermedades graves de la columna

Publicado: 08/04/2014 - Actualizado: 04/07/2016

La fusión espinal es una operación muy delicada que se usa sólo en casos extremos a fin de lograr que estén fijos los discos o parte de la columna vertebral. Durante la operación las vértebras son unidas entre sí con la ayuda de placas y tornillos con el fin de obtener la estabilidad de la columna vertebral. Una fusión espinal se recomienda sólo en casos extremos, como una enfermedad grave o una lesión de la columna vertebral después de un accidente grave, cuando se presenta una fractura vertebral.

Después de la cirugía, la movilidad espinal está limitada en parte o en su totalidad. Así las vértebras pierden su función como articulaciones y permanecen rígidas. Con la ruptura de las estructuras óseas, o escoliosis causada por un accidente, la fusión espinal puede mantener la columna vertebral estable de nuevo. Cabe mencionar que no se pueden revertir los efectos de esta intervención para recuperar la movilidad, por lo que sólo se realiza cuando otras técnicas no invasivas no pueden ayudar.

¿Cuándo es necesaria la cirugía?

Una fusión espinal es eficaz para las enfermedades muy graves que causan un gran dolor en la espalda y columna vertebral, o en un accidente grave con lesiones, donde es necesario  restringir el movimiento de las vértebras, de una parte o toda la columna vertebral. La idea es proteger las estructuras internas importantes, tales como la médula espinal.

Previamente se realiza un examen de rayos X y varios otros estudios en el paciente, para así posteriormente estabilizar la columna vertebral, como en el caso de fracturas y fisuras. En ocasiones el disco vertebral afectado se extrae y luego se sustituye por una prótesis. Cabe señalar que  para esta operación se requiere de anestesia general.

Los exámenes previos a la intervención se llevan a cabo más temprano en el hospital, y el paciente ya es hospitalizado un día antes de la cirugía. Se realiza un análisis de sangre y una radiografía, a menudo se pide también una resonancia magnética. Para algunos pacientes se recomienda un ECG. Todas estas medidas son necesarias a fin de evitar riesgos durante y después de la cirugía.

Fusión espinal invasiva o mínimamente invasiva

El método a elegir depende del grado de daño en la columna vertebral. La fusión espinal puede ser parcial o completa.  Un disco intervertebral puede ser completamente eliminado y reemplazado por una prótesis. El área perderá entonces su movilidad y por lo tanto este método también tiene un efecto permanente.

Los discos intervertebrales son las conexiones entre las vértebras que permiten el movimiento, son fibrocartilaginosos y flexibles. El cuerpo humano tiene 23 discos vertebrales, y corresponden al 25 % de la longitud de la columna vertebral.

Las prótesis o implantes se hacen generalmente de plástico o titanio, y  se suelen utilizar tornillos y placas para recuperar la estabilidad deseada, este se considera el método invasivo. El procedimiento se puede realizar desde adelante o a través de la espalda, es una operación costosa que debe ser llevada a cabo por cirujanos con gran experiencia, ya que la movilidad del paciente puede estar en peligro. Un método mínimamente invasivo sólo es adecuado cuando no hay partes de hueso que deban ser removidos. Aquí la técnica también es muy importante y los instrumentos deben ser manejados con absoluta precisión.

Complicaciones y efectos secundarios

Dado que esta operación es permanente, el endurecimiento de los discos intervertebrales de la columna vertebral  no se puede deshacer con una nueva intervención. Además  las estructuras y los nervios de la columna vertebral pueden lesionarse durante el procedimiento y tener efectos sobre la función motora y la sensibilidad del paciente.

Al igual que con cualquier otra cirugía, existe un riesgo para el sistema cardiovascular. La herida después de la intervención también es grande, por lo que esta es propensa a infecciones, y no hay que olvidar el dolor causado por la operación. La movilidad para el paciente es muy limitada después de la fusión espinal, especialmente en las primeras ocho semanas, lo que significa un riesgo de trombosis. Durante los primeros días posteriores a la operación es necesario un catéter para la eliminación de la orina.

El dolor de espalda puede ocurrir en el primer período después de la cirugía, ya que el paciente sólo puede permanecer acostado en ciertas posiciones, y ya menudo no se puede sentar. A veces el dolor permanece por mucho tiempo debido a las cicatrices y traumas post operatorios.

Después de este tiempo comienza la fisioterapia, esta permite que la columna vertebral se acostumbre al movimiento, incluyendo los ejercicios específicos y el entrenamiento de los músculos de la espalda, cuando estos están fuertes otra vez , impiden nuevas lesiones y el paciente puede  mejorar su calidad de vida.

Acerca del autor
  • Birgit Bastl

    Sus estudios universitarios los hizo en Alemania, donde en la Universidad Técnica de Berlín, donde estudió Marketing y Publicidad. Sin embargo, desde hace años, su trabajo se ha centrado en la comunicación y divulgación de hábitos de vida saludables. Linkedin.