La Miel no es para los Bebés

Publicado: 30/05/2012 - Actualizado: 30/06/2016

Aunque tiene propiedades muy beneficiosas para el organismo, acompañado de un sabor exquisito y natural, la miel de abeja, de caña o de maíz, es un elemento nocivo para la salud de tu bebé. Evita dárselo, hasta que tenga al menos un año de edad.

La miel, puede contener esporas de una bacteria conocida como clostridium botulinum. Estas esporas pueden germinar en el inmaduro sistema digestivo de un bebé causando botulismo, una rara enfermedad, potencialmente mortal, que ya ha causado estragos en el mundo.

Es sumamente importante que pongas atención y evites poner en riesgo la vida de tu bebé, pues no es raro que muchas madres primerizas ante los primeros problemas digestivos o de estreñimiento de su menor hijo, deseen recurrir al remedio laxante de la miel.
 
Incluso otras, impregnan con miel el chupete o chupón del bebé para que se calme, se duerma o simplemente se dé un gustito, tal cual fuera un premio. Ante ello la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se pronunció y dijo que la miel y sus derivados “no deben ser ingeridos, ni solos ni como endulzantes de otro producto, por niños menores de un año”.

Recuerda,  para salvaguardar la salud del bebé no se debe cocinar ninguno de sus alimentos con miel, ni siquiera un pan, un bizcocho u otro producto que ingrese a un horno o cocina, pues aunque la toxina presente en la miel es sensible al calor, las esporas son muy difíciles de matar. Debido a ello incluso actualmente hay una controversia entre algunos que indican que los alimentos comerciales, como los cereales son seguros porque se han calentado a una temperatura suficientemente alta, capaz de matar a las esporas y otros especialistas que aducen lo contrario.

Con un poquito no pasa nada

Es absolutamente falso que la enfermedad del botulismo pueda evitarse si le damos al bebé sólo un poquito de miel, pues la espora pueda hallarse aún en porciones muy reducidas.

Al ingresar las esporas de la clostridium botulinum al intestino del bebé, encuentran allí el espacio propicio para vivir y generar toxinas. Si fuera el caso de una persona adulta, la acidez del estómago y las bacterias beneficiosas que habitan en el intestino evitan que dichas esporas prosperen y no se produce el botulismo.

Pero en el caso de los bebés, las toxinas liberadas pasan a la sangre, atacan el sistema nervioso y es allí donde se produce la enfermedad neuroparalítica que impide el normal movimiento de los músculos.

Atenta a los síntomas

Si tu bebé ha ingerido miel, no importa la cantidad, estos son los signos o síntomas por los que debes estar alerta.

  • Letargo
  • Desgano
  • Falta de apetito
  • Constipación
  • Llanto débil
  • Falta de expresión en el rostro
  • Dificultad al tragar
  • Quijada caída
  • Debilidad muscular
  • Ocasionalmente, falla respiratoria.

     
Si observas que presenta no uno sino  varios de los síntomas mencionados, no dudes en acudir urgentemente a un centro de salud.

No olvides que el proceso de introducción de alimentos a los bebés es un proceso paulatino y gradual,  luego de que cumplen los seis meses. Posterguemos su ingesta de miel por lo menos hasta que cumpla los 12 meses. Luego podrá disfrutar de todos los beneficios que ésta le puede brindar

Acerca del autor
  • S.M. Aiquipa

    Licenciada en Comunicación. Ha complementado su trabajo como periodista con un profundo estudio sobre la dietética y los habitos de vida saludables. Sally tiene una sólida formación en periodismo y grandes dotes para la comunicación. Es capaz de explicar de forma clara, sencilla y entendible conceptos complejos o estudios científicos de alto nivel. Perfil en Linkedin.