La Miel, otra Alternativa del Azúcar en Nuestra Cocina

Publicado: 21/03/2015 - Actualizado: 14/08/2019

La miel es una de las fuentes más antiguas que conocemos para endulzar nuestras dietas, tal vez sólo las frutas le precederían y ya sus rastros pueden encontrarse en algunas pinturas rupestres y más latentemente en la antigua cultura egipcia, la miel fue alguna vez la reina en nuestras cocinas y sólo sería sustituida con la llegada de la caña de azúcar y sus ingenios para procesar sus azúcares que proporcionaron sabores dulces más neutros y un proceso de producción más homogéneo y de menor costo, pues antes la dulzura en las comidas era un lujo y aún hoy en día la miel no es precisamente el edulcorante más económico, sin embargo es un interesante y complejo elemento que puede integrarse en gran variedad de nuestras comidas.

No hay nada que tiente más a nuestro paladar que los sabores dulces, y éstos provienen de los carbohidratos que conocemos como azúcares, que son uno de los principales macronutrientes que incorporamos a diario en nuestras dietas y que tienen como función principal proveer energía a nuestros cuerpos. De los diferentes tipos de azúcares o edulcorantes que se han  introducido en las cocinas de todo el mundo uno de mis favoritos es la deliciosa miel.

La miel que normalmente encontramos en los mercados proviene de una especie de abeja conocida como Apis mellifera, en el continente americano hay otras especies de abeja que no cuentan con aguijón, pero debido a que colectan fluidos de fuentes más variadas, incluyendo cadáveres de animales, éstas mieles pueden resultar en ocasiones tóxicas o con sabores desagradables, por ello la popularidad de Apis mellifera proviene en su mayoría de las flores del reino vegetal, en especial de las leguminosas.   Los sabores de la miel varían mucho, debido a que toman características de los néctares que colectan que pueden dar distintos colores y sabores.

La miel encierra en diferentes proporciones los tres tipos de azúcares más comunes: glucosa, fructosa y sacarosa. Siendo la fructosa y glucosa los componentes principales, la fructosa es el que proporciona las notas más dulces dentro de la miel y también es el azúcar que se metaboliza más lento en nuestro cuerpo, de forma que eleva poco los niveles de azúcar en sangre, por ello en ocasiones se usa la glucosa para endulzar algunos productos para diabéticos, sin embargo la miel también tiene glucosa que es uno de los azúcares más simples y aunque resulta un poco menos dulce incrementa los niveles de azúcar en sangre, y un diabético tiene los niveles de glucosa siempre altos, por lo que si padeces éste problema es mejor consultar a un médico antes de consumir alimentos que contengan miel.

La miel  se mantiene libre de mohos y bacterias en las colmenas de las abejas, debido en parte al ácido glucónico que proporciona un pH ligeramente ácido y los peróxidos que contiene, propiedades que probablemente ayuden en los jarabes que contienen miel cuando nos enfermamos de la garganta, efecto que puedes probar con tan sólo ingerir una cucharada de miel con un poco de limón, y también parece ser que hay algunas proteínas antibacterianas dentro de la miel de forma natural.

La miel también posee propiedades antioxidantes importantes proporcionadas por los compuestos fenólicos que contiene, ayudando a atrapar los radicales libres en nuestro cuerpo y retardar los procesos de envejecimiento, propiedad que no sólo se traduce en nuestra salud sino que también es perfecta para ayudar en la preparación de alimentos, ya que retarda la aparición de malos olores y sabores desagradables o rancios, sobre todo en carnes que se hornean.

También la miel puede aportar un poco menos de calorías que el azúcar cuando la consumimos, por ejemplo en 100 gr de miel podemos obtener 304 calorías contra las 387 calorías que encontrarías en 100 gr de azúcar, de igual manera se reduce la cantidad de carbohidratos debido a un mayor contenido de agua en la miel, por ejemplo en 100 gr puede haber 82 gr de carbohidratos, y en el azúcar habrá 100 gr al ser el carbohidrato más puro.

La miel es sin duda deliciosa y se puede incorporar en la preparación de salsas, marinados, bebidas alcohólicas, pasteles y un largo etc. Es una buena manera de variar nuestra dieta y el tipo de edulcorantes que ingerimos todos los días, la mitad de los azúcares en la miel provienen de la fructosa que se encuentra en las frutas y no eleva los niveles en sangre de la misma manera que la glucosa, pero la miel no deja de ser azúcar y eso hay que recordarlo. También es importante que no se de a niños menores de un año, pues en ocasiones ha sido fuente para contraer el botulismo, tampoco es un vitamínico especial porque su contenido es casi nulo, por otro lado es fuente de antioxidantes y tiene algunas reconocidas propiedades antibacterianas, en resumen la variedad en nuestra dieta es importante y conocer lo que nos llevamos a diario a la boca siempre fascinante.

Acerca del autor
  • Dra. Loredana Lunadei

    La Dra. Loredana Lunadei es especialista en alimentación, dietética y nutrición. Realizó sus estudios en la Universidad de Milán donde obtuvo la licenciatura en Ciencia y Tecnología de alimentos. Posteriormente continuo sus estudios, realizando el doctorado también en dicha universidad. Linkedin.