Publicado: 22/01/2008 - Actualizado: 29/06/2016
Autor: K. Laura Garcés G
El estreñimiento y el sobrepeso son tan solo unos de los efectos que provoca un colón (intestino grueso) intoxicado y deficiente. La alimentación basada en nutrientes de baja calidad, hábitos descuidados y stress constante, la falta de ejercicio y la poca atención a lo que se come y el como se come, son costumbres e influencias de esta época que provocan una serie de desarreglos en nuestro aparato digestivo.
Si estos hábitos son frecuentes y persistentes, a la larga nos topamos con una serie de malestares y dolencias que son generadas debido a que en las paredes del intestino grueso (colon) hay una serie de material de desecho pegado, endurecido e incrustado que impide su funcionamiento normal. Esto comienza a generar una serie de graves consecuencias debido a la cantidad de toxinas que son guardadas y que no pueden ser eliminadas eficazmente. Esta acumulación de deshechos comienzan a trasladarse a otras partes del cuerpo. Esto aunado a la contaminación ambiental, los pesticidas, el uso del azúcar refinada, los preservativos y colorantes de los alimentos son sin duda los responsables de innumerables padecimientos como fatiga, envejecimiento prematuro, anemia, artritis, dolores de cabeza, fiebres, infecciones, alergias, depresiones, agresividad, angustia, inflamaciones de todo tipo, diabetes y otras muchas enfermedades crónicas.
Hay que tomar en cuenta que los intestinos no solo tienen la función de eliminar deshechos, sino que son además el lugar donde se absorben los nutrientes de los alimentos y de ahí circulan hacia los órganos y tejidos. El mal funcionamiento o la obstrucción del colon con desechos, el impedimento de una buena absorción de nutrientes puede provocar, además, anemia y todas las consecuencias que acarrea la mala absorción de nutrientes, entre ellas podría estar la obesidad, la cual, cuando el cuerpo no estar bien nutrido, aparece debido a que el cuerpo comienza a guardar reservas energéticas en forma de depósitos de grasa.
Un colon sano: soluciones
LAXANTES: Para mantener un colón sano y evitar todo lo anterior se han buscado muchas soluciones. El uso de laxantes, cada vez más fuertes, ha sido una entre tantas alternativas. Pero los laxantes o medicamentos no son en ningún caso recomendables a no ser que, los laxantes, sean completamente naturales como las ciruelas pasas, la linaza, el limón o el aceite de oliva, entre muchos otros. Los medicamentos y laxantes de farmacia son sumamente irritantes para las paredes del estómago e intestinos, su uso provoca que el colón pierda su capacidad para funcionar por si mismo y hasta lo llega a dañar.
HIDROTERAPIA DEL COLON: Otra de las formas para mantener un colon sano es la limpieza del colon con hidroterapia. Se dice que el colón debe ser lavado al igual que nos lavamos el cabello o los trastes, pues esta limpieza frecuente evita que, a la larga, el material de desecho se acumule y se endurezca, y el colon luzca tal y como se verían unos trastes sucios por muchos años. Más esto quizás no sea tan necesario si tenemos una dieta sana, un consumo alto de vegetales crudos y frutas frescas, un buen consumo de agua (3 litros al día) y hábitos de ejercicios. Lo cierto es que, en casos extremos, cuando en verdad se ha descuidado la alimentación y la vida es sedentaria, la hidroterapia del colon podría ser una alternativa, aunque algunos expertos opinan que esta terapia puede dañar al intestino grueso y causar una serie de consecuencias a considerar.
DIETAS: Lo más recomendable para este caso sigue siendo, sin duda, la dieta de limpieza o purificación, en donde se trata de ayudar al intestino a que deseche lo que ya no sirve y se limpie por medio de una dieta natural, libre de alimentos vanos y llena de fibra y nutrientes. Muchas de estas dietas resultan sumamente eficaces, pues no solo ayudan a limpiar el colon sino a todo el organismo, algunas de ellas son sumamente eficaces porque mientras limpian y desintoxican al organismo, lo mineralizan, lo embellecen y le ayudan a bajar de peso porque, además de desechar todas aquellas toxinas que inflamaban al cuerpo, además de limpiar la sangre, purificar los tejidos, limpiar y fortalecer la piel, los ojos, los pulmones, el hígado, el estómago y otros órganos internos, vigorizan al cuerpo con nutrientes de alta calidad, lo que provoca que el cuerpo vaya adquiriendo un equilibrio normal para abastecer las necesidades energéticas y desaparezca el sobrepeso. Comenzar el día comiendo o bebiendo cítricos y evitando la comida frita, eliminando el azúcar y el pan refinado y los embutidos, y procurando tomar cada día al menos un litro de jugo de verduras frescas y 2 litros de agua pura, el colón se mantendrá sano y eficiente.
HACER EJERCICIO: hacer ejercicio es algo que aumenta la circulación sanguínea y ayuda a los intestinos a evacuar normalmente, evitando que los materiales de desecho sean reabsorbidos nuevamente por el colon. La buena circulación y la buena respiración fomenta, además, una buena acción del alimento en todo el cuerpo.
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