¿Navidad con enfermedad, carencia, etc.? Atrévete a un festejo extraordinario
¿Quieres en verdad hacer de este día algo inolvidable? La mayor parte de las personas que celebran la navidad intentan que el festejo sea algo único y que tenga algún significado especial la celebración. Y aunque hay ciertas tradiciones que se repiten como la cena, el baile y quizá la oración, etc., no cabe duda que al celebrar la navidad buscamos lo nuevo, lo diferente, lo profundo e incluso mágico. ¿Y cómo lograr eso cuando la vida es un caos y hay limitación, carencia y dolor? Para hacer de este día algo realmente mágico hay que estar muy presentes, más allá de lo que hagamos en la fiesta, hay que tener cierta disposición para realmente podernos transportar a un momento fuera de lo común, lo cual resulta difícil en situaciones adversas. Sin embargo, aquí te damos algunas claves para que, sea como sea que este tu vida, este día se convierta en uno de los mejores de tu vida y puedas hacerlo extensivo a todos los momentos que están por venir.
¿Navidad con problemas, deudas, enfermedades y carencias?
Olvidarnos un poco de nosotros para compartir con los demás es una de las mejores formas de pasársela bien con los seres queridos. Sin embargo, si no te sientes muy bien contigo mismo o con tu vida, si hay problemas, carencias, deudas o enfermedades, te recomendamos que antes de salir al festejo hagas una meditación contigo mismo.
Conéctate con lo grandioso dentro de ti mismo
La meditación es uno de los recursos más mágicos y poderoso que hay, nos ayuda a transportarnos a profundidades dentro de nosotros que pueden resultar en verdad mágicas. Para lograr un día muy especial te recomendamos seguir los pasos siguientes:
- Busca un momento en el día y un lugar donde puedas estar contigo mismo, de preferencia un día antes de la noche de navidad o en la mañana muy temprano antes de iniciar tus actividades.
- Busca una mesa o un espacio especial y prende una velita del color que te guste. Siéntate frente a ella, apaga la luz o cierra las cortinas si hay luz de día y enfocarte en su llama.
- Luego, visualízate dentro de esa pequeña luz en las circunstancias en la que está tu vida. Observa bien lo que te preocupa, duele o te da miedo, y contempla un momento lo que sientes en verdad al verte así, obsérvate sin juicio, solo mírate como vives tu vida y acepta cualquier sentimiento que te venga como enojo, miedo, desesperación, no lo detengas, permítete sentirlo.
- Luego, dite a ti mismo que todo lo que vives en este momento es para aprender a ser más grandioso de lo que eres, que cada experiencia es para conocer algo que no sabías, y que por más adversas que parezcan las condiciones, hay algo en todo ello por descubrir.
- Una vez que te hayas hablado y te hayas dado confianza en que no hay nada de malo en vivir lo que vives, entonces dite a ti mismo que esta navidad nacerá algo nuevo en ti, quizá más confianza, más amor, más libertad o lo que te guste, y el nacimiento de esta cualidad te llevara a la solución de cualquiera que sea tu problema o carencia. Agradece lo que vives porque las personas más brillantes del planeta han pasado por cosas similares o aun más desafiantes, la pobreza, la enfermedad, la limitación pueden despertar en ti cosas asombrosas si realmente dejas de sentirte víctima y empiezas a volverte el creador de tu vida.
- Luego, observa en esa pequeña llamita las cosas buenas que si hay en tu vida, los amigos, tu casa, lo que sea, por más podre o difícil que pueda ser algo siempre habrá algo bonito que si se tenga. Si no encuentras nada enfócate en tu cuerpo, en tu respiración, y observa cómo cada vez que respiras hay algo que te regala la vida, y que estás vivo y tienes la vida que tienes no por casualidad ni suerte, sino porque hay algo dentro de ti más sabio que te pone en ese lugar y momento como un desafío para que te vuelvas más hábil o creativo, más fuerte y más comprensivo contigo mismo.
- Luego, mientras observas la llama dite a ti mismo cinco veces: “Confío en mi, me acepto como soy y estoy orgulloso de la vida que he llevado, pues se que siempre he hecho lo mejor que he podido y estoy abierto a dejarme llevar por nuevos caminos que me conduzcan a mi mejor bien y me hagan nacer en nuevas realidades más grandiosas, libres y abundantes. “ Y que así sea.
- Una vez que hayas pronunciado este decreto con firmeza y paciencia, sintiendo las palabras, entonces obsérvate en esa pequeña llamita rodeado de luz, y siéntete amado y protegido por el universo, siente su abrazo caluroso, su luz, su abundancia ilimitada.
- Cuando te hayas llenado de esta luz y de esta sensación de paz, apaga la velita, y llévate en la memoria de cada una de tus células esta sensación de paz, de bienestar, de confianza y aceptación de lo que vives y eres. Entonces apaga la luz con u soplido y agradece el momento que has tenido contigo mismo.
Al finalizar sta meditación, estas listo para salir al festejo. No importa con quien festejes, si estas solo, medio acompañado o totalmente acompañado. Hay algo en ti que ahora sabes que te acompaña, te has recordado a ti mismo que el nacimiento de cada dia depende de tu disposición a querer fluir y aprender lo nuevo, sabes que nada es eterno, que los problemas son un desafio para crecer, y que si te centras en tu poder interior la vida entonces, por arte de magia, se convierte en algo realmente extraordinario. Y cuando llegues a tu festejo de la navidad, entonces si, olvídate de ti mismo e intenta compartir con los demás, déjate libre para ser tu, y encuentra en tu creatividad todo lo que puedas para hacer de este día algo inolvidable. Sabes ahora que eso depende de ti y también sabes que cuando la vida esta "más oscura", es cuando puedes hacer brillar lo que eres.