Ni tonta ni buena: simplemente lo que soy
Linda, amable y cortés. A todo dice que si y sonríe por todo. Esta personalidad puede parecer agradable y muy aceptable para los demás, las chicas y los chicos así parecieran que no tienen ningún problema en relacionarse, no causan fricción ni se enredan en líos, se dice que son de buen corazón (ellos mismos se catalogan así), suelen ser un buen refugio de quienes necesitan ser escuchados y ayudados, y difícilmente (muy difícilmente) te dirán que no si necesitas su ayuda.
Sin embargo, muchas veces las personas muy lindas o buenas, no están, en el fondo, tan sonrientes y en paz como los miran los demás. Muchas personas “buenas” o muy complacientes en el fondo se sienten solas, distantes de los demás, no muy entusiasmadas con sus vidas. Esto podría suceder porque en el intento de ser “algo” especial para los demás, se deja a un lado lo que verdaderamente uno siente, piensa y quiere. Si se vive complaciendo al prójimo, se puede perder de vista el contacto y la relación con nosotros mismos, y esto puede llevarnos a una vida no muy realizable ni satisfactoria
¿Buena o tonta?
Pensamos que ser tonta no es lo mismo que ser buena. Tonta es dejarse de los demás. Ser buena es tratar de hacer cosas constructivas por los demás. Y si bien uno debe intentar que los demás se sientan y estén bien, ya es sabido que no podemos hacer felices a los demás si no podemos encontrar la felicidad en nosotros mismos. Si uno intenta ser bueno o dar felicidad a alguien, sin antes sentirse realmente realizado o feliz, entonces lo que está dando a los demás no es realmente honesto, podría provenir de un sentimiento escondido de querer ser importante o valioso a partir de los demás. Cuando ocurre esto, estamos silenciosamente esperando que el otro nos de aquello de lo que carecemos. Para saber si estas dependiendo de los demás o queriendo ser bueno dejando atrás lo que tú eres, puedes observar estos comportamientos:
- Sientes que abusan de ti.
- Te enfada que los demás no te tomen en cuenta.
- Te sientes a menudo solo e incomprendido.
- Te interesa mucho la aprobación y aceptación ajena.
- No puedes decir que no.
Sentirse importante a partir de los demás
Tratar de ser muy complaciente y permitir que abusen de ti es síntoma de baja estima. Cuando uno no se siente realmente importante, valioso, aceptado, amado, etc., en la vida, entonces quizá buscara la forma de hacerlo. Y una de estas formas es intentar que los demás lo acepten, admiren y necesiten, por medio de ser “bueno” con ellos. Si me necesitan, me sentiré importante. Si tengo la atención de los demás, me aceptan y no tengo líos, y hablan bien de mi, esto es bueno para nutrir la propia afectividad y mi propia estima. ¿Qué pasaría si no me necesitaran los demás? Quizá no sería tan feliz.
¿Por qué me siento inseguro si los demás no me aceptan o toman en cuenta? Porque yo carezco de mi propia aceptación y quizá no me valoro. Cuando es mucha mi necesidad de ser aceptado o valioso, o no me siento muy importante o especial, entonces necesitare de los demás para nutrir este aspecto de mi mismo.
Entre más baja sea la percepción de la persona, y menos considere lo que es, o menos noción tenga de lo que es, y de sus propios valores y potenciales creativos, más se vuelve esta un barco a la deriva, un barco que es fácil de manipular y del cual todos pueden aprovecharse o manipular al antojo. Cuando una persona tiene carácter creativo y se autoconstruye dentro de sus propios valores, y se conoce, acepta y trata de emprender su propia vida, entonces su atención esta concentrada en su felicidad y la forma en cómo llegar a ella, y entonces su enfoque no estará en lo que piensen y digan los demás, ni tratara de ser nada que no es, porque eso interfiere su propio potencial.
Cultivando un carácter honesto
Aquí e damos algunas claves para que comiences a autoconstruir una imagen y una vida que sean buenas y poderosas para ti. Y si son buenas para ti, lo son para quienes te rodean.
- Conoce tus fortalezas, potenciales y debilidades, y aprende a nutrirte de las experiencias leyendo cosas que te retroalimenten.
- Evita juzgarte y criticarte, habla a ti mismo en un tono amable, tratarte como si fueras tu mejor amigo o amiga.
- Acepta lo que eres y conócete un poco cada día. No abuses de ti, si así lo haces, los demás abusaran de ti.
- Platica contigo a menudo de lo que te gustaría ser o de la imagen que te gustaría proyectar allá afuera, y empieza a enfocar tu energía y acción hacia allá.
- Escucha y valora lo que dicen los demás, pero decide tu lo que quieres hacer de acuerdo a lo que mejor te conviene.
- Quiere lo que eres y se natural, aprende a decir que no cuando no quieras, no hagas las cosas para hacer sentir bien a los demás, recuerda que a quien tienes que hacer feliz es a ti mismo.
Y por último, ten en cuenta que los que te rodean no buscan realmente personas que hagan lo que les dicen todos, sino personas creativas y genuinas con quien puedan compartir algo original de la vida.