Niños que disfrutan la comida

Publicado: 16/12/2008 - Actualizado: 11/07/2016

¿No come bien tu hijo? ¿La hora de la comida se ha convertido en un momento de angustia? La desesperación de muchas madres cuando sus hijos no comen parece ser un tema que preocupa más de lo que pensamos. En realidad, es casi imposible que un niño muera de hambre o este desnutrido cuando tiene a su disposición comida y se le ofrece. Un niño, por naturaleza, siempre comerá lo que necesite, este es un instinto de supervivencia, la necesidad de alimento es algo espontáneo. Los niños desnutridos en lugares donde hay comida, se deben a que padecen de alguna enfermedad severa como insuficiencia renal, cáncer, etcétera.

¿Niños desnutridos?

Basta que nos demos una vuelta por los consultorios de los pediatras para que notemos que uno de los problemas que más abundan son las madres que dicen que sus hijos no comen nada, que sus hijos se ven delgados y pálidos. Las quejas dicen: “Apenas si toma unas onzas.” “No prueba bocado.” Incluso hay unas que afirman que “desde que nació no come nada”. Y muchas veces se ve por ahí al niño corriendo y haciendo travesuras. 

El estrés causado por que los niños coman “bien”

Muchas de estas preocupaciones se deben en parte a la propaganda de muchos medios publicitarios que recomiendan un sinfín de alimentos para los bebés y los niños, acentuando cosas como “para que tu bebé crezca bien…” “para que tu niño crezca sano y fuerte” “para que tu niño no se enferme…” y acompañan estos mensajes en algunas ocasiones con una serie de imágenes que hacen sentir a la madre que es absolutamente necesario que el niño coma y coma y coma… 

Los pediatras, por otro lado, en algunos casos también tienen que ver cuando recomiendan cada vez más alimentos mientras por el otro lado el niño come menos. También contribuye al este estrés alimenticio la creencia de que el niño no debe comer si no es guiado estrictamente por las instrucciones del médico Con todo este bombardeo, la madre se empieza a angustiar con la más mínima evidencia que a su parecer le muestre que su hijo no quiere comer, y entonces comienza poco a poco la batalla a la hora de la comida, en donde ni la madre ni el niño por lo general salen bien.

¿Cuánto debe comer un niño en los primeros años de vida?

Esta es una pregunta que muchos pediatras podrían contestar valorando muchas cuestiones. Sin embargo, es importante que consideres lo siguiente para que tu niño comience a comer exactamente lo que necesita, este muy bien nutrido y, además, goce de la hora de la comida:

1. Tu niño debe comer simplemente lo suficiente: Sabe desde ahora que comer más no es sinónimo de crecer, pues si un niño come de más, como cualquier persona, eliminará lo que le sobre o, peor aún, lo convertirá en toxina, y si hay sobredosis y no existen las condiciones de una buena eliminación, se acumulará y convertirá no sólo en sobrepeso, sino que se dará pie a muchas probables enfermedades, en especial las alergias, el estreñimiento, el catarro, las flemas, los problemas de piel, etcétera.

2. Los alimentos de antes carecian de la fortificación adicional que se les hace ahora a los alimentos con una serie de vitaminas, minerales, etcétera. Asi que las necesidades y el nivel de saciedad del cuerpo se modifica severamente cuando se consumen productos fortificados.

3. Los alimentos no se introducen, se ofrecen: antes de los seis meses, lo que se aconseja es que el niño beba pura leche materna. Cuando pase de esta edad, poco a poco hay que irle ofreciendo frutas y verduras en papillas muy sencillas. El Pediatra Carlos González muy acertadamente dijo alguna vez, que cuando escuchaba que alguien decía “introducir alimentos” era como si estuvieran poniendo al niño un supositorio. Y efectivamente esta es la impresión que da la palabra introducir. Asi que ofrece poquito, y deja que el bebé te vaya pidiendo más.

4. No fuerces a comer: cuando pase del año, sigue ofreciendo la comida, no fuerces, si no hay hambre  pues como yo digo: todo, por más bello y satisfactorio que sea, si se vuelve una obligación, pierde su encanto. Imagina que a ti te obligaran dia a dia a comer tres platos repletos de tu platillo favorito. Ibas a acabar, tarde o temprano, por despreciarlo, sobre todo si te dicen ¡no te paras de la mesa hasta que te lo acabes! Que martirio, sobre todo si te hacen "avioncitos", chnatajes y demás para que comas.

5. Entre el año y los primeros 3 o 4 años, el apetito de los niños suele ser muy variable, a veces apetecerá comer, aveces no. Es recomendable que le permitas esta libre demanda los primeros tres años, evitando darle, sin embargo, dulces o comida chatarra que le sacie el apetito de momento pero que no le nutra. A partir de los 3 o 4 años si no tiene hambre, retira el plato, no lo forces, ni amenaces ni nada de eso, pero avisale simplemente que no habrá nada hasta la siguiente hora de comida. Por ejemplo, si no comió en el desayuno, no le des nada hasta la hora de la comida. SI tiene mucha hambre entre horas, afrécele una furta si acaso. 

6. Lo que quita el hambre: los dulces, aliemntos azucarados y los productos de panadería suelen llenar a los niños sin aportarles prácticamente ningún alimenticio. Evita acostumbrarlos a ellos, si no se los ofreces y respetas sus horarios, ellos no se acostumbraran a consumirlos.

7. La ansiedad y el nerviosismo: otra de las cuestiones que puede llegar a quitar el hambre son los estados emocionales exagerados. Si tu estás tensa o ansiosa porque tu niño no come, el sin duda lo sentirá, y menso comerá. Debes relajarte y confiar en que la naturaleza es sabia y sabe como hacer su labor.

8. Evita el azúcar refinada: el azúcar refinada es uno de los “alimentos” más nocivos que hay: además de quitar el hambre y dar una sensación de saciedad, pudre los dientes, debilita el sistema inmunológico, desequilibra el sistema hormonal, desgasta el sistema nervioso provocando niños (o adultos) estresados, nerviosos y ansiosos y con sobrepeso. Si tu ya tienes el hábito de consumir refrescos, jugos enlatados, dulces, etcétera, procura hacer un esfuerzo por que tu hijo no lo haga, y nole ofrezcas estos productos. En verdad evitarás, créeme, muchas enfermedades y medicinas y además tendrás a niños más sanos emocionalmente. 

9. El horario para comer es algo que se aprende: si tu tienes una vida descontrolada o comes y desayunas a diferentes horas, será difícil que el niño se adecúe. Los niños que van a guarderías o a escuelas donde desayunan o comen, tienen los horarios para comer muy establecidos, pues su medio hambiente se los fomenta.   

10. Y por último, goza la hora de comer! es necesario que desde los primeros meses que ofrezcas alimentos a tu bebé, procures que estos siempre sean de la mejor calidad y frescura posible, es decir, que coma variado y sin tanta azúcar, grasa, y productos procesados. Y procura hacer de la hora de la comida un momento de placer y no una batalla, invita atu hijo a preparar los alimentos contigo y permite que el elija de vez en cuando el menú, platica de cosas agradables mientras comen, no lo reprendas en este momento, ni le reclames ni lo apures, y verás que poco a poco el solito llega a la mesa a comer con una sonrisa.

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin