Precauciones con la piel al tomar el Sol
Tomar el sol es uno de los pasatiempos en los que más invierte un vacacionista cerca de la playa o la piscina, y una de las actividades que pueden ser en verdad nocivas para la piel y causar desagradables consecuencias si no se toman las debidas precauciones. Tenderse bajo el sol, ciertamente, da un color dorado muy atractivo a la piel, sin embargo, debes considerar lo siguiente si es que planeas ya sea asolearte, nadar o realizar alguna actividad bajo el sol como visitar ruinas o caminar por lugares soleados por un periodo largo de tiempo. Para que puedas disfrutar del sol con confianza, a continuación te damos unos tips excelentes para que tu piel no se deshidrate ni desgaste y puedas prevenir posibles quemaduras, insolaciones y hasta las arrugas que aparecen más tarde como consecuencia de malos cuidados y hábitos a la hora de tomar el sol.
Los rayos UVA
Los rayos UVA son aquellos que a lo largo de los años acaban por provocar una degradación de las fibras de colágeno y de elastina de la piel, por consiguiente, la piel pierde su suavidad, su tersura y su firmeza, y las arrugas pueden marcar prematuramente nuestra piel.
Cuidados generales con los rayos UVA
- Horarios para tomar el sol sanamente: evita tomar el sol en las horas dónde los rayos son más fuertes, que es entre las 12:00 y 17 hrs. La mejor hora es temprano por la mañana, entre las 6: 00 am hasta las 11:00 am. Esto ha de tomarse especialmente en cuenta con los niños y bebés, ya que los rayos infrarrojos son especialmente peligrosos para ellos debido a su sistema de termorregulación es hipersensible y se desajusta fácilmente.
- Aplicar bloqueador solar frecuentemente: este es el secreto para que un bloqueador en verdad funcione, pues no importa tanto si es factor de protección 40, 60 o hasta 100, si no lo aplicas con frecuencia no protegerá tu piel lo necesario.
- Exposición progresiva al sol: esto es recomendable, de manera que la piel se vaya acostumbrando a recibir la luz del sol.
- Descanso entre las tomas de sol: si acaso nadas o estás en el mar en estas horas, date tiempos de descanso y sal del agua cada media hora o cuarenta minutos. En este lapso, aplica alguna crema humectante, como las cremas o aceites de coco o gel de aloe vera, que son ideales para proteger y lubricar la piel, además de que ayudan a restaurarla de la exposición al sol. Una vez que te la apliques, descansa de entre veinte a media hora y vuelve aplicar el bloqueador solar. Si la exposición al sol es muy prolongada, los rayos acaban por alcanzar las células de la epidermis, disminuyendo su capital de defensa.
- Debes de tomar mucha agua, de manera que tu piel este muy bien hidratada. El agua mineral con unas gotas de limón y unas cucharadas de clorofila es una alternativa ideal para mantener tu piel y prevenir la deshidratación. Prepara un litro de agua con estos ingredientes y llévalo a la playa o dónde sea que vayas a estar bajo el sol. Da tragos a cada rato.
- Uso de gorras, cachuchas, playeras: son buenas en especial para los niños pues los protegen del sol y la luz directa sobre la cabeza, los hombros y la esplada.
- Alimentación: los jugos de frutas y verdura fresca son excelentes para nutrir la piel. El consumo de frutas y vegetales frescos te puede ayudar a preparar tu piel para la exposición al sol y, demás, algunas verduras y frutas pueden ayudarte a acentuar tu bronceada. Los vegetales recomendados para esto son los que contienen alto contenido de betacaroteno, como la zanahoria, la papaya, el durazno, el camote o aquellos que son de color anaranjado. Estos vegetales, además, contienen un alto contenido de vitamina A, que es ideal para nutrir y proteger la piel.
Consecuencias de la exposición excesiva al sol
A corto plazo:
- Insolación: los niños en especial tienden a sufrir esta consecuencia cuando se les permite que naden por periodos largos de tiempo.
- Deshidratación: si el sistema de regulación de la temperatura corporal, asegurado por la transpiración, se satura, existe el riesgo de una deshidratación grave. Por eso es muy importante estar bebiendo agua y darse periodos de descanso.
- Resequedad y quemaduras.
- Ámpulas.
- Irritación y enrojecimiento de la piel.
- Salpullido.
- Dolor de cabeza.
A largo plazo:
- Arrugas.
- Envejecimiento cutáneo.
- Manchas oscuras y claras en la piel.
- Cáncer de piel. La exposición crónica al sol, como la que tienen algunos deportistas, marineros o agricultores, puede provocar este tipo de padecimiento.
Así que ya sabes, que no se te olvide empacar en tu maleta estos valiosos consejos, sobre todo si tienes pequeños en tu casa debes de mantenerlos muy presentes.