Publicado: 24/09/2007 - Actualizado: 27/03/2014
Por definición, en la agricultura y ganadería ecológicas se prohíbe el uso de sustancias agrotóxicas como pesticidas, herbicidas, fungicidas y otros productos de origen químico de síntesis y de organismos genéticamente modificados.
Este principio básico, unido al mantenimiento de los ciclos naturales de producción y al empleo de prácticas protectoras y respetuosas con el medioambiente, hace que el resultado sean alimentos de una calidad organoléptica superior, que se percibe en aspectos como el sabor, la textura o el olor, y también en los elementos nutricionales que aportan.
Al hablar de los alimentos ecológicos no hemos de considerar únicamente a los alimentos frescos. La oferta biológica es muy amplia y existen numerosos productos elaborados que se caracterizan por emplear exclusivamente ingredientes que proceden de la agricultura ecológica.
Estos productos también está certificados por los organismos que controlan la producción biológica y se caracterizan porque en su proceso de elaboración no están permitidos el uso de aditivos, aromas, ni conservantes no naturales. El consumidor ha de tener en cuenta que, mientras en la industria alimentaria convencional se permiten cerca de 3.000 aditivos, en la industria ecológica sólo se permiten unos 36.
La variedad de productos elaborados ecológicos es tan amplia como la oferta convencional. De esta forma se pueden encontrar en el mercado conservas, mermeladas, pastelería, pan, aderezos, preparados de carne, embutidos, etc. que se caracterizan por un proceso de elaboración en el que no han intervenido productos químicos, lo que repercute en un sabor característico y auténtico y en beneficios para la salud.
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clarinda
Esta explicación es perfecta para aquellos que no saben todavpia de que se trata la alimentación ecológica.