Proteínas animales
Las proteínas fueron las primeras sustancias que se identificaron como una parte vital de los tejidos vivos. El nombre derivó hace más de un siglo de una palabra griega que significa “ de primera importancia “. Las proteína desde el punto de vista etimológico significa “el primero” o “primer lugar”. Son moléculas muy abundantes en los organismos vivos, constituyendo, aproximadamente, el 50% del peso seco de las células. Están compuestas de aminoácidos. Se sabe que en la actualidad se consume en el “mundo desarrollado” más del doble de los requerimientos proteicos aceptados por la Organización Mundial de la Salud ( OMS ) y organismos sanitarios de los distintos países, mientras que en países del Tercer mundo observamos una grave carencia proteica.
A este evidente despilfarro energético debemos añadir que la mayoría del consumo de proteínas es de origen animal.
Así a nivel de proteínas podemos concluir que no hay que abusar y que del total de la comida sólo deben representar el 10-12 % siendo recomendable de 1 gr/kg. de peso a 1,1 gr/kg. de peso. Como veis pocas y de calidad. Las proteínas las obtenemos de las carnes, huevos pescados, lácteos, legumbres, frutos secos y cereales, principalmente.
Si son carnes que sean con Label y mejor aun de ganadería ecológica
El consumo habitual de carnes nos proporciona cantidades excesivas de proteínas y de grasas saturadas. Una dieta rica en proteínas genera subproductos tóxicos en forma de nitrógeno no utilizado; la eliminación de estos subproductos puede sobrecargar seriamente los riñones a no ser que se beban grandes cantidades de agua. Una dieta rica en grasas está desaconsejada por todos los nutricionistas.
En nuestros tiempos modernos, como sucede con casi todos los demás alimentos, el mayor problema relativo a la carne es la degeneración de su calidad intrínseca. Hay gran diferencia entre consumir carne de caza o carne comercial, aunque es justo comentar el esfuerzo de la autoridades de superar el escándalo de las “ vacas locas “, ofreciendo al mercado carnes con una calidad cada vez mayor, respetando los ritmos de crecimiento de los animales y evitando hormonas de engorde, antibióticos necesarios por el desarrollo insano en establos…. . Estas hormonas de engorde presentes en leche y carne de vacuno no es irracional pensar, que si engordan a las vacas, engorden a los consumidores y les den serias alteraciones de sus aparatos reproductores.
Incluso hacemos un llamamiento a los gobiernos que no solo basta con recomendar el pasto de los animales para obtener un label de calidad, sino que los lugares de pasto deben ser exentos de pesticidas, herbicidas y otras sustancias tóxicas empleadas en el cultivo de pastos, pues los animales condensan en sus tejidos estas sustancias químicas, que más tarde se introducirán en nuestro cuerpo, siendo un factor más de degeneración del hombre moderno actual.
El problema actual de la carne, entonces, no es que sea carne, sino que sea carne “ sucia “, adulterada con productos químicos, carne de animales enfermos y excesivamente medicados.
En la actualidad muchos animales mueren en el traslado al matadero.
El consumo excesivo de carnes produce
- Acidificación de la sangre, lo que facilita las precipitaciones de colesterol y otras sustancias para formar los cálculos biliares y renales, así como cristalizaciones de ácido úrico que se manifiestan en forma de reuma.
- Constipación intestinal por ausencia de fibras.
- Endurecimiento de ciertos órganos, como riñones, hígado, estómago, bazo y páncreas.,
- Favorecimiento de la arteriosclerosis.
Induce a un comportamiento agresivo y batallador susceptible de generar una rigidez excesiva en el consumidor, que le lleva a la no aceptación de puntos de vista diferentes del suyo propio. Baste recordar la costumbre que existía antiguamente de alimentar guerreros con carne y sangre.
Vuelve a los individuos fanáticos, lo que conduce a las revoluciones, guerras…… . de lo que hay numerosos ejemplos a lo largo de la historia.
En resumen se podría consumir poca carne, dos o tres veces por semana y con aval de garantía de calidad.
Si son huevos asegurarse de que no sean de granjas “ campo de concentración ”, gallinas que encerradas en una caja son manipuladas como máquinas con el único propósito de poner huevos, cuando no nos olvidemos son seres vivos, estos huevos pueden ser consumidos sin peligrar la salud del comensal pero por la comida concentrada que realizan las gallinas y su extrema inactividad, son huevos con la yema cargada de grasas saturadas nada recomendables para la salud. Aquí hay que ser exigentes y buscar huevos alternativos que por suerte ya existen en el mercado de gallinas de caserío, con alimentación controlada para aumentar su calidad y si quieres tener garantías solicita huevos ecológicos con el sello del Gobierno Vasco, que se venden en multitud de establecimientos e incluso los podemos comprar directamente al productor los Jueves en el mercado de la Plaza de Toros.
Es importante recordar que los huevos son células reproductoras del aparato femenino de un ser vivo y que lo hace menos recomendable su consumo a nuestras mujeres y al sexo femenino en general. Esto no tiene connotaciones machistas pues a la mujer no le hace falta comer huevos para tener autoridad pues posee otros valores que no es este el lugar de hablar de ellos.