Reciclaje doméstico
La conciencia por el reciclaje ha experimentado en estos últimos años un aumento considerable, pero todavía queda mucho trabajo por realizar para conseguir que España se acerque a porcentajes similares a los países del norte de Europa.
Aunque el reciclaje del vidrio y papel es el más popular y el más extendido no es el único. Hay un gran número de consejos que se pueden seguir para ahorrar y ser aliados de la naturaleza, sólo es necesario un cambio en el comportamiento de cada uno de nosotros para poder conseguir que nuestros hábitos estén encaminados a mejorar el medioambiente y nuestro entorno.
Todo esto lo podemos hacer tan solo con un poco de esfuerzo en nuestras tareas cotidianas, debemos en primer lugar, empezar por no hacer gastos innecesarios.
Plantearnos antes de ir a la compra si aquello que queremos comprar es realmente necesario, de esa manera ahorraremos a la vez que haremos una compra responsable.
Cuando un mueble se deteriora quizás sea posible repararlo. Si aún así decidimos sustituirlo, siempre podemos optar por venderlo o bien regalarlo a alguien que lo pueda necesitar. Si estas opciones no son posibles, deberemos dirigirnos al Ayuntamiento, donde nos indicarán cómo debemos proceder en lugar de dejarlo tirado en medio de la calle. Siempre se debe intentar una solución alternativa antes de tirar cualquier objeto por pequeño que sea.
Si organizamos bien nuestro espacio podremos fácilmente reciclar papel, vidrio, pilas (altamente contaminantes), medicinas caducadas y radiografías (en nuestra farmacia habitual estarán encantados de recogerlas), plásticos, envases, latas, metales, aluminio.
Es más ecológico ir al supermercado con un carrito o cesto que utilizar las bolsas de plástico, ya que su fabricación es muy contaminante. También es preferible comprar los envases "ahorro" o "familiar" de los productos que no se estropean, de esta manera evitaremos comprar tantos envoltorios inútiles a la vez que ahorraremos. Es importante recordar que las etiquetas ecológicas (margarita de la Unión Europea o el sello del Crae) garantizan un producto que respeta el medio ambiente y debemos recordar que consumir de manera racional, no implica reducir nuestra calidad de vida sino todo lo contrario, pues conseguiremos una reducción del gasto, y a su vez, una mejora en el medio ambiente.
Aprender a clasificar nuestra basura
Cerca de casa o lugar de trabajo hay contenedores destinados a la recogida de material reciclable, cada uno de ellos esta destinado a unas materias concretas y los podremos identificar por sus colores.
El papel, tanto de periódicos, folios, sobres de correspondencia, cartones deberán introducirse en el contenedor de color azul, evitando introducir en él revistas de papel satinado, sobres encerados o de autopegado y los de ventanillas de plástico, todo esto se podrá vender al peso si tenemos cerca o conocemos un trapero o centro de recuperación de papel.
El vidrio se debe depositar en el contenedor de color verde. En él podemos introducir toda clase de vidrio, sin distinción de colores, excepto bombillas y el cristal de las ventanas. Recordad también que las botellas deberán ir sin los tapones.
Todo tipo de envases, bolsas, plásticos, metales, aluminio, latas, bric y papel de aluminio, debemos introducirlos en los contenedores de color amarillo.
Para reciclar pilas hay contenedores especiales en todas las grandes superficies y están cada vez más extendidos. Para mayor comodidad nuestra podemos almacenarlas en una cajita destinada a tal efecto en casa y cuando tengamos cierta cantidad llevarlas a los contenedores mencionados.
Los contenedores de color gris o marrón, son para los residuos orgánicos, sobre todo restos de comida, cáscaras de frutos, tapones de corcho, posos de café, papel de cocina y servilletas de papel usado, así como restos de plantas.
Dentro de la empresa también podemos reciclar papel y tóner; hay para ello cajas especiales de reciclaje de tóner y en recepción se puede dejar el papel que se recicla cada día por la mañana.
Además, en cada ciudad, existen lugares llamados puntos verdes o puntos limpios en los que podemos entregar: botes de pintura y de Spray, neumáticos, escombros, vidrio y papel, electrodomésticos, muebles y otros enseres.
Reciclar ayuda a reducir el problema del exceso de basura que generamos, y si cada uno es consciente de ello y aportamos un poquito de nuestra parte, conseguiremos frenar el continuo agotamiento de recursos naturales, los cuales, en muchos casos no se pueden volver a reponer.