Sésamo: Beneficios y propiedades de esta semilla
El ajonjolí o sésamo (benniseed en África occidental), se cultiva en grandes extensiones en el mundo entero y en gran parte se utiliza para la extracción de aceite. Las semillas, de diversos colores, contienen aproximadamente 50% de grasa y 20% de proteína. Además, son ricas en calcio y contienen cantidades útiles de caroteno, hierro y vitaminas B. Las semillas de sésamo pueden constituir una adición nutritiva a la dieta.
Botánica del Sésamo
El nombre científico del sésamo es Sesamum indicum L. y pertenece a la familia Pedaliaceae. Es considerado el cultivo oleaginoso más antiguo conocido por el hombre. Es una planta erecta de crecimiento anual de unos 50-60 cm de altura, cultivada por su pequeña semilla ovalada y chata, la cual contiene aceite comestible. Sus hojas son enteras, de 8 a 12 cm de largo, oblongas o lanceoladas. Las semillas son producidas en vainas. La planta requiere temperaturas cálidas para su crecimiento.
Los beneficios del Sésamo
El sésamo, gracias a sus propiedades nutricionales, está recomendado en personas que llevan a cabo una dieta vegetariana.
El sésamo es originario de la India y de África, desde donde llegó a América transportada por los esclavos, quienes utilizaban sus semillas para espesar y dar sabor a gran variedad de platos.
Actualmente, las semillas de sésamo son una de las semillas oleaginosas más utilizadas en la cocina y repostería internacional, sobre todo en la oriental.
Interesantes propiedades del Sésamo
Las semillas de sésamo poseen una cantidad elevada de proteínas, además de ser ricas en metionina, un aminoácido esencial. Las grasas que contiene son 'grasas buenas', es decir, grasas insaturadas, lo que junto a su contenido en lecitina la convierte en un alimento que contribuye a reducir los niveles de colesterol sanguíneo.
Además, son fuente de diferentes minerales como el calcio, que interviene en la formación de huesos y dientes, 100 grs. de sésamo integral contienen 1500 mg. de calcio de fácil asimilación, superando a la leche entera que contiene sólo 120 de muy baja asimilación. También contiene hierro, que desempeña numerosas e importantes funciones en el organismo, y el zinc, mineral que participa en el metabolismo de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas.
Las semillas de sésamo poseen también buenas cantidades de fibra, por lo que su consumo resulta beneficioso para la regulación de la función intestinal.
No sólo en semillas
La forma más común de adquirir y consumir el sésamo es en forma de semillas. Éstas pueden estar ya incluidas en productos como el pan tostado o las galletas de sésamo, o bien pueden añadirse a gran variedad de platos. Resultan exquisitas espolvoreadas sobre frutas (excepto cítricos), ensaladas y en platos de pasta o arroz, gracias al peculiar sabor y textura que presentan. La cantidad aconsejada es de 2 cucharadas soperas diarias de semillas integrales molidas.
Otro de los modos más frecuentes de encontrarlo es en aceite. Éste se obtiene a partir del prensado en frío de las semillas. Conviene tener en cuenta que para poder aprovechar todas las propiedades que el aceite de sésamo posee es importante comprarlo sin refinar.
También es interesante saber que existen muy diversas formas de incluir el sésamo en la dieta, como por ejemplo en forma de tahini, una pasta de sésamo de consistencia cremosa muy sencilla de preparar; o en forma de gomasio, nombre que recibe la sal de sésamo; o como salsa de sésamo, apta para acompañar casi cualquier tipo de alimento gracias a su suave y agradable sabor.