¿Te muerdes las Uñas? Prueba estos tips infalibles
Si te muerdes las uñas o tienes la manía de jalarte los pellejitos del contorno de tus uñas, y quieres dejar de hacerlo o ya has probado de todo sin que nada te funcione, revisa los siguientes tips que te ayudaran a poner tus uñas muy lindas y presentables.
Consecuencias de morderse las uñas:
Debes saber antes que nada que la onicofagia (nombre que se le da al hábito de comerse las uñas) no es un hábito fácil de erradicar, ¡dejar de morderte tus uñas es quizá tan difícil como dejar de comer en exceso, fumar o apostar! Y aunque aparentemente morderse las uñas sólo tenga consecuencias estéticas para ti, es necesario que sepas que también puede repercutir en tu salud, sobre todo en la salud de tus dientes, los cuales sufren el desgaste excesivo de la dentina cada vez que arrancas el duro material del que están formadas las uñas, y esto puede provocar a la larga que tus dientes se pongan débiles, que se rompan fácilmente o se vuelvan muy sensibles a las temperaturas y sabores. Además de esto, tus dientes se desgastaran de las orillas debido a la presión que hace un diente contra el otro cada vez que jalas una uña, este repiqueteo constante provoca que los dientes se vean carcomidos.
En cuanto a las uñas, el constante mordisqueo al que están sometidas crean microtraumatismos a lo largo de todo el lecho ungueal (parte que se encuentra bajo las uñas), alterándose así su anatomía y aspecto. Esto puede hacer que las uñas luzcan dañadas o con quiebres.
Por otro lado, traer las uñas recomidas o con padrastros puede causar inseguridad y vergüenza en la persona.
¿Por qué me muerdo las uñas?
Este es un trastorno muy frecuente entre los niños y adultos y se da tanto en hombre sy mujeres indistintamente. Los expertos lo atribuyen a que es una forma placentera de reducir la presión, ansiedad, nervios, etc. Cuando estas en época de tensión, o no sabes si hacer lo que sientes o lo que debes (ansiedad) o te sientes juzgado o criticado, morderte las uñas puede ayudar a distraer tu atención de aquello que te provoca estas emociones. También los sentimientos de culpa o remordimiento pueden llevarte a morder las uñas. Esta costumbre puede nacer en épocas muy tempranas de la niñez, entre los 3 y 5 años, y de ahí puede volverse una costumbre que puede ser muy difícil de quitar, llegando incluso hasta la época adulta. Muchas veces este hábito se crea inconscientemente, y esto lo hace mucho más difícil de quitarlo.
¿Cómo puedo dejar de morderme las uñas?
Así que no lo pienses más. Si te resulta un buen refugio o te da calma morderte las uñas, valora la acción como una de tus debilidades que puedes convertir en fortaleza, y no te des por vencida hasta que lo logres. Algunos de los hábitos que siguen también pueden ser empleados en los niños.
Tips para dejar de morderte las uñas
- Soñar: ¿te imaginas las uñas de tus manos muy lindas y presentables? Visualizar o soñar como se verían tus manos si no tuvieses estos hábitos es un paso primordial y una forma de antojar a tu voluntad a fortalecerse. Para que no pierdas el hilo de lo que pretendes con tus manos, y recuerdes muy bien lo que dice este articulo, ve en este momento y corta una foto de una revista donde se muestren unas manos bonitas y unas uñas bien arregladas (o imprime la de este articulo). Pega la foto cerca de tu mesa de dormir o en un lugar donde la veas a menudo, como en el baño o en el frigorífico. De ser posible, pega dos o tres imágenes donde las puedas ver.
- Obsérvate: cuando caes en hábitos mecánicos o que no quieres, es que pierdes de vista el motivo y la razón por lo que los haces, así que los repetirás hasta que no tengas consiente del porqué haces las cosas, y le pongas remedio. Así que observa sobre todo lo que sientes cuando te muerdes las uñas. Seguramente encontrarás que te sientes presionado, juzgado, desvalorado, insatisfecho, poco aceptado, etc. También puede ser que sientas culpa o remordimiento por algo o que te critiques demasiado porque no haces las cosas bien. Cómo ves, todo esto puede estar relacionado con no saber que hacer con lo que sientes, y muchas veces tiene que ver con la autoestima. En los niños, por lo general sucede que se sienten muy regañados, no queridos o juzgados por los adultos que les rodean. En cualquier caso, lo mejor es empezar por quitarnos la tensión de los ojos que nos juzgan, y empezar a aceptarnos como somos, aprendiendo de los errores pero sin llevarlos al extremo de la culpa.
- Sustituye el hábito: trata, cada vez que te sorprendas mordiendo las uñas, de comerte una manzana o beber un vaso de agua, o hacer algo que te sea de beneficio, como escribir algo o lavar algún traste sucio. Sustituir el hábito nocivo por uno benéfico es de gran ayuda sobre todo al principio, cuando todavía se esta solucionando el estrés, ansiedad o raíz emocional que provoca esta conducta.
- Ten voluntad: cómo todo hábito, necesitas voluntad, y la voluntad consiste en este caso en entenderte más para que mengues aquello que te presiona o angustia. Incluso si te muerdes las uñas cuando sientes que estas calmada, puede haber una pequeña angustia o alguna de las emociones ya mencionadas en ti.Además de esto, debes hacer el esfuerzo por sacar las uñas de tu bioca cada vez qu ete sorprendas.
- Cuida tus manos y evita padrastros: todas las noches remoja tus dedos de las manos en agua caliente con unas gotas de aceite de almendras. Déjalas hasta que se suavicen los pellejitos y luego córtalos con un cortauñas. Luego, lima tus uñas y dales forma, y aplica después en todas tus manos una crema de sábila. Al ver tu smanos lindas no querras morderlas de nuevo.
- En el caso de los niños, es necesario que no se les reprenda ni castigue, se les puede ayudar mejor si se trata de comprender la causa que les puede estar causando ansiedad, y luego ayudarles a sustituir el hábito por uno nuevo. No es bueno repetirle “Eso no lo hagas” “Eso no esta bien” “¡Qué feo te ves mordiéndote las uñas!” , etc. Estas son afirmaciones ingenuas pues hay que recordar que es el refugio del niño. En todo hábito debe recordarse que hay una causa que lo alimenta, así que lo mejor es ir al grano del asunto en lugar de solo podar el problema con remedios fáciles y pasajeros, como untar ajo en las uñas, poner aparatos en la boca, etc. A un niño se le puede ayudar distrayéndole, llevándole a pasear, platicando con él, jugando algún juego que requiera su completa atención, etc. Estos remedios pueden parecer poco efectivos y rápidos, y muchas veces poco aplicables pues se requiere de la paciencia, tiempo y empeño del papá. Pero sin duda, a la larga, son indiscutiblemente los mejores remedios pues evitara que el niño busque nuevos refugios para calmar sus emociones.