Trasciende limitaciones y carencias con una mente abierta
En 1895, el periódico Boston Post, publicó el siguiente comentario refiriéndose a la idea del teléfono: “Una persona bien informada sabe que es imposible transmitir la voz humana por cables, y además esto no tiene ninguna utilidad práctica. “ Unos siglos después, la frase no simplemente cerró la boca de algunos sino que se trascendió. Ahora parece ridícula.
Así como esta frase podemos encontrar, durante la historia de la humanidad, innumerables afirmaciones de aquellas personas que pensaron que “no había solución ni remedio” o que “era imposible esto y lo otro”, afirmaciones que, gracias al tiempo y a las mentes abiertas (los genios), se trascendieron.
“Todo lo que puede ser inventado ya fue inventado”, “Disculpa, Walt Disney, pero te despedimos por no tener imaginación.” “Es imposible que el hombre pueda algún día usar el poder atómico” “Para que te empeñas en crear algo mejor si esto funciona de maravilla”, “No pruebes ese remedio, si este más o menos te funciona” etcétera.
Muchas veces nuestra maravillosa mente puede resultarnos un arma en contra, pues al estar cargada de información (muchas veces prejuicios), suele influenciarnos poderosamente con formas cotidianas de ver las cosas y de actuar, de alguna forma permitimos que nos mantenga en círculos viciosos que siguen creando los mismos resultados en nuestras vidas, apartándonos de la “ilógica” idea de probar, experimentar y tratar nuevas formas de pensar y hacer las cosas.
Acerca de la apertura de la mente
Todos tenemos la capacidad de ser genios, la mente no discrimina, es una herramienta que puede ser cargada con determinada información, es como un ordenador, funciona y responde de acuerdo a como la vayamos aprendiendo a programar y a ejercitar, a conectarla con un pensamiento poderoso y una intensión invencible. Creernos que algo no puede trascenderse o hacerse de alguna forma innovadora (genial), es aceptar quedarnos en las condiciones actuales y, de alguna forma, aceptar que nos quedaremos con “los mismos resultados o similares” es aceptar resultados medianos, no creer en los talentos de la mente y sus sorprendentes habilidades es aceptar no rebasar nuestras limitaciones y carencias.
Ciertamente abrir la mente y empezar a entenderla y desarrollarla es algo que requiere de estudio, pero sobre todo, de mucha intensión, paciencia y voluntad por hacerlo. Sin embargo, podemos empezar a practicar con pequeñas cosas en nuestra vida, a veces creemos que lo sencillo es algo frustrante y poco atractivo, pero muchas veces las tareas que parecen más insignificantes son las que van dando pie a que la mente se desarrolle de forma sorprendente. Había una película llamada Karate Kid, en donde el maestro de Karate enseñaba a su discípulo a volverse un maestro de este arte marcial. El sabio entrenador ponía a su discípulo extrañas tareas como lavar y pintar las paredes, lavar y encerar coches, levantar la basura y podar el jardín, y demás. El discípulo a veces se desesperaba y, al no encontrar sentido a todo aquello, quería irse; el maestro nunca lo detuvo, quizá esto fue lo que le inspiro más confianza al muchacho a quedarse. De alguna forma había algo que no veía ni entendía bien, pero que podía intuir.
Yo no quiero volverte un experto en Karate, pero si en verdad estás dispuesto a empezar a hacer que tu vida cobre un sentido renovado y más grandioso, o simplemente te interesa desarrollar tus poderes mentales, puedes empezar con estos dos prácticos ejercicios. Si piensas que no sirven o te da flojera hacerlos, o buscas pretextos para que no te sientas tan mal por no haberlos podido realizar, es muy probable que tu mente viciada este infliuyendo sobre tu voluntad, digamos que tu mente “te dirige a ti”, en lugar de tu a ella.
Así que, antes que nada, tendrás que tener mucha voluntad y curiosidad para comprobar por ti mismo que tu mente es en verdad una poderosa herramienta con la cual puedes crear cosas en verdad grandiosas.
1. SILENCIO
El primer ejercicio consiste en empezar a no criticar lo que te rodea, evitar decir que algo es “bueno o malo” o juntarte con alguien para hablar de un tercero. Esto es importante porque cada vez que criticas, juzgas o chismeas, y dejas que se desenrolle tu filoso argumento o juicio, aunque te parezca muy divertido o entretenido lo único que haces es limitarte tu mismo también. No importa cuanta razón puedas tener o no, si permites que todo el tiempo tu argumento hable, es lo mismo que dejarte influir por “lo mismo”. Hay que empezar por contener esa “primer respuesta” a las cosas y experiencias, y observar más.
2. FORTALECER VOLUNTAD
El segundo paso consiste en tratar de que tu pensamiento se mantenga en un estado de constante positividad. Emmet Fox creó e hizo famosa la Dieta Mental de 7 días, la cual consistía en mantener un pensamiento sereno, entusiasta y ecuánime por 7 días. Si durante estos días uno caía en provocaciones como el odio, la frustración, la crítica, el chisme, etcétera, el ejercicio tenia que empezarse nuevamente. Uno podía, durante la dieta, poder sentir ira, resistencia, depresión, angustia, ansiedad o cualquier otra emoción de desarmonía, pero lo que no estaba permitido era dejarse llevar por dicha emoción. SI uno se dejaba llevar era como si la “chispa consiguiera prender la tela”, por supuesto, había que esfumar la chispa, es decir, la provocación, antes de que uno se dejara llevar por ella. Emmet Fox aseguraba que esta tarea era una de las más fuertes y difíciles que un hombre pudiese emprender, pues la mente es lo más difícil de dominar.
Recuerda, cuando emprendas estos ejercicios, tenerte mucha paciencia, no criticarte ni regañarte a ti mismo, trata de comprender que la mente ciertamente es, por lo general, un salvaje caballo para montar. Estos ejercicios son sin duda muy efectivos para ir desvaneciendo todas esas resistencias de tu mente a aceptar nuavas cosas, experiencias e ideas geniales.