Yoga facial

Publicado: 25/11/2010 - Actualizado: 17/10/2018

El rostro es el lugar del cuerpo que más músculos tiene, hay docenas de músculos en él, lo cual explica que el rostro sea una zona de gran expresividad y movimiento. A pesar de esto, la cara es la parte del cuerpo que menos se ejercita y la cual permanece muchas veces sin actividad, incluso muchas veces pasamos días sin reír, lo cual acarrea una serie de desventajas para la salud y belleza facial. La falta de oxigenación, circulación y deficiente irrigación de nutrientes pueden volver el rostro flácido, opaco, cansado y volverlo propenso a arrugas prematuras y afecciones. También el estrés, la ansiedad, no descansar bien, no tomar suficientes líquidos y exponerse al sol indebidamente convierte los rasgos faciales en poco atractivos.

El yoga se ha puesto de moda en los últimos años por ser una actividad extraordinariamente útil para fomentar la buena condición, salud y juventud del cuerpo. Entre los ejercicios del yoga, podemos encontrar aquellos destinados a ejercitar la cara, los cuales se conocen como yoga facial.

Beneficios del yoga facial

El yoga facial tiene las siguientes ventajas:

  • Ayudar al rostro a oxigenarse y nutrirse adecuadamente.
  • Fortalecer los tejidos y músculos.
  • Devuelve la elasticidad y vitalidad a los tejidos y ayuda a menguar marcas de expresión así como a evitarlas.
  • Le devuelve textura, suavidad y juventud al rostro.
  • Ayuda a que algunas afecciones de la piel mengüen.
  • Lo mantiene joven y saludable.
  • Los ojos brillan más debido a la buena irrigación sanguínea.

¿Cómo aprender Yoga facial?

Puedes aprender yoga facial con un instructor, o por medio de libros, DVD o incluso en internet ya hay páginas con ejemplos de algunos ejercicios de yoga facial. Los ejercicios de yoga para el rostro combinan una serie de manipulaciones y gesticulaciones con técnicas adecuadas de respiración y meditación. Aunque siempre es recomendada la instrucción de un profesional, hemos recopilado algunos ejercicios con instrucciones sencillas para que puedas ir empezando a practicar en casa.

Antes de empezar se recomienda:

Tener el rostro limpio y bien humectado con alguna crema como la de miel, aloe, manzana, etc. Las cuales ayudaran a volver el rostro más dócil para su manipulación. No te olvides de beber la suficiente agua durante el día, de manera que tu rostro tenga siempre la humedad necesaria para mantenerse en buenas condiciones. Dos litros de agua cada día son suficientes.

Posturas yoga facial para practicar en casa

Calentamiento:

En una posición cómoda, ya sea sentada o de pie, sube y baja tu cuello, sintiendo como se estira la pate cervical y tu garganta. Haz el movimiento suave y trata de disfrutarlo. Realiza, luego, círculos para un lado y el otro, mientras lo haces lentamente, respira hondo y lentamente.

Yoga para los ojos: cierra tus ojos y relájalos, observa tus párpados y siente como quedan muy relajados. Respira suavemente y ábrelos lentamente. Sin mover la cabeza, mira para el lado izquierdo hasta donde puedas, y luego para el lado derecho, suavemente, no debes sentir que te lastimas. Repite 3 o 4 veces y luego, hazlo hacia arriba y hacia abajo otras 4 veces. Ahora, gira los ojos para el lado izquierdo y luego para el derecho. Para darle brillo a los ojos, ábrelos como si estuvieses sorprendida pero evita tensionar la frente. Mantén la expresión de sorpresa unos segundos y luego relaja.

Yoga para párpados: con la cabeza y espalda bien derecha, mira hacia arriba sin mover la cara. Sin dejar de ver hacia arriba, cierra los párpados y ábrelos lentamente un par de veces.

Yoga para la frente: Inclina la cabeza hacía atrás en una postura cómoda. Da unos golpecitos a tu frente con tu dedo anular unos segundos. Luego, alza las cejas y bájalas lentamente, sintiendo como se estira tu frente.

Yoga para labios, mandíbula y mejillas: Infla tus mejillas con aire y pásalo de un lado al otro suavemente, juega a pasarlo por encima de tus labios superior e inferior. Luego, pon tu dedo anular encima de tus mejillas y haz suave presión en ellas mientras tratas de inflarlas de nuevo. Luego de unos 3 minutos, pronuncia la letra “O” suavemente estirando muy bien tus músculos de las mejillas, mantén unos segundos y luego ve abriendo lentamente los labios intentando pronunciar la letra “A”. Abre y cierra despacio, puedes hacer el ejercicio sin emitir sonido, por si estas en el trabajo.

Yoga para la boca: avienta lentamente las comisuras de la boca hacia un lado, como si te rieras de un sólo lado. Luego hacia el otro. Hazlo lentamente un par de veces.

Yoga para el cuello: recarga tu cabeza hacia atrás y mira hacia el techo, relaja cuello y brazos. Ahora, traga saliva al tiempo que haces presión en tu paladar con la punta de la lengua. Ahora, gira el cuello hacia un lado y repite. Luego para el otro lado. Luego, abre y cierra la mandíbula lentamente lo más que puedas.

Yoga para la parte lateral de los ojos: pon tus dedos anulares suavemente sobre la piel de lado lateral de tus ojos. Aprieta luego un poco los ojos haciendo un poco de manera que sientas que esta piel se estira, y haciendo suave tensión con el dedo anular. Repite tres o cuatro veces. Evita presionar fuerte pues esta piel es delicada.

Estos ejercicios puedes practicarlos en la mañana o en la noche, e incluso durante el trabajo si estás estresada. Si deseas aumentar los beneficios del yoga facial, trata de consumir alimentos ricos en antioxidantes para que tu sangre sea de calidad. La zanahoria, las fresas, los arándanos, el ajo, la cebolla, el apio, el te verde, el jugo de aloe y el tomate rojo son un elixir para la piel, así como el pescado y los aceites vegetales ricos en grasas nutritivas para la óptima regeneración celular y para mantenerla bien lubricada, joven y suave. Hay quienes utilizan aceite de almendras o sésamo antes de practicar yoga facial en el rostro, de manera que mientras se ejercita la cara los aceites nutran la piel.

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin