Publicado: 18/11/2008 - Actualizado: 21/10/2018
Autor: K. Laura Garcés G
En el 2004, una película conmovió y llamó la atención del público en general respecto a las interesantes y hasta escandalosas revelaciones respecto a la alimentación y la mala nutrición. Seguro muchos ya sabrán que hablo de la película-documental titulada Superengordame (Super Size Me, en inglés), la cual lleva al espectador por un paseo realmente asombroso por lo que es la alimentación norteamericana actual (cómida rápida o fast food y comida chatarra) y sus severas consecuencias como la mala nutrición y la tan preocupante obesidad que afecta hasta niños muy pequeños.
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¿Qué es la obesidad?
La obesidad es una condición patológica la cual puede definirse como la acumulación excesiva de grasa en el cuerpo, afección que conlleva a un sinnúmero de padecimientos como problemas cardiacos, hipertensión arterial, diabetes, cansancio excesivo, dificultades para respirar, estreñimiento, problemas intestinales, cáncer, quistes, hemorroides, etcétera.
Obesidad en los niños
En muchos países cómo España, Chile, México, y Estados Unidos, el sobrepeso en los niños de edad escolar se ha duplicado en los últimos años. Esta situación ha sido motivo de preocupación no sólo por parte de los padres y educadores sino por los expertos en la salud, quienes afirman que los principales motivos del aumento de peso en los niños se debe precisamente al gran descuido en la alimentación y a la mala información o cultura alimenticia que hay en dichos países.
La obesidad es un problema frecuente en los niños, y muchas veces un problema muy mal atendido que puede repercutir en problemas más severos econforme el niño crece. Se estima que hoy en día, en muchos países, uno de cada diez niños presenta problemas de obesidad al llegar a los diez años.
¿Qué exactamente provoca la obesidad en los niños?
La evidencia propone que es una patología con origen multifactorial, ya que puede ser de origen genético, psicológico, ambiental, etcétera. A continuación te presentamos las causas más frecuentes que pueden desencadenar el sobrepeso infantil:
• Grasa nociva: las comidas fritas y excesivamente ricas en grasas animales.
• Dieta: comida de baja calidad o poco contenido nutricional (como alimentos procesados) o mal equilibradas.
• Azúcar refinada: un alto contenido de azúcar refinada o blanca en la dieta y los productos que la contienen como el refresco, principalmente.
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• Comer entre comidas exceso de pan, galletas, frituras, dulces, helados, etcétera.
• Falta de actividad: gastar la mayor parte del tiempo viendo la televisión o jugando video juegos. Falta de movilidad o actividad física.
• Emociones: un niño con un ambiente emocional tenso, ansioso, confuso o con carencias afectivas es más propenso a padecer sobrepeso.
Cultura alimenticia
La obesidad ha pasado a ser una cuestión realmente significativa, ya no sólo a nivel estético sino a nivel bienestar, ya que padecerla conlleva a serios riesgos para la salud e influencia en el desarrollo psicosocial del niño, además de que está el riesgo de extenderse hasta la edad adulta.
Así que si tienes o conoces un niño obeso, no dudes en comenzar a poner en práctica los siguientes consejos:
• ACTIVIDAD FÍSICA: Motiva a los niños para que practiquen actividades físicas. Es muy importante que caminen, salgan al parque a correr o a jugar en los juegos. Si puedes inscribirlos a un equipo de futbol, balocesto o algo que ellos prefieran, hazlo.
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• CULTURA ALIMENTICIA: Explicar a los niños las bondades de los alimentos y destacar aquellos que son nocivos y los que ayudan a mantener su cuerpo saludable. En la escuela, hay que apoyarse con material didáctico (la película citada al principio de este articulo da muy buenos resultados con los niños) y con charlas y trabajos que les orienten.
• DIETA: si el niño es obeso, hay que cuidar su dietra a toda costa, es decir, comenzar a darle aliemntos que en verdad lo nutran y no sólo que lo llenen. Hay que evitar principalmente el abuso desconsiderado de refrescos y comidas que contengan azúcares refinados, productos procesados y frituras. Por ejemplo, hay que comenzar por dejar de consumir alimentos por su aspecto o sensación de saciedad, alimentos que no llevan los nutrientes ni las vitaminas necesarias para que los niños crezcan fuertes y sanos.
• CAMBIAR LOS HÁBITOS ALIMENTICIOS: Comenzar con nuevos hábitos en la dieta, se sabe, es fácil de decir, pero difícil de llevar a cabo. Sin embargo, los niños de edad escolar resultan todavía muy dóciles para influenciarlos positivamente. Si en casa, por ejemplo, se le explica al niño que ya no habrá más refrescos o que la cantidad bajará por que ese no es un aliemnto realmente nutritivo, quizá cueste al principio adecuar al niño y este proteste o lo pida con exigencia, pero si somos firmes y actuamos con amor, y no cedemos a chantajes, el niño poco a poco se acostumbrará.
• LA EDAD PARA CONSTRUIR HABITOS: recuerda que la infancia es la edad en donde se construyen los hábitos que muchas veces persistirán hasta la etapa adulta. Si al niño se le lleva por un conducto firme y respetuoso, el niño sin duda arraigará el hábito positivo.
• EDUCAR ALIMENTICIAMENTE: hay un viejo refrán que canta “la educación se mama” y, efectivamente, la educación alimenticia es algo que los niños deben, primeramente, ver y absorber de sus padres. Si el padre carece de los hábitos saludables, será difícil que el niño los pueda desarrollar. Sin embargo, si tu eres un padre o un guía que no tiene, digamos, hábitos sanos, esto no debe ser un impedimento. El querer sembrar en el niño hábitos sanos y constructivos es el punto de partida y es lo más importante. Asi que puedes comenzar a ser amigo de tu hijo e informarte acerca de la adecuada y sana alimentación, y compartir con el pequeño lo que vas aprendiendo. De esta forma comprenderá, o al menos iniciara un proceso de comprensión, respecto a los nuevos cambios en la dieta de ambos o de la familia. Este tipo de cercanía, explicación y consideración favorecerá, además, la convivencia, y bajará los grados de ansiedad y estrés en los niños.
• BUSCA UN BUEN NUTROLOGO: esta alternativa siempre resulta una buena alternativa para prevenir y ayudar a los niños obesos.
Habría muchos puntos interesantes que abordar respecto a este tema. Pero a grandes rasgos hemos dado los principales. Ojalá y no esperes más y hoy mismo comiences a considerar la adecuación de hábitos saludables no sólo por amor a ti, sino por respeto a los niños.
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