Enseña a tus hijos a Comer

Si quieres mejorar la dieta de sus hijos, debes darle el ejemplo. Según un estudio realizado por la Universidad de Londres con niños prescolares, cuantas más frutas y verduras comen los padres, más lo hacen los hijos, cuanto antes las prueban los niños, más les gustan, y los bebés que fueron amamantados, también tienden a comer más frutas, que los que son criados con el biberón, quizá porque la leche materna, sabe a lo que come la madre, y es menos dulce, que la leche de fórmula.

No cabe duda, que podemos empezar a educar el paladar de los más pequeños desde el momento que nacen, pero nosotros debemos no sólo enseñar, sino predicar con el  ejemplo,  si quieres que tus hijos coman sanos, té debes ser el primero en hacerlo.

Bondades de la miel

La miel, sea quizás mas benéfica de lo que se cree, los más pequeños necesitan de azucares simples para obtener energía, en los niños la miel puede resultar una buena fuente de calorías, ya que es un alimento nutritivo, y es posible y válido endulzar sus alimentos, sin embargo, no los acostumbres a comer demasiados dulces.

No se necesita tanta miel, ni una en especial para beneficiarse. En general, cuanto más oscura es, más antioxidantes contiene. Pruebe la de flor de aguacate, y la de flores silvestres.

Ponle color a la dieta

La variedad sin duda, contribuye a una buena nutrición, una buena forma de saber que estamos dándole variedad a nuestra dieta, es incluir varios colores. Es decir, hablando de frutas y verduras, debemos tratar de incluir verdes, rojas, moradas, blancas, y amarillas.
De esta forma aseguramos, un buen balance de nutrientes, y podemos protegernos de distintas enfermedades, tales como el cáncer, dependiendo de los efectos de cada una de las sustancias.

Si eres de aquellas personas que solo acostumbran a comer bananas, o ciertas verduras, esta bien que lo hagas, pero si das un poco de variedad, vas a disfrutar mejores beneficios en tu dieta.
Para mejorar la calidad de tu dieta, te recomiendo incluir los siguientes alimentos de distintos colores:

Amarillo y anaranjado

Beneficios:  Las frutas y las verduras de estos colores estimulan la resistencia contra las infecciones y favorecen la salud de la vista y del corazón.
Ejemplos: las mazorcas de maíz tiernas, el melón, las naranjas, las toronjas, zanahoria, calabaza y el camote o batata.

Rojo:

Beneficios: Mejoran la memoria, y previenen los padecimientos de las vías urinarias.
Ejemplos: Manzanas, tomates, pimientos morrones, y fresas.

Blanco:

Beneficios: Las frutas y verduras de este color, favorecen la salud cardiovascular, y aumentan la concentración de la sangre, de lipoproteínas de alta densidad (como el colesterol bueno).
Ejemplos: Papas, cebollas, coliflor, champiñones y otras clases de setas.

Verde:

Beneficios: Son benéficas para la vista, y aumentan la resistencia de los huesos y de los dientes.
Ejemplos: Lechuga, espinacas y acelgas, berros, brócoli y ejotes.

Morado y Azul:

Beneficios: Promueven la salud urinaria y estimulan la memoria.
Ejemplos: Uvas, berenjenas, ciruelas, col morada, arándano azul, y las zarzamoras.

Haz de comer, una actividad divertida

Recuerda que los niños están expuestos a un sinfín, de anuncios y mercadotecnia, que los bombardean con información errónea de lo que es una buena alimentación, y que tratan de llamar su atención, con personajes llamativos, u obsequios. Sin embargo, tu puedes competir contra ellos, prepara alimentos que sean atractivos para la vista, los colores son una pieza fundamental, y otra estrategia es, decorarlos simulando formas, como una carita, o un gatito. La presentación es muy importante a la hora de atraer la atención de los niños a la comida.

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