Publicado: 15/07/2012 - Actualizado: 26/05/2016
Autor: S.M. Aiquipa
Actualmente, una de cada 10 mujeres sufre de várices en las piernas, aunque también hay un porcentaje menor que puede tener esta afección en otras zonas de su cuerpo. Si tú tienes várices, sabes que esta dilatación o ensanchamiento de las venas generan incomodidad y dependiendo de la gravedad puedes sentir desde picor, pesadez, ardor y calambres, hasta un dolor progresivo.
Lo que no debes hacer si tienes Varices
Te damos algunas recomendaciones más, para evitar, o si ya presentas várices, ayudar a que no se agraven y se mantengan inofensivamente.
Si observas que ya presentas algunas venitas más pronunciadas, no esperes a que se agraven, lo que debes hacer es hablar con tu médico, especialista en problemas vasculares.
Debes evitar fuentes de calor excesivo, por ejemplo las duchas muy calientes
Evita exponerte al sol, si lo haces en exceso y con frecuencia puede provocar una vasodilatación y la aparición de las várices.
Evita la depilación con cera caliente, ahora hay alternativas con ceras vegetales de baja temperatura.
Tampoco son recomendables los baños termales con temperaturas mayores a 28 °C o la natación en aguas muy frías.
Lo recomendado para las Varices
Eleva las piernas
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MAS EN BIOMANANTIALSirope de Savia
Eleva tus piernas por encima del nivel de tus caderas y apóyalas sobre un sillón o unos cojines.
Cambia de posición
Con unas medias de soporte acuéstate boca arriba, eleva las piernas y descánsalas sobre la pared. Este ejercicio puedes hacerlo a lo largo del día, tantas veces como puedas, esta posición durante dos minutos ayuda a que la sangre fluya de las varices hacia el corazón.
Eleva tu cama
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MAS EN BIOMANANTIALTatuaje de henna
Usa cuadernos, guías u algunos objetos que hagan soporte debajo de tu colchón, al nivel de tus pies a fin de que puedas mantener las piernas en alto mientras duermes, sólo si tienes problemas cardíacos o el yoga ayuda a aliviar la incomodidad de las varices. Prueba este sencillo ejercicio: acuéstate boca arriba, eleva tus pies hasta el asiento de una silla, y respira lentamente por la nariz. Esto ayuda a que la fuerza de gravedad saque la sangre acumulada en las piernas.
Masajea
Es bueno que te des masajes en la zona afectada, mientras mantengas las piernas elevadas, date unos suaves golpecitos desde el tobillo hacia el tronco, que no sean fuerte pues puedes dañar más tus venas.
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