Publicado: 10/03/2009 - Actualizado: 01/10/2018
Autor: K. Laura Garcés G
Cuando se piensa en grasa es común que le llegue a uno la idea de alguien obeso o enfermo de las arterias o con problemas de salud. Sin embargo, quizá ya hayas oído por ahí que no todas las grasas son nocivas, hay grasas que son escenciales para la salud, bienestar y funciones vitales del cuerpo, incluso son necesarias para la belleza y bienestar general de la piel, cabello y las uñas.
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Las bondades de las grasas benéficas son innumerables:
- Tienen un alto valor energético.
- Lubrican las articulaciones.
- Limpian el hígado.
- Indispensables para las funciones cerebrales.
- Sirven para formar las capas que recubren el corazón y el cerebro.
- Transportan vitaminas liposolubles como la A, D, E y K.
- Son materia prima para la producción de hormonas.
- Aportan ácidos grasos esenciales.
- Lubrican y nutren el cabello y la piel.
- Favorecen la secreción de bilis y la absorción de calcio.
- Ahorran vitamina B1.
- Facilitan la palatividad y deglución de los alimentos.
Su deficiencia provoca:
- Retraso del crecimiento.
- Problemas de aprendizaje.
- Mal aspecto de la piel y el cabello.
- Uñas débiles.
- Problemas articulares.
- Mala coordinación.
- Debilidad.
- Edemas.
- Adormecimiento de brazos y piernas.
- Pérdida de cabello.
- Erupciones en la piel y otros problemas como la resequedad.
- Degeneración de hígado y riñones.
- Comportamiento alterado y nervioso.
- Depresión.
Las dietas y la grasa
A pesar de lo anterior, hay muchos que todavía suelen huir de ellas. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que una dieta bien estructurada es aquella que está equilibrada y respeta las leyes del cuerpo, la de los alimentos asi como la situación personal a quien va dirigida la dieta. Respecto a las grasas, no se trata simplemente de eliminarlas, sino de consumir las apropiadas.
Aquí te decimos que grasas puedes comer con confianza para que tu cuerpo pueda funcionar muy bien y no tengas problemas de sobrepeso y, si los tienes, estos consejos te ayudarán a reducir la grasa nociva y a quedarte con la grasa benéfica o escencial para que tu cuerpo pueda trabajar óptimamente y esto se llegue a reflejar tanto en tu salud como en tu belleza natural. Haz de recordar cuando comas lo que dicen por ahí: en cuanto a grasas, más vale calidad que cantidad.
Las grasas y el cabello
Si deseas una cabellera sana y brillante, debes asegurarte, entre otras cosas, que tu cabello tenga la suficiente grasa de calidad. El pelo está hecho de proteína y aceites. Si a tu cuerpo le faltan estos, se los robará directamente al cabello, haciendo que este luzca opaco y sin vida. El aceite de oliva extra virgen, y los ácidos grasos Omega 3 y 6 contenidos en las nueces, cacahuates, etc. asi como en los pesacdos azules como el salmón y el atún, son excelentes para fortalecer tu cabello, y consumiéndolos dentro de una dieta equilibrada, no te causarán sobrepeso.
Las grasas y la piel
Asi como el cabello, la piel esta constutida, entre otras cosas, de proteínas y aceites. Una piel bien nutrida es aquella que tiene las grasas suficientes como para poder lucir tersa y con apariencia joven. Si tu piel se reseca a menudo, lo más probable es que no tenga los suficientes nutrientes o aceites. Por lo mismo, debes incluir en tu dieta aceites de oleaginosas, aceite de aliva prensado en frio, pescados, aguacate, entre otros. El aguacate, además, tiene un alto contenido de vitamina e, ideal nutriente tanto para el cabello como para la piel.
Las grasas y el cerebro
El cerebro esta formado por un 40% de agua y proteínas y un 60% de grasa tipo omega-3, también conocida como ácido alfalinolénico (LNA). Consumir grasa de calidad es sumamente importante para satisfacer las necesidades biológicas del cerebro. Las grasas que llamamos omega son la fuente más importante y favorable para el óptimo funcinamiento de las funciones cerebrales. Las grasas omega son las que colaboran en la formación de la intercomunicación de las neuronas, además de jugar un papel importante como componente de la mielina, que es la capa fina de grasa que protege al cerebro y la que permite la transmisión de los impulsos nerviosos entre distintas partes del cuerpo gracias a su efecto aislante.
La falta de grasas de calidad en el cuerpo provoca muchas consecuencias, una de ellas es la depresión. La grasa es, junto con el yodo, uno de los nutrientes indispensables para el desarrollo del cerebro, el cual contiene 600 g de ácidos grasos insaturados.
Las grasas que debes evitar
Hacer consciencia de la grasa que se ingiere es una buena clave para comenzar a eliminar aquello productos que sólo “rellenan” el cuerpo y que, en algunos casos, ni siquiera lo nutren.
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Las grasas por lo general se clasifican en saturadas (monoinsaturadas) e insaturadas (poliinsaturadas). Las primeras son sólidas a temperatura ambiente y entre ellas predominan aquellas que contienen los productos de origen animal como el huevo, los embutidos como el jamón y salchichas, la margarina y mantequilla, los helados, la leche animal, etcétera. Cuando se pierde el control del consumo de estas grasas, se produce un aumento del colesterol y, con ello, procesos degenerativos como los problemas cardiovasculares o la arteriosclerosis. Las grasas insaturadas, por otro lado, son líquidas, y predominan en los alimentos de origen vegetal como el aciete de oliva, las semillas, los frutos secos, algunas frutas como el aguacate, el pescado azul, sardinas, anchoas, etcétera.
Sin duda hay que tener prioridad por las grasas de origen vegetal, sobre todo a los aceites de oliva, maíz, sésamo, canola, etcétera. Suprimir estos aceites de la dieta es en verdad nocivo.
Recuerda, además de incluir estas grasas, tener una dieta equilibrada donde incluyas además muchos vegetales y verduras frescos.
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