Publicado: 28/08/2012 - Actualizado: 03/07/2016
Autor: S.M. Aiquipa
El asma es una enfermedad que afecta las vías respiratorias, impidiendo que el aire llegue normal y continuamente a nuestros pulmones. En la actualidad existen entre 100 y 150 millones de personas en el mundo con este problema, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aunque aún los médicos no han detectado las razones exactas de por qué se origina el asma en algunas personas y otras no, hay algunas aproximaciones que sindican a factores genéticos y ambientales como los responsables.
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Son propensos
En ese sentido son más susceptibles a sufrir de cuadros asmáticos las personas que tienen un paciente asmático en su antecedente familiar, especialmente si es su padre o madre.
Si es alérgico, si es recurrente en presentar infecciones respiratorias desde la infancia. En casos en que desde los primeros meses de vida, cuando el sistema inmunitario está recién desarrollándose, se ha sido expuesto a productos irritantes como el humo de tabaco.
También cuando se inhala del ambiente estímulos externos como el polen, otros son:
- Caspa y pelo de animales
- Polvo
- Cambios climáticos
- Productos químicos en las comidas
- Ambientes húmedos
- Muy bajas temperaturas
Que evitar
Por ello, es preferible que si tú tienes un menor en casa o un bebé recién nacido, evites tener en tu misma viviendo a una mascota, perro o gato, pues sus pelos o caspa pueden afectar directamente las vías respiratorias de menor hijo. En todo caso no pueden permanecer ambos, en un mismo ambiente. Del mismo modo debes procurar no fumar delante de tus hijos, exponiéndolos al humo, si vas hacerlo, no permanezcas en tu casa.
Síntomas
El asma tiene como consecuencia una serie de síntomas por los cuales puedes reconocerlo. Debes tener cuidado y acudir a un especialista si identificas a uno de ellos en ti o en otro miembro de tu familia.
Generalmente se presenta tos, flemas, sensación de ahogo, sibilancias, ansiedad, problemas para realizar ejercicio y taquicardia.
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1. Tos
2. Flemas
3. Sensación de ahogo
4. Sibilancias
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5. Problemas al realizar ejercicio
6. Ansiedad
7. Taquicardia
Si sufres de asma, debes saber que actualmente esta enfermedad puede combatirse no sólo a través de la medicina tradicional, sino que existen otras alternativas de medicina complementaria que cada vez están realizando más esfuerzos para su lucha y prevención: hablamos de la homeopatía, el naturismo y la reflexología.
Puedes visitar a uno de estos especialistas y probar qué tratamiento se adecúa mejor a tu organismo, eso sí se aconseja que nunca dejes de lado las indicaciones de tu médico de cabecera, la medicina tradicional puede ir de la mano de la medicina alternativa, más esta última no debe suplantar a la primera.
De cuidado
De los síntomas que hemos numerado hay algunos más graves que otros, debes tener cuidado del ahogamiento crónico que puede conllevar a la taquicardia. Debes tomar atención a ello y no esperar que el asma se agrave, pues de hacerlo puede ser mortal.
Recuerda que con un tratamiento adecuado, la mayoría de las personas no presentan síntomas ni de día ni de noche, y si lo hacen, los síntomas son pocos y controlados.
Tratamiento natural
En la naturaleza podemos encontrar muchos alimentos que nos ayudarán a la sanación y tratamiento del asma. Por ejemplo la leche, las espinacas, la kiwicha (amaranto), pues contienen altos niveles de calcio que es un elemento fundamental para la dieta de un asmático.
En el desayuno procure tomar diariamente una taza de leche hervida con una cucharada de cúrcuma.
Limón
Así como el limón es bueno para la tos y la gripe, también funciona para los pacientes asmáticos, puedes preparártelo en infusión. En una taza caliente mezcla una cucharada de jugo de limón, dos cucharadas de miel y una cucharada de jugo de jengibre. Tomar este brebaje diariamente favorece la cura del asma.
Ajos
Otra infusión es con ajos y miel. Mezcla jugo de ajo con miel o con agua caliente. Puedes elegir tomar esta o la anterior infusión diariamente, o si prefieres rotar la toma entre una y otra.
Ajos y cebollas
Otra forma de combatir los espasmos de asma, es con cebolla y ajos. Corta en rebanadas una cebolla y repite la misma acción con unos 15 dientes de ajo, colócalos en un recipiente de vidrio y cúbrelos con una taza de miel virgen, dejando reposar todo al menos unas 12 horas. Consume de esta mezcla, un promedio de cuatro cucharadas diarias.
Con aceites
Puedes realizar masajes en la zona del pecho con mezcla de dos gotas de aceite esencial de eucalipto, pino, romero y aceite de girasol.
Higos secos
Dejar reposar en agua media docena de higos secos durante toda la noche. Consumir como colación o postre día de por medio.
Yerbabuena
Una infusión que se conoce por su efectividad es la que tiene como ingredientes a la yerbabuena y a la verónica, justo antes de dormir tomar un té preparado con esas dos hierbas y podrás dormir tranquilo.
Manzana
¿Sabías que comer manzana es una buena forma de evitar cuadros asmáticos? Debes comer una manzana antes de acostarte y podrás aliviarte de los síntomas, o también puedes consumirlo en infusión. Coloca unas tajadas de manzana en agua a punto de hervor, dejar enfriar, colar y tomar una taza lentamente.
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