Esclerodermia (piel dura): causas y tratamiento

Publicado: 11/08/2011 - Actualizado: 13/09/2018

La esclerodermia o piel dura, se produce debido a una acumulación anormal de colágeno en la piel. Es una enfermedad del tejido conjuntivo que causa cambios en la piel y llega a afectar los vasos sanguíneos, los músculos y los órganos internos. Es una trastorno autoinmune, es decir, que el sistema inmunitario ataca erróneamente a la piel destruyendo el tejido corporal sano.

Causas de la Esclerodermia

  • Una deficiente alimentación y hábitos de vida desequilibrados y nocivos, los cuales generan mal funcionamiento del metabolismo y del sistema de autodefensa.
  • Mala nutrición del organismo.
  • Una resistencia a sentir debido a no saber qué hacer con el dolor emocional o con las emociones no gratas. La resistencia o un constante estado defensivo a no querer sentir o a hacer contacto con los demás genera fuerte tensión en el sistema nervioso, debilita el sistema inmune y predispone la aparición de esta afección.
  • También se puede deber en algunos casos a que se ha estado expuesto a polvo de sílice y policloruro de vinilo, así que la piel, por su mecanismo de defensa, se endurece tratando de construir una defensa ante las condiciones ambientales. 
  • La esclerodemia generalizada puede ocurrir también simultáneamente con otras enfermedades autoinmunitarias como el lupus eritematoso sistémico y polimiositis. En estos casos, la enfermedad se denomina trastorno mixto del tejido conjuntivo.

Síntomas de la Esclerodermia

  • Se suele localizar por lo regular en las manos y la cara, y pocas veces se propaga a lo largo del cuerpo. En estos casos, se presentan síntomas como dedos de las manos y los pies con coloración azulada o blanca en reacción a las temperaturas frías o cálidas (lo cual se conoce como fenómeno de Raynaud), rigidez y tensión de los dedos de las manos, las manos y antebrazos.
  • Pérdida del cabello.
  • Endurecimiento de la piel.
  • Coloración de la piel anormalmente clara u oscura.
  • Engrosamiento de la piel.
  • Tumoraciones blancas y pequeñas por debajo de la piel, algunas veces exudando una sustancia blanca que luce como pasta dental.
  • Llagas (ulceraciones) en las puntas de los dedos de las manos o de los pies.
  • Piel facial tensa y con aspecto de máscara.
  • En el caso de que atacara al músculo, los síntomas podrían ser: dolor articular, entumecimiento y dolor en los pies, dolor, rigidez e inflamación de los dedos y articulaciones. Dolor de muñeca.
  • Los problemas respiratorios pueden resultar de la cicatrización de los pulmones y pueden presentar síntomas como: tos seca, dificultad respiratoria, sibilancias, etc.
  • En el caso de problemas del tubo digestivo: distensión después de las comidas, estreñimiento o diarrea, dificultad para tragar, reflujo esofágico o acidez gástrica, problemas para controlar las heces (incontinencia fecal), etc.

Tratamiento natural de la Esclerodermia

Como en toda afección, lo mejor es empezar una cura real en lugar de recurrir a remedios farmacéuticos, pasajeros y rápidos, que solo obstruyen la capacidad que tiene el cuerpo para sanarse a sí mismo. Los antiinflamatorios y medicamentos químicos solo fuerzan al cuerpo a responder artificialmente, y sólo deben usarse en casos muy especiales o cuando en verdad la enfermedad está muy avanzada, y solamente como apoyo a una cura natural profunda.

Los naturistas profesionales saben que no existen enfermedades, sino un organismo saturado de toxinas el cual ha roto su equilibrio natural debido a descuidos y malos hábitos de vida, tanto físicos como mentales. La cura real de toda afección empieza por depurar el organismo, por lo que se recomienda a estas personas seguir una dieta depurativa profunda.

La dieta depurativa

Esta dieta depurativa consiste en ponerse a dieta durante tres días comiendo solo piña, uvas o naranjas. Escoger solo una fruta y comer toda la que se quiera, junto con dos litros de agua pura. Para hacer la dieta se deben escoger unos días en los que se pueda seguir la dieta de una forma tranquila, como un fin de semana. 

Después de la dieta, se deben empezar a introducir alimentos de calidad y poco a poco. Por ejemplo, se puede empezar el día tomando alguna fruta cítrica y luego desayunar cereales integrales como avena, etc. En la comida empezar con caldos de verdura y ensaladas.
Se deben evitar a toda costa los siguientes alimentos que son en verdad nocivos para la restructuración de la salud.

Las harinas y azúcares refinados o blancos no contienen ningún valor nutritivo y sólo atascan el intestino, debilitando sus funciones así como deteriorando el sistema inmune y nervioso. Además, se deben evitar todos los embutidos de origen animal, el exceso de sal, los irritantes como el alcohol y el vinagre, así como todos los fritos y alimentos procesados.

Lo que te recomendamos incluir en tu dieta:

Los cereales integrales, las leches y aceites vegetales (el aceite debe ser de primera extracción en frío), las frutas cítricas, los vegetales de hoja verde oscuro, el alga espirulina y el pescado.
Después del tercer día de dieta, ve incluyendo  estos alimentos poco a poco. Debes evitar el exceso de proteínas y si consumes carne roja que sea sólo una o dos veces por semana, tratando de acompañar el plato con ensalada.

Evita combinar las frutas con otros alimentos; cómelas solas, con el estómago vacío y espera 30 minutos antes de comer otra cosa. De esta forma ayudarás a que la digestión sea muy eficiente y se aprovechen mejor los nutrientes de los alimentos que comes. Las bebidas azucaradas  o frutales no debes tomarlas junto con ninguna comida. Para comer, bebe un vaso de agua tibia o un jugo de zanahoria con aloe o alfalfa.
Los germinados son ricos en enzimas las cuales benefician ampliamente las funciones metabólicas del organismo.

Otras recomendaciones:

Además de esta dieta, te recomendamos realizar ejercicio. Practica alguna actividad que disfrutes para que tu sistema circulatorio pueda irrigar oxígeno y nutrientes a cada parte de tu cuerpo, fortaleciendo el sistema inmune y equilibrando los demás sistemas. La práctica de Yoga o Taichi te ayudará además a equilibrar tu mente y emociones.

Te recomendamos también leer libros que te ayuden a comprender mejor lo que sientes. El libro Tú puedes sanar tu vida, de Louise L. Hay es una lectura estupenda que te ayudará a ver la enfermedad desde una perspectiva muy diferente.

Acerca del autor
  • K. Laura Garcés G

    Escritora, terapeuta y conferenciante. Es una amante de la medicina natural y del poder de la mente y las emociones en el cuerpo y la vida.  Además, ha estudiado nutrición y desarrollado dietas apropiadas para apoyar este proceso de curación.Ha escrito más de 1500 artículos en revistas de España y México, ganadora de dos concursos literarios. Linkedin