Do-in: Digitopuntura (digitopresión) como terapia alternativa
Do-ln significa ‘la morada y la energía del espíritu’, es una disciplina con más de 5000 años de antigüedad, con una gran influencia del shiatsu, que se dio a conocer en Occidente en la década de los años 60 en Estados Unidos.
Era una actividad casi exclusiva de los monjes budistas, quienes la utilizaban para mantener una buena salud y para poder soportar las duras jornadas de trabajo, oración y ayuno en los monasterios.
El Do-in es un técnica terapéutica de la medicina tradicional china. La digitopresión se basa en los mismos principios que la acupuntura, a diferencia de la cual carece de todo peligro y no requiere especialización. Los únicos "utensilios de trabajo" son los dedos de las manos, utilizados por el terapeuta mediante presión y micromasaje. La técnica de digitopresión recibe en chino la denominación de Tcheu-tcheu, término que significa "el dedo aguja", "el dedo que actúa como una aguja", y básicamente queda enmarcada en el campo del concepto chino tradicional de la naturaleza y de las posibilidades de intervención sobre el cuerpo humano para regular el equilibrio, fundamento del mantenimiento de la salud. Todo lo que existe es energía (chi) y todo lo que se manifiesta como naturaleza es expresión de la intención de sus dos polaridades: el Yin y el Yang. En el cuerpo humano la energía corre por los canales que afluyen a los órganos y vísceras, uniéndolos de distintas formas entre sí; a lo largo de estos canales pueden producirse desequilibrios energéticos, ya sea por disfunción de los propios canales ya sea por alteración de los órganos o de las vísceras unidos a ellos. El equilibrio puede reconstituirse y el estado de salud restablecerse actuando sobre determinados puntos mediante la acupuntura, la moxibustión o la digitopresión. (En realidad, la palabra "punto" no traduce en absoluto el término chino Hsueh, que significa en cambio depresión, cavidad, orificio apreciable por palpación de una mano experta como una pequeña cavidad en la superficie cutánea.)
¿Cuál es su efecto en nuestro cuerpo?
A través de nuestro cuerpo fluye la energía constantemente, haciendo que se mantenga sano. Pero cuando esta corriente de energía se interrumpe por cualquier trastorno, nuestro organismo empieza a tener un mal funcionamiento y puede surgir una enfermedad.
El Do-In interviene en nuestro cuerpo mediante un trabajo de estiramientos y automasajes, reactivando el flujo energético del organismo y corrigiendo desajustes tales como jaquecas, dolores de espalda, trastornos digestivos, problemas circulatorios, cansancio crónico, estrés, ansiedad o insomnio.
¿Por qué se están poniendo de moda este tipo de prácticas?
Todo el mundo busca tranquilidad, equilibrio y calidad de vida, pues la vida diaria nos los quita. Oriente da estas formas prácticas de solucionar los problemas de nuestra frenética actividad. No son técnicas ‘snob’ sino métodos milenarios sólidos y efectivos.
En el Arte del Do-In las personas entran en contacto más profundo consigo mismos, logrando conocerse mejor y amarse con las leyes de la naturaleza.
Cómo se hace el Do-In
En la acupuntura y en la moxibustión se actúa respectivamente sobre los "puntos" a través de la aplicación de agujas o la combustión de pequeñas cantidades de Artemisia vulgaris finamente macerada, mientras que en la digitopresión se actúa sobre los puntos simplemente aplicando la presión de los dedos y realizando una especie de micromasaje cuya acción es en cierto sentido comparable a la desencadenada por la aplicación de la aguja.
La digitopresión puede practicarse según cuatro técnicas fundamentales:
Presión con las yemas de los dedos. La presión debe ser fuerte y determina un efecto Sié (drenaje de los excesos) sobre la energía llamada Wei.
Presión con la uña. Tambien en este caso la presión debe ser fuerte, y determina un efecto Sié, pero sobre la energía llamada Young.
Presión con dos dedos a los lados del punto, pero tirando en sentido centrífugo. Por efecto Sié, pero sobre la energía Young.
Presión con dos dedos a los lados del punto, como si se quisiera sacar una astilla. Posee un efecto Pou (refuerzo de la energía deficitaria).
Para las dos primeras técnicas muchos especialistas aconsejan asociar a la simple presión un masaje rotatorio de dos o tres ciclos por segundo, pero sin separar nunca el dedo del punto y sin friccionar la piel.
En la mayoría de los casos los puntos son bilaterales, por lo que la presión ha de ser ejercida sobre ambos puntos simétricos, a no ser que exista alguna contraindicación específica al respecto. La presión puede ejercerse durante 1-5 minutos y el tratamiento puede aplicarse una vez al día.
El éxito terapéutico de la digitopresión depende fundamentalmente de un diagnóstico correcto de los trastornos que se desea curar y de una correcta prescripción de los puntos sobre los cuales se desea actuar. Sin embargo, es también muy importante que no sólo el paciente sino también el operador se encuentren en un estado de ánimo distendido y relajado.
Dado que el padecimiento que induce a recurrir a la digitopresión no es compatible en la mayor parte de los casos con la serenidad y la distensión, se puede comenzar el tratamiento con las intervenciones previstas para controlar el nerviosismo, pasando luego a las maniobras de digitopresión específicas para ese determinado trastorno.
Mediante una serie de sencillos ejercicios que puede realizar cualquier persona y que en algunas ocasiones no son más que un pellizco o un golpecito con los dedos en determinadas zona del cuerpo, se logra desbloquear los meridianos energéticos por donde transcurre la energía siguiendo la dirección de ésta por los 12 canales principales.
Una sesión diaria de unos 15/20 minutos va poniendo en marcha estos circuitos bloqueados lográndose en un corto espacio de tiempo tener un buen estado físico. Además, esta técnica permite ganar flexibilidad y agilidad.
Etapas del Do-In
El Do-In se estructura en tres fases. En la primera se toma conciencia del cuerpo a través de movimientos, respiración profunda y concentración. Lograr una postura corporal adecuada es muy importante, ya que esto es lo que nos permite empezar a respirar correctamente y conseguir un buen nivel de concentración. La segunda va precedida de una serie de movimientos para calentar las articulaciones; a continuación se estiran los canales energéticos a través de ejercicios de postura y respiración. Esta fase termina con unos minutos de relajación. Y por último, en la tercera se realizan auto masajes a lo largo de los canales energéticos mediante suaves golpes con los nudillos o presiones con los dedos. El Do-In consigue que nos sintamos como nuevos, nos ayuda a renovarnos y a cargarnos de energía, empezando por una agradable sensación de relajación física y mental. En poco tiempo desaparecerán los dolores de espalda, nos sentiremos menos cansados y empezaremos a dormir mejor.
Cuando los ejercicios se hacen por mañana el cuerpo se tonifica, mientras que si se realizan al atardecer ayuda a liberar las tensiones y a lograr un sueño más reparador.
En realidad el Shiatshu y el Do-In son las dos caras de una misma moneda. Pero mientras el Shiatshu es un masaje que nos da otra persona, el Do-In es un auto masaje. Los dos están basados en la misma técnica de aplicar presión con los dedos.
Una clase de Do-In es la excusa perfecta para desconectar del mundo, de los problemas y las preocupaciones. Durante ese tiempo no pensamos en nada. Y lo mejor: una vez aprendidos los ejercicios y las técnicas de respiración y masaje, podemos practicarlo nosotros solos en casa.
Se dice además, que en el arte del Do-In, las personas entran en un contacto más profundo consigo mismas, aprendiendo a conocerse mejor, amarse y estar en armonía con la naturaleza.